viernes. 19.04.2024
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Fiesta de Jarramplas en Piornal (Cáceres).

Haya o no gobierno, esté en funciones o desaparecido, sea corrupto o inoperante, el español, de por sí, jovial y festivo, no perdona las fiestas de su pueblo, la celebración por su patrono o por cualquier otro motivo que le sirva para despejarse de una vida de sinsabores y lucha. La añoranza y el respeto por ese día señalado en el calendario y en su alma, día de jolgorio y encuentros donde se celebra la vida, está en sus ancestros. Ni la guerra civil, que ya es decir, impide que el pueblo celebre su fiesta.

Permítame el lector que cuente una anécdota muy a propósito. Mi padre con 17 años estuvo en todos los frentes de batalla de nuestra guerra incivil. Un verano abandonó el que se encontraba para acudir a la festividad de su pueblo, fusil al hombro, el casco colgando, cargado de granadas y demás munición. En cuanto llegó al pueblo, le detuvo la guardia civil, y, bajo la acusación de desertor, le llevaron al cuartel con la firme intención de encerrarle y dar aviso a la autoridad militar. Montó en cólera, natural en tales circunstancias, por esa acusación sin fundamento, y en la misma sala de armas, ante el comandante del puesto y otros números, les advirtió que si lo hacían, tiraba la anilla de una granada y volaban todos por los aires. Que no le importaba morir antes o después, que no quería otra cosa que pasar los tres días de fiesta en el pueblo. Cuando acabaran, volvería a las trincheras. Ante la firmeza de su amenaza y las razones aducidas, se lo permitieron. Finalizadas, con la resaca del vino y la juerga, y la mente fija en la muerte, tomó el tren y se encaminó de nuevo al frente.   

Hay películas, como La Vaquilla del genial Berlanga, que tratan este tema donde la guerra se detiene por la fiesta del pueblo. Sin duda alguna, es más importante cualquier fiesta por pequeña que sea, que cualquier guerra. Las fiestas son justas, son un canto a la vida; las guerras son injustas, son la escenificación de la muerte. Celebremos la vida. También en otoño.

FIESTAS ATRACTIVAS Y VARIADAS

El clima en España invita a la expansión; favorece la expresión de la vida, e induce a compartir la alegría de la naturaleza en todas las fechas. No pensemos que las fiestas se celebran únicamente en verano, cuando el calor. Todas las estaciones, todos los meses, la geografía española está marcada por fiestas de uno u otro matiz. Las hay profanas y religiosas, con mayor o menor historia, y las hay que conjugan ambos motivos donde se difumina la frontera entre uno y otro. En todas, la alegría, la emoción, el encuentro, la solidaridad y participación, están presentes. Es el día señalado, no importa que haga frío o calor, lluvia o nieve. No importan las creencias, ni la ideología, ni la clase social. Ni se hace caso a gobiernos ni prohibiciones. Ese día el pueblo manda. Es la unión que provoca la fiesta, y viceversa. Por eso es jornada importante.

En España, como digo, todo el año hay fiestas. No acaban con el Pilar, en estas fechas de octubre, por citar una de las más famosas. Como muestra, a continuación, el botón de esta breve relación de celebraciones a lo largo del último trimestre, que culmina con la Navidad, y se inicia con la de Reyes, y otras que van de San Antón, a San Blas, pasando por algunas tan originales como la de Jarramplas en Piornal (Cáceres), a mediados de enero, “cuando más nieva, sale un capitán fuerte a poner bandera”, como dice su copla. O los Carnavales, de colorido y danzas a cada cual más original en cada uno de los lugares de nuestra piel de toro. Y casi todas ellas, declaradas Bien de Interés Cultural. Algunas con siglos de historia. No es una lista exhaustiva, solamente indicativa de la extensión por la península y las islas en lo que queda de año y el comienzo del que viene, cuando el frío y las ventiscas azotan.

Hay ciudades que han convertido todo este año de 2106 en un año de celebración:

