jueves. 28.03.2024

En defensa de Darwin

"La evolución no es una idea, es un hecho", dice James McCarthy, presidente de la asociación estadounidense para el Avance de la Ciencia. Un mensaje que no termina de calar en EEUU donde distintos grupos religiosos llevan años intentando introducir en las aulas -con relativo éxito- el creacionismo, en paralelo a sus esfuerzos por acabar con el evolucionismo.
AGENCIAS / NUEVATRIBUNA.ES - 13.02.2009

Destacados investigadores se reunieron el jueves en Chicago, donde presentaron trabajos que muestran cómo la evolución puede percibirse en todo lo que nos rodea, desde las similitudes genéticas entre humanos y neandertales, hasta el modo en que los planetas se forman y los cuervos usan herramientas para cazar insectos.

"La evolución no es una idea, es un hecho", declaró James McCarthy, presidente de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia durante una conferencia para celebrar los trabajos de Darwin. "Es imposible negar la evolución: el desarrollo de microbios que resisten los medicamentos, insectos que resisten los pesticidas, hay muchos ejemplos en la vida cotidiana", aseguró.

Pero el mensaje no ha sido asimilado por el pueblo estadounidense. Sólo un 40% de los estadounidenses dice creer en la teoría de la evolución, según una encuestra de Gallup publicada esta semana. Sondeos realizados en la década pasada concluyeron que entre el 44 y el 47% de los estadounidenses cree que Dios creó a los humanos en su forma presente hace unos 10.000 años. "Es un problema exclusivamente estadounidense", agregó McCarthy.

La evolución no es enseñada adecuadamente en las escuelas de Estados Unidos y muchos grupos religiosos defienden la interpretación literal de la Biblia en cuanto a la creación. Una de estas organizaciones integristas, que cuenta con un Museo de la Creación de unos 27 millones de dólares en el Estado de Kentucky, donde dinosaurios animados juegan con Adán y Eva en el Jardín del Edén, organizará una conferencia gratuita este fin de semana para rebatir la evolución.

Pero hay muchos otros grupos trabajando para evitar o limitar la enseñanza de la evolución en las aulas, según aseguró Eugenie Scott, directora del Centro Nacional para la Educación Científica. "Ha habido un esfuerzo concertado de un movimiento muy bien financiado para educar al público en que la evolución supone una ciencia débil, que los científicos la están dejando, y que uno debe escoger entre evolución y religión", dijo Scott a la agencia AFP.

El amplio movimiento contra la evolución se ha desarrollado por décadas, pero llegó a la Justicia en el célebre caso de 1925 cuando un joven profesor de Biología, John Scopes, fue llevado a juicio por enseñar la teoría de la evolución en Dayton (Tennessee). No fue hasta 1968 cuando la Corte Suprema rechazó una ley del Estado de Arkansas que pretendía hacer de la enseñanza de la evolución un delito, y juzgó como inconstitucional prohibirla. Más adelante, en 1987, la Corte Suprema juzgó inconstitucional la exigencia de enseñar creacionismo en las escuelas, porque implicaría promover la religión en el sistema educativo estatal.

En la última década, se han producido varios intentos para promover la enseñanza del "diseño inteligente" como alternativa a la evolución. Los integristas aún no han logrado doblegar a los tribunales, por lo que están intentando forzar a los maestros a permitir "críticas" a la evolución.

Una ley de "libertad académica" fue aprobada en Luisiana el año pasado y otros cinco Estados estudian actualmente legislaciones similares, dijo Scott. "La última estrategia es no promover la enseñanza sincera del diseño inteligente, sino filtrarlo por la puerta trasera", afirmó. "En el rubro de la biología a eso lo llamamos adaptación: si nada más evoluciona, los creacionistas lo hacen. Siempre están inventando formas para invalidar la evolución", concluyó.

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