jueves. 28.03.2024
1936

Como uno de los primeros colectivos en reclamar la intervención de la Comisión en relación con los crímenes de lesa humanidad del franquismo, y en especial por lo que afecta a las Víctimas por el Robo de Niños en España, no podemos por menos que felicitarnos y felicitar a miles de madres que han luchado con todos los vientos en contra, en primer lugar, porque tienen todo el derecho legítimo a conocer la verdad de unos hechos que les han sido sustraídos durante lustros, poniendo en duda su interminable dolor maternal por el robo criminal de algo irreparable, el amor y los años de cercanía con sus hijos. Sabemos, y ellas son conscientes, que nada ni nadie podrá reparar nunca en su plenitud el daño sufrido.

También, es necesario que sus hijos, conozcan su verdadera identidad. La que se les negó con voluntad de permanencia y el telón de la impunidad. Muchos de ellos fueron arrancados de sus brazos y otros en el paritorio, sedando a la madre para que no pudiese resistirse. A todos ellos, a día de hoy y aunque la ley de adopción ha cambiado, se les sigue negando el derecho a conocer su identidad biológica, impidiéndoles acceder a archivos protegidos por el Estado y por la Iglesia, nuevamente en maridaje.

Emplazamos desde aquí a que, en lugar de poner en duda nuestra voluntad de llegar hasta el final, y de luchar con honestidad por ello, el Estado español y su Gobierno, como Ejecutivo responsable y representativo de éste, ahora reconvenido por NN.UU., sea capaz de poner en marcha todos los mecanismos a su alcance para cumplir estos requerimientos. No es algo nuevo ni inesperado, lo venimos reiterando desde hace años, pero ahora tenemos como legitimidad añadida: la exigencia moral de la representación máxima de los Derechos Humanos con carácter universal. Por la experiencia de las estrategias de distracción e incumplimiento de este Gobierno no confiamos ni en su diligencia ni en su eficacia. Seguiremos en nuestra lucha, también demandando de la Iglesia Católica una honesta y diligente cooperación con las Víctimas, que en este caso lo es también como obligada colaboración con la Justicia del pueblo que así lo demanda.

Emplazamiento de Naciones Unidas al Gobierno de España