jueves. 28.03.2024
religion covid

Las variables religiosas han sido durante mucho tiempo apartadas del campo de la salud mental. Diferentes posturas las han ubicado tanto como factor incidente en la patología, como también en factor protector de la salud.

La religión, entendida como un sistema cultural, compuesto por prácticas y creencias específicas a acerca de lo sagrado, se encuentra presente desde tiempos remotos, ofreciendo al ser humano respuestas sobre el sentido de la vida y el sufrimiento.

Diversos estudios correlacionan que ciertos aspectos de la religiosidad y de la espiritualidad se asocian con una disminución de la sintomatología en el espectro de los trastornos afectivos y de la ansiedad.

Algunas investigaciones de carácter clínico se han hecho con el objetivo de desarrollar tratamientos que incluyan variables religiosas para el tratamiento de algunos trastornos psicológicos, ya que es una variante cultural a tener en cuenta.

En un estudio durante el comienzo de la pandemia en The Journal for the Scientific Study of Religion, se refiere que mucha gente experimentó gran angustia durante la pandemia, y la religión fue un recurso compensatorio, al que se recurre especialmente en tiempos difíciles. Se aportaron datos que apoyaban que las personas que asistían a servicios religiosos con más frecuencia se sentían menos ansiosos, deprimidas y solitarias y tenían menos problemas para dormir en medio de la pandemia.

The Economist, hace unos meses señalaba la importante función de las Iglesias para hacer frente al trastorno por estrés postraumático asociado al Covid 19. Por otro lado, las creencias y prácticas religiosas ayudan a tener una actitud más responsable hacia los demás considerando que tiene una relación directa con el comportamiento prosocial.

En una encuesta realizada en España por el CSIC, en febrero de 2021, sobre la salud mental de los españoles durante la pandemia de la Covid 19, se analizan los resultados de las creencias religiosas en su salud mental durante esta pandemia. En la pregunta sobre si ha sufrido alguna vez un ataque de pánico durante esta pandemia un 15,8% refieren un SI. De esta población un 13,8% de católicos practicantes refieren un SI, de católicos no practicantes refieren un SI el 16,6%, otros creyentes no católicos un 24,1% y del grupo de agnóstico/ateo un 14,8%.

En la pregunta si estos ataques de pánico pueden llegar a tener consecuencias en su salud, muchas veces, un 13,8% de católicos practicantes refieren un SI, de católicos no practicantes refieren un SI el 16,6%, otros creyentes no católicos un 68,4% refieren SI y del grupo de agnóstico/ateo refieren SI un 69,9%.

En la pregunta SI ha sentido ansiedad o miedo durante la pandemia muchas veces, un 10,9% de católicos practicantes refieren un SI, de católicos no practicantes refieren un SI el 8.0%, otros creyentes no católicos un 10,1% y del grupo de agnóstico/ateo un 5,7%.

En la pregunta si ha sentido muy triste o deprimido, un 10,9% de católicos practicantes refieren un SI, de católicos no practicantes refieren un SI el 12,4%, otros creyentes no católicos un 8,9% y del grupo de agnóstico/ateo un 6,6%.

En la pregunta si ha sentido desesperanza con respecto al futuro, un 11,6% de católicos practicantes refieren un SI, de católicos no practicante refieren un SI el 10,3%, otros creyentes no católicos un 17,7% y del grupo de agnóstico/ateo un 11,0%.

En la pregunta si se ha sentido irritable o agresivo, un 6,2% de católicos practicantes refieren un SI, de católicos no practicante refieren un SI el 6,6 %, otros creyentes no católicos un 5,1% y del grupo de agnóstico/ateo un 6,3%.

En la pregunta si ha tenido problemas de sueño, un 41,7% de católicos practicantes refieren un SI, de católicos no practicante refieren un SI el 42,3%, otros creyentes no católicos un 44,3% y del grupo de agnóstico/ateo un 41,1%.

Las situaciones de crisis pueden tener repercusiones en la espiritualidad y en las creencias religiosas

En estos datos preliminares de la encuesta del CIS, no aparecen diferencias llamativas en los porcentajes de las variables estudiadas, quizás se podría resaltar el resultado en la ansiedad (ataques de pánico), un 13,8% de los católicos practicantes frente a un 69% de ateos//agnóstico, creen que estos ataques pueden tener consecuencias sobre la salud. Y en la pregunta sobre si ha tenido ansiedad o miedo ante la pandemia muchas veces 10,9 % de católicos practicantes refieren un SI, y del grupo de agnóstico/ateo un 5,7%. Y en la pregunta si ha sentido muy triste o deprimido, un 10,9 % de católicos practicantes refieren un SI, del grupo de agnóstico/ateo un 6,6%.

Las situaciones de crisis pueden tener repercusiones en la espiritualidad y en las creencias religiosas. Así, por ejemplo, en el período renacentista surgió de la crisis provocada por la peste un cambio en multitud de ámbitos, sociales, culturales económicos y también cambió las percepciones que hasta ese momento existían entre la ciencia y la religión, que acabó con el teocentrismo de la edad media y empezó a nacer una ciencia basada en la experimentación.

Cabe hacerse esta pregunta, ¿después de la pandemia Covid 19 el papel de la religión en la sociedad cambiará o permanecerá cómo hasta ahora.?

Por último, esta reflexión de Albert Einstein: “La religión sin ciencia estaría ciega, y la ciencia sin religión estaría coja también”.

Espiritualidad, religiosidad, salud mental y covid