miércoles. 24.04.2024

Así como de la “catedral del toreo”, la plaza Monumental de Las Ventas, dicen los toreros que quita y pone, dicen también de la Feria de Fallas de Valencia que es el trampolín que lanza al matador a entrar en esa plaza madrileña, en su feria de San Isidro. Por eso, dicen, que la docena de festejos de dicha feria levantina, son suficientes para augurar una buena o mala temporada a quien interviene en ellos por primera vez. Y tienen razón. Es difícil entrar en la Feria de las Fallas porque son pocos los grandes festejos, siete en la presente edición, y no suelen tener cabida los que la temporada anterior acabaron en la parte baja del escalafón. Pero si por casualidad, por esos avatares del destino, un torero casi desconocido llega a formar parte de dichos carteles, y triunfa en Valencia, toca con las yemas de sus dedos el cielo de Madrid, porque probablemente, tarde o temprano, le llegue la tan ansiada oportunidad. Esta es una de las razones por las que el mundillo taurino concede tanta importancia a una feria que en sí misma no debería tenerla, pues no son muchos los festejos que programa. Pocos, pero de interés, sobre todo en esta edición de 2015.

En estas últimas fechas, cada año, después de cierto letargo en épocas pasadas, esta feria, va a más. Según nuestras informaciones este año ha aumentado el número de abonados un 10%, y desde primeros del mes de marzo, cuando se pusieron a la venta las entradas, ha habido colas para adquirirlas. Varias han sido las razones para esta expectación que dimos a conocer en la pasada crónica, como la reaparición de un torero de la tierra, Vicente Ruiz, El Soro. Otra cosa es que al día de hoy hayan respondido toros y toreros a dichas expectativas. Sea como fuere, montar bien una feria atrae a priori a los espectadores, tanto a aficionaos como al público en general, y si además se facilita -como se ha hecho en esta feria- la entrada a menores, y jubilados -yo añadiría desempleados y estudiantes- con una rebaja en taquilla, los festejos taurinos no se  perderían y cada vez habría más gente que asistiera a las plazas.

CRITICAS A LAS FALLAS

La feria de Fallas entra en su último tramo con un largo fin de semana por delante que para algunos se convertirá no en “puente”, sino en “acueducto”: la fiesta del patrono, San José, cae en la mitad de la semana y del viernes y sábado habrá alguien que haga su propia y particular fiesta, y quizá aproveche para ir a los toros, o acudir a la capital para experimentar de cerca, en vivo y en directo, esas sensaciones que producen la pólvora, el fuego y las explosiones.

No está en nuestro cometido hacer críticas de la manera de torear de unos y otros, ni del juego que han dado o dejado de dar los toros. Aquí nos limitamos únicamente a anunciar y reseñar, ferias y festejos que por su interés vayan más allá de los simples carteles, tratando de profundizar en las razones de esta fiesta y analizando su integridad. Sabemos que los  toros tienen sus adversarios y sus partidarios, sus seguidores, y su rechazo. Sucede así con cada actividad humana y son buenas y necesarias las razones en pro y en contra. Lo mismo sucede con las Fallas. Tienen también sus partidarios y quienes las rechazan alegando sus razones. No quiero terminar este artículo sin hacerme eco de estos últimos y de sus motivos para rechazar la celebración de las fallas. Alegan en sus críticas que  la cremà, la quema de las mismas, conlleva alto riesgo de incendios, lesiones por quemaduras, desperfectos en fachadas y ventanas; que son un factor altamente contaminante y muy importante en estos días por la acumulación de coches y otros vehículos que acuden a las fiestas; que aumenta sobremanera a limites insospechados y sumamente dañinos la contaminación, tanto acústica como atmosférica, y por si fuera poco, se organiza un caos diario de tráfico en las calles de la ciudad que imposibilita la movilidad y el traslado, al verse afectadas unas 400 calles que se cierran al tráfico diario durante casi todo el mes. Que los artefactos pirotécnicos y los petardos a todas horas, así como la despertà y la mascletà, cuyas explosiones y ruido supera los 120 decibelios en el centro de la ciudad, causa daños irreparables al sistema auditivo, sobre todo de los más pequeños. Y finalmente, los adversarios de las Fallas critican la acumulación de residuos de todas clases, algunos de difícil eliminación o reciclaje, y añaden, como colofón, que los gastos de organización, orden, y limpieza superan con mucho los ingresos por turismo, una de las principales bazas de las administraciones y otros organismos públicos y privados para su celebración. 

Como en los toros, diversidad de opiniones.   


Calendario

FERIA DE FALLAS DE VALENCIA 

Jueves 19:  Por la mañana, la tradicional corrida de rejones con seis rejoneadores

                   Por la tarde,  toros de Garcigrande y Domingo Hernández

                   Finito de Córdoba, El Juli, M. A. Perera

Viernes 20 y sábado 21, cerrarán la feria dos novilladas con picadores.

Completan los festejos taurinos dos concursos, el primero de recortes, con importantes premios, para el viernes 13 y  el domingo 15. Y el segundo, un concurso de emboladores, el miércoles 18, víspera del día grande, muy popular en tierras levantinas.

Las Fallas, en su cenit