San Sebastián continúa celebrando su capitalidad europea de la cultura. Y Toledo, por su parte, acaba este año como capital española de la gastronomía. En Ávila acabaron la semana pasada los festejos en honor de su hija, la “Doctora de la Iglesia”, Teresa de Ávila. Jaén y otras ciudades y pueblos terminan de festejar a su patrón, san Lucas, como La Cabrera (Madrid), cuya programación acaba el día 19, o Muñogalindo (Ávila) que siguen de fiesta hasta el día 22. El pasado fin de semana terminó lo que se ha dado en llamar la Feria de Oficios” en Aldeanueva/Villanueva de Duero (Valladolid), una vuelta al pasado no lejano, pero del que quedan pocos rastros. Con esta feria, montada al modo y manera de los grandes mercados de antaño, como eran en tiempos las ferias de Albacete o Medina del Campo, se pretende rescatar la cotidianeidad de los pueblos, recrear sus costumbres y oficios, y mostrar los aperos de labranza, utensilios domésticos y herramientas de una forma de vida que hoy nos parece lejana pero que estuvo presente en España hasta casi finales del siglo XX. Una vida que se fue extinguiendo a medida que los pueblos se fueron despoblando por la emigración en los 60-80 a las grandes ciudades y a los centros industriales de España y de Europa. La Plaza Mayor, solares y ejidos, se convierten por unos días en tienda de “Ultramarinos”, donde se vendía de todo, desde conservas a verduras, pasando por madejas de lana, camisas y colchas. Se recreó un establo y los quehaceres diarios de ordeñar la vaca, herrar la yegua, y fabricar el queso o el pan, así como las actividades de otros oficios: el carpintero con su garlopa cepillando un cuartón, el herrero golpeando en la fragua el hierro incandescente sobre la bigornia, el lampista manipulando la electricidad, las castañeras, el hojalatero, el afilador de hoces y cuchillos, las modistas y sastres tomando medidas corporales, el vocero voceando la prensa del día, el pregonero pregonando el bando, el alfarero dándole al torno... Un museo viviente que otros pueblos van añadiendo en sus programas y copiando en sus fiestas con mayor o menor acierto, viejas y quizá olvidadas escenas rurales. Un aliciente que se suma para despertar el interés y el sentido educativo. Como la Feria de Tibi (Alicante) del 21 al 23 de octubre con su Mercado Medieval, o las fiestas de San Pedro en Arenas de San Pedro, la “Andalucía de Ávila”, hasta el día 23, con degustación de productos de la tierra.

Fiestas de San Frutos en Segovia, del 21 al 25 de octubre, cargadas de música tradicional castellana, con la actuación en sus plazas de numerosos grupos, entre los que no podía faltar El Nuevo Mester. Fiestas para todos los gustos gastronómicos, auditivos y visuales...

Como la carrera de caballos en las playas de Sanlúcar de Barrameda, o las figuras de los caballeros en los mercados medievales que se multiplican por nuestra geografía, o las fiestas de la vendimia, las fiestas del marisco en O Grove, y otros lugares gallegos, que acaban estos días, o la semana de la cazuela y el vino en Pamplona (Iruña). De todo hay, sin faltar el toque cultural e histórico de los que puede presumir, con toda razón, nuestra tierra.

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Fiesta de la Rosa del Azafrán el día 28 en Consuegra

DECLARADAS DE INTERÉS

Como no solamente de pan vive el hombre, comienza la Semana de la Zarzuela en La Solana, Ciudad Real. Hasta el día 23 se pueden escuchar en esta localidad manchega, cerca de las famosas Lagunas de Ruidera, estas piezas de música y teatro tan españolas, interpretadas por coros del pueblo en diferentes lugares de la ciudad. Es una fiesta declarada de interés turístico nacional.

También hasta el 23 se celebra la Semana Cervantina en Alcalá de Henares: Gira en torno al bautizo de Cervantes (9 de octubre de 1547). Conferencias, teatro, conciertos, junto a las jornadas gastronómicas cervantinas y el mercado de don Quijote. Merecen una visita los actos, y la misma ciudad, Patrimonio de la Humanidad, que culmina con la tradicional representación de “Don Juan Tenorio”, el primero de noviembre.

Fiesta de la Rosa del Azafrán el día 28 en Consuegra. Declarada de interés turístico. Se lleva a cabo una “molienda de la paz y del amor” en el molino Sancho, que de nuevo, como cada año, entra en funcionamiento. En Consuegra, ciudad milenaria, se celebra el famoso Festival del Folclore desde 1963 y cada año acuden más grupos a interpretar y rescatar las canciones que forman parte de nuestro patrimonio cultural, festivo y jovial. Y un gesto que exige sutileza en los dedos es la monda de la rosa de azafrán, que consiste en separar las hebras de azafrán de la flor en el menor tiempo posible. El azafrán es el oro de la Mancha. Por esto, por su historia, por sus monumentos (molinos, castillo, restos romanos y árabes, etc) y por sus múltiples actividades culturales, acercarse a la vetusta Consuegra, en el corazón de la Mancha, merece la pena.

Y un poco más al sur, del 8 al 18 ha venido celebrándose la feria de San Lucas en Jaén con su fiesta agro-ganadera, y otras actividades culturales.

