jueves. 28.03.2024
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Los estilos de afrontamiento son los esfuerzos a nivel cognitivo (pensamiento) y conductuales que de manera dinámica se desarrollan por el individuo para manejar las demandas externas o internas. Es un proceso en el que el individuo, controla o reduce, las demandas de la relación con el ambiente, ante aquellas situaciones que evalúa como estresantes y las emociones que esto le genera. De tal manera que el afrontamiento le ayude a sobrevivir ante el estrés, no soló ayudándole a resistir la enfermedad, sino también a progresar, aprendiendo de sus experiencias.

Hay dos estilos de afrontamiento principales: el activo y el pasivo. El primero de ellos intenta modificar el problema al que se enfrenta y así provocar un cambio, y el segundo es un dejarse llevar, considerando que no se puede hacer nada para modificar la situación o problema al que se enfrenta.

Se puede afirmar que el afrontamiento más que un rasgo, es un proceso cambiante ante las diferentes demandas y adversidades que se nos presentan a lo largo de nuestra vida. Es por tanto una respuesta adaptativa del individuo ante una situación que provoca un importante estrés.

No cabe duda de que la pandemia del COVID 19, es una de las situaciones más estresantes a la que se ha enfrentado la población mundial de forma globalizada. Por tanto, es fundamental adoptar una estrategia de afrontamiento adecuado ante esta situación excepcional que nos ha tocado vivir.

Los diferentes estilos de afrontamiento, bien positivos, bien negativos, a la hora de afrontar una crisis de la magnitud de la pandemia del COVID 19, modifica notablemente nuestra actitud ante el problema

Podemos tener un estilo de afrontamiento negativo como tratar de no pensar y utilizar mecanismos de evitación del problema de la pandemia, que nos puede llevar a conductas temerarias como el negacionismo, podemos gestionar el problema desarrollando ira o agresividad hacia otros, base de las posturas conspiranoicas, o podemos también recurrir a la utilización de drogas legales e ilegales para aliviar el malestar inmediato, pero a medio y largo plazo empeoramos el problema.

Por el contrario, si adoptamos un estilo de afrontamiento positivo intentaremos aliviar, mejorar o solucionar el problema. Entre estas estrategias positivas podemos tener: Un plan de acción, que es una de las mejores estrategias, como por ejemplo planificar y cumplir los protocolos de seguridad ante esta pandemia. Otra estrategia de afrontamiento positivo sería cumplir con la autoresponsabilidad que continuamente se nos recuerda por las distintas administraciones y los medios de comunicación. Otra estrategia positiva sería el autocontrol equilibrado, que nos impida participar en acciones temerarias, pero que a su vez nos deje empatizar con los demás, también podría hacernos huir de noticias falsas sobre la pandemia en estos momentos de sobreinformación, eligiendo un momento del día y una fuente fiable para informarse. También estrategias positivas de pensar en positivo es pedir ayuda tanto emocional con un profesional, como instrumental, por ejemplo ayuda para hacer la compra en caso de no poder. Nos ayudará igualmente compartir emociones con personas que consideremos de confianza.

Se ha visto en algunos estudios epidemiológicos que a mayor nivel educativo hay un mayor cumplimiento de las normas de prevención sanitaria del contagio del virus, asociado a una mayor frecuencia de aplicación estilos de afrontamiento positivos.

Así pues, los diferentes estilos de afrontamiento, bien positivos, bien negativos, a la hora de afrontar una crisis de la magnitud de la pandemia del COVID 19, modifica notablemente nuestra actitud ante el problema. Si, las estrategias son de afrontamiento positivo, manejaremos las situaciones o problemas con una notable reducción del estrés ante los problemas que van surgiendo cada día en nuestras vidas por esta pandemia, y lo contrario, si nuestra forma de enfrentarnos a los problemas es del tipo del afrontamiento negativo.

Estilos de afrontamiento frente a la enfermedad de la Covid19