El Movimiento Feminista de Madrid, conformado por más de 350 organizaciones de mujeres, ha remitido una carta al ministro de Consumo, Alberto Garzón, solicitando el cierre de las páginas web que albergan contenido pornográfico.
Activistas del colectivo han protagonizado este miércoles una acción frente al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social con proclamas que abogan por la abolición de la pornografía e imágenes de algunas víctimas de trata y violencia machista.
El movimiento entiende que la pornografía, como “escuela de desigualdad” promueve la “cultura de la violación” y potencia “un imaginario colectivo en el que las mujeres son representadas como objetos sexuales, sobre los que cabe realizar todo tipo de vejaciones, y en el que los hombres son presentados como sujetos titulares del derecho a violentar a las mujeres”.
Asegura el colectivo que el contenido pornográfico, que consumen millones de personas jóvenes y adultas en el mundo, “posee un profundo carácter político y la capacidad de crear imaginarios que coadyuvan a la normalización de la representación de las mujeres como servidoras sexuales”. Se “naturaliza” así la “jerarquía sexual” y el sometimiento histórico de las mujeres, subrayan.
Planteamientos todos respaldados por diferentes estudios -señalan- que demuestran que las personas que consumen pornografía tienen frecuentemente más probabilidades de mostrar actitudes de apoyo a la agresión sexual o explotación sexual, e incluso de participar en estos actos promoviendo la violencia contra las mujeres, incurriendo en una clara violación de la dignidad humana y de los derechos humanos.
“La producción y reproducción de violencia contra las mujeres a través de la pornografía, revestida de ficción filmada, incluso en los títulos de sus vídeos, incitan a la misoginia, a la pedofilia y al racismo en multitud de ocasiones”, afirma el colectivo.
La infancia y la adolescencia son además las franjas de edad más vulnerables frente al consumo de este contenido, de ahí la necesidad -sostienen- de “impedir el acceso a estos contenidos a través de un mecanismo de bloqueo indispensable para evitar que las y los menores se eduquen en un modelo de relación afectivo-sexual basado en la violencia, la falta de consentimiento mutuo y para proteger su propia integridad física y moral en un momento crucial de su desarrollo”.
Por todo ello, el colectivo pide en su escrito al ministro de Consumo “el cierre inmediato" de las páginas pornográficas y a la retirada de su publicidad.
Imágenes facilitadas por UGT Madrid