Pero sobre todas ellas es preciso reseñar algunas con larga historia:

El misterio de Elche, en Elche (Alicante), del 28 al 30 de este mes. Se trata de una antiquísima representación religiosa, proclamada por la UNESCO, “Obra Maestra del Patrimonio Oral”. Drama lírico en dos actos de origen medieval. Se escenifica desde el siglo XIII. Texto en forma de versos en valenciano y partes en latín. Ejemplo vivo del desaparecido teatro lírico, se oficia un acto por la mañana y otro por la tarde. Los días 28, 29 y 30 de octubre se representa previa entrada, que llevan vendiéndose desde finales de julio, tanta es la expectación que despierta, incluso allende nuestras fronteras. Declarada de Interés Turístico Internacional, es ante todo, una maravilla musical de polifonía angelical.

Fiesta de san Martín de los Humanitarios, en Moreda de Aller, el día 11 del XI (Asturias), pueblo galardonado este año, perteneciente a la comunidad vecinal de Oscos. Una fiesta de hermoso colorido infantil con más de cien años de historia, donde destaca la típica Puya del ramu, puja del ramo entre gaitas y bailes.

Fiesta del orujo en Potes del 11 al 13 de noviembre. De Interés Turístico Nacional, en plenos Picos de Europa, donde poder degustar productos de la tierra con su orujo y el asombroso paisaje.

Fiestas de la Virgen del Castillo en Yecla, del 5 al 8 de diciembre. Fiesta de interés turístico nacional. Data del siglo XVII, y es de resaltar la bajada y subida de la Virgen al santuario. La celebración solemne es el día de la patrona, el 8, con disparos de arcabuces. Según la tradición se celebra de esta manera porque en 1642 al regresar los soldados después de una guerra, sanos y salvos, subieron al santuario de la Virgen como acción de gracias por haberlos protegido. Se conmemora ese desfile. Comienzan el 5 de diciembre con el Acto del Beneplácito.

En toda Navarra el tres de diciembre, con mayor o menor solemnidad, se celebra la festividad de San Francisco Javier, con la romería a su castillo. Y qué decir de la Festividad de la Inmaculada en Sevilla, Madrid, y tantas otras ciudades y pueblos, a la que se une la festividad de la Constitución, que rige nuestro sistema político. Pero vayamos a las más notables, además de las navidades.

El canto de la sibila en Mallorca el día 24 de diciembre. Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. La noche del 24 de diciembre se celebra este ritual litúrgico cantado en todas las iglesias de Mallorca y en la catedral de Tarragona. Espectáculo digno de ver y oír, ejemplo vivo del folclore religioso medieval.

El Auto Sacramental de la Cabalgata de Reyes Magos en Santillana del Mar el día 5 de enero. También declarado de Interés Turístico Nacional. La representación hecha por los habitantes del pueblo contiene escenas bíblicas, desde el edicto del emperador Tiberio para el empadronamiento, y el viaje de San José y la Virgen, hasta refugiarse en el portal ante la carencia de hospedaje donde María daría a luz. Sigue la Anunciación del ángel a los pastores del Nacimiento del Mesías, y acaba con la adoración de los Magos, después de haber pasado por el castillo de Herodes, antes de llegar al portal viviente.

De características semejantes es la representación en la mañana del 6 de enero de El Misterio de Reyes, en Sangüesa, con más de cien años de historia. Se trata de un auto sacramental al aire libre, escrito en verso realizado por los habitantes de esta localidad en el camino de Santiago, cuyas calles mantienen el sabor medieval. Declarado de Interés Turístico de Navarra.

Recordamos que después de las fiestas navideñas y sus belenes vivientes en uno y otro lugar, siguen las de San Antón con la bendición de los animales, tan arraigada en la cultura rural, y otras tan antiguas como El Jarramplas en Piornal, Cáceres, el 19 y el 20 de enero. Actualmente el grupo de folclore bilingüe Acetre ha rescatado su música adaptándola a estos tiempos en una versión muy digna y a la vez muy moderna, manteniendo el tono y timbre de las voces femeninas de la cultura rural, en tonos muy altos, agudos, casi chillones que todavía se pueden escuchar en bodas por la ancha Castilla, Extremadura y otras regiones. Y llega san Blas, y la Candelaria, otra fiesta muy popular, con su romería, celebrada en muchos pueblos de España. Y con ella, las Fiestas de moros y cristianos, entre las que cabe mencionar las de Bocairen del 3 al 7 de febrero.

Acabaremos este breve recorrido por nuestras fiestas de raigambre, con la Fiesta de las cuadrillas de Barranda, en Caravaca de la Cruz, Murcia, de interés turístico nacional. Del 27 al 29 de enero grupos de personas cantan e interpretan sus temas por las calles, y al final compiten entre ellas.

Sobre fiestas casi desconocidas, originales e históricas