viernes. 26.04.2024

España da la espalda a los refugiados

AGNESE MARRA
Las constantes negativas, los rígidos controles fronterizos en los que no se permite a los inmigrantes explicar su situación, son algunas de las razones por las que España apenas recibe solicitudes de asilo, mientras que en el resto de los países de Europa no paran de aumentar. CEAR denuncia que las causas no tienen que ver con la crisis económica, y sí con la falta de respeto por los derechos básicos.
NUEVATRIBUNA.ES - 17.06.2010

Más de 40 millones de personas son perseguidas políticamente, amenazadas de muerte por su religión, raza, nacionalidad o por su orientación sexual. Todos ellos necesitan de asilo político, son posibles refugiados. Sin embargo, una gran mayoría no consigue la protección que solicita, son abandonados por los gobiernos de acogida y maltratados por sus propios países.

España es uno de estos países que desde hace al menos dos años ha apostado por darle la espalda a quienes han pedido ayuda. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en su último informe presenta los datos que indican cómo nuestro país suspende estrepitosamente el examen de solidaridad, y sobre todo el del respeto hacia los derechos humanos, como el derecho de asilo.

En 2009 sólo se recibieron 3.000 solicitudes, un 33,6% menos que en 2008, lo que supone la cifra más baja en los últimos 20 años. La disminución “no tiene que ver con la crisis” adelanta rápidamente Mauricio Valiente, coordinador del informe. Las causas son más complicadas y desalentadoras.

Con la excusa de la inmigración clandestina las fronteras españolas están más que cerradas para aquellos que quieran solicitar ayuda humanitaria. Las acciones del Frontex y los convenios bilaterales entre los países de origen y de tránsito han generado según Valiente “enormes cárceles donde quedan atrapados los inmigrantes económicos y los que quieren pedir asilo”.

Las consecuencias del control de fronteras son más claras en los países del sur de Europa como Italia o Grecia, los cuales también han visto como las solicitudes de asilo disminuían rápidamente. En Italia han recibido un 42% menos, en Grecia un 20%, en Turquía un 40% y en España un 33,5% menos.

Sin embargo, el número de personas que precisan de asilo político en el mundo y que lo han solicitado a los 27 de la UE ha aumentado un 10% más respecto al pasado año. Países como Bélgica, Francia, Holanda han recibido el doble de solicitudes que los países del sur de Europa.

En aceptación de solicitudes España también se queda a la cola. En 2009 sólo 179 personas obtuvieron el estatuto de refugiado, de los cuales ya 162 recibían protección complementaria, y 8 protecciones por razones humanitarias. Por otro lado, Bélgica ha reconocido 2.425 estatutos, Francia 3.910 y Suecia, 1.480.


LOS OBSTÁCULOS PARA PEDIR EL ASILO

ACNUR ha denunciado la situación de España o Italia y ha señalado que los refugiados “no tienen siquiera la oportunidad de pedir asilo porque las patrulleras los devuelven a la costa sin preguntarles si son refugiados”. Algo parecido sucede en Ceuta donde la policía entra en los centros de Estancia Temporal para Inmigrantes y lleva a cabo expulsiones colectivas sin saber quienes son posibles refugiados y quienes no.

La misma situación se encuentra en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), un espacio que debería garantizar el derecho a asilo a aquellos que lo solicitan. El informe de CEAR reconoce que una de cada cuatro personas internas tendría uno o más motivos para pedir asilo, una cifra veinte veces superior a la del número de personas que lo hacen: “Conocimos a internos que habían sufrido graves violaciones de derechos humanos y en el CIE nadie les había informado de que podían solicitar protección”, cuenta Mauricio Valiente.

El otro gran obstáculo con el que se topan actualmente ha sido impuesto por la reforma de la Ley de Asilo de noviembre de 2009. La normativa ya no permite que se soliciten procedimientos de asilo en las embajadas, lo que le complica la vida a todos los que no tienen ni medios para intentar escapar del país.

Mauricio Valiente ha aprovechado para señalar otro de los fallos de la reforma de la normativa como la disminución de las garantías del procedimiento o el aumento de plazos en los que las personas se mantienen privadas de libertad. “Las políticas públicas españolas se centran en el retorno voluntario, pero eso sólo le sirve a la inmigración económica, no a los refugiados”, recuerda Valiente, quien aprovecha la presentación de este informe para recordarle al Gobierno “la obligación de ofrecer asilo a los que lo necesiten”.

El coordinador del informe también ha querido señalar tres propuestas fundamentales que aporta CEAR para mejorar la Ley de Asilo. “Es necesario se desarrolle el reglamento, que se limiten los plazos de privación de libertad y que se no demore más de 72 horas en conocer la resolución de solicitudes, es decir si se acepta estudiarla o no”. Valiente, también apuesta por concretar el proceso de reasentamiento y mejorar los mecanismos de emergencia para el traslado de las personas más vulnerables.

ÁFRICA Y COLOMBIA, LOS MÁS NECESITADOS

Nigeria, Costa de Marfil y Colombia son los tres países con mayor porcentaje de solicitantes. De cerca les siguen los procedentes de Argelia, Guinea Conakry, R.D. Congo y Camerún. Pero en los últimos meses se han encontrado con las llamadas de socorro de casi un centenar de hondureños que sufren las consecuencias del golpe militar que se produjo hace apenas un año contra Manuel Zelaya.

Madrid, Ceuta, Barcelona, Valencia, Málaga, Las Palmas y Vizcaya, son las ciudades que reciben más solicitudes. Pero desde que se hace una petición de asilo y se acepta estudiarla hasta que se conoce la resolución, los refugiados pueden esperar hasta dos años.

El problema llega cuando después de haberse adaptado al nuevo país, haber perdido el miedo con el que vivían y haber encontrado un trabajo, de repente el ministerio de Interior les informa que su solicitud ha sido denegada. Esto les sucede muy a menudo a los colombianos.

CEAR denuncia el caso de Colombia por considerarlo “especialmente grave”, ya que muchos de los colombianos inadmitidos cuando han sido devueltos a Bogotá las autoridades les detienen para preguntarles por qué solicitaron asilo en España, poniéndoles en una situación de indefensión y peligro.

La denegación de solicitudes, incluso el hecho de que disminuyan en España o en Italia, no tiene nada que ver con al cantidad de conflictos armados que se mantienen en el mundo. El último informe de CEAR quiere hacer hincapié en América Latina, concretamente en Honduras, Perú, Ecuador y Colombia. Las migraciones forzadas alcanzan según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a más de 30 millones de personas en la región. También advierten sobre la situación de los más de cinco millones de refugiados palestinos cuya protección todavía no se ha visto asegurada.

En definitiva, CEAR con su informe de 2010, aprovecha el Día Mundial de los Refugiados – que se celebra este domingo- para dar un toque de atención a España, recordarle la situación de miles de personas que escapan a diario, y el derecho que tienen de ser protegidas. La crisis no es excusa para dejar de respetar los derechos de estos ciudadanos que incluso a veces no tienen la oportunidad de explicarse, de contar la pesadilla que llevan a sus espaldas, el miedo, la soledad.

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