jueves. 28.03.2024
desarroll
  • Según los datos del CAD, el porcentaje destinado a cooperación representa un 0,14% de la RNB frente al 0,17% anunciado por el gobierno
  • La inversión en cooperación de España ha caído un 20,3% respecto a 2013
  • La tendencia en Europa es la contraria: la inversión aumentó en 2014 un 1,6% y la media de los países es un 0,42% del RNB
  • Incluso Grecia, a quien la crisis ha afectado de manera directa, aumenta un 6,3% su inversión en cooperación

Europa vuelve a situar a España frente a su propio espejo. Las cifras del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) sobre cooperación ofrecen un baño de realidad al gobierno. La imagen refleja una España que corre velozmente en dirección contraria al resto de Europa, dejando en el camino sus compromisos y retrocediendo a niveles de la década de los 80.

Batiendo records, a la cola de Europa

El empeño del gobierno en afirmar que vamos en la buena dirección choca de frente con la realidad europea. Incluso países como Irlanda o Portugal, que han sufrido rescates, y han disminuido sus fondos lo han hecho en menor medida: 4.5% y 14,9% respectivamente. De manera general la inversión en AOD aumentó en 2014 un 1,6% y los países invierten de media un 0,42% de la RNB
Nueve países aumentan sus fondos: República Checa, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Alemania, Grecia, Holanda, Suecia, Reino Unido. Luxemburgo y Suecia si sitúan incluso por encima del 1%.

Datos de la OCDE

La Coordinadora de ONG para el Desarrollo alerta sobre el gravísimo impacto que este hecho tendrá sobre la vida de miles de personas. Además, repercutirá negativamente sobre el papel que España pretende representar como actor internacional precisamente ahora que ocupa un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El caso de Grecia, con una situación similar a la española, demuestra que el cumplimiento de los compromisos con la cooperación para el desarrollo depende directamente de la voluntad política de los gobiernos y la prioridad que estos otorgan a la defensa de políticas públicas que garantizan derechos humanos. 

España, a la cola de Europa en ayuda al desarrollo