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10 de diciembre de 2009, 7:07
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 10.12.2009
Los socialistas han tenido que rebajar la reforma que afectaba a las menores para poder cerrar el acuerdo con el PNV que les permitirá sacar adelante la ley en su tramitación parlamentaria. Esto significa que las menores de 16 y 17 años que quieran abortar tendrán que informar al menos a uno de sus padres o tutores legales, salvo que puedan alegar fundadamente que dicha comunicación pueda suponerles "un peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos o se produzca una situación de desarraigo o desamparo".
Sólo queda por ver cómo lo harán, aspecto que podría terminar de cerrarse horas antes de que comience la Comisión de Igualdad. Fuentes socialistas han asegurado que "habrá excepciones" a la regla general, habida cuenta de que hay casos en los que el consentimiento de uno de los padres o del tutor legal puede suponer un problema para la joven que desee interrumpir su embarazo. Aseguran, además, que todos los grupos están de acuerdo en que lo que debe prevalecer es el consentimiento de la mujer que ha decidido someterse a un aborto.
Éste y otros escollos de la ley se negociaban hasta última hora de ayer entre el PSOE, PNV y los grupos de izquierda. Hoy el texto llega a la Comisión de Igualdad, donde se deberá empezar a cerrar la redacción definitiva para que esté lista para el Pleno de la semana que viene. Se espera que la nueva Ley del Aborto sea una realidad este mismo mes. O al menos ésa es la intención del PSOE, que ya ha anunciado que la llevará al Pleno del Congreso de los Diputados el próximo jueves 17 de diciembre para que, una semana después, pueda ser remitida al Senado. Antes deberá cerrar los escollos que giran en torno a esta ley en la Comisión de Igualdad que arranca hoy y donde se negociarán las enmiendas parciales presentadas por los diferentes grupos parlamentarios.
OBJECIÓN Y FORMACIÓN
Por otra parte, en la exposición de motivos se recogerá el reconocimiento expreso del derecho a ejercer la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios directamente implicados en la interrupción voluntaria del embarazo. De esta forma, se congratula el PNV, el ejercicio de la objeción de conciencia, no podrá suponer un menoscabo del acceso y la calidad asistencial de la práctica del aborto.
El PNV también ha subrayado que, en virtud de su pacto con el PSOE, se evitarán "las invasiones competenciales" en las que, desde su punto de vista incurría el texto del Gobierno. Con este objetivo se modificará la redacción de varios artículos para que respeten las competencias sanitarias transferidas a las comunidades autónomas.
Además, los nacionalistas vascos consideran "muy importante" que el proyecto de ley recoja textualmente la petición formulada desde del PNV "para la incorporación de la formación en salud sexual y reproductiva al sistema educativo en el marco de la formación en valores, con una visión de la sexualidad en términos de igualdad y corresponsabilidad entre hombres y mujeres".
Los socialistas han tenido que rebajar la reforma que afectaba a las menores para poder cerrar el acuerdo con el PNV que les permitirá sacar adelante la ley en su tramitación parlamentaria. Esto significa que las menores de 16 y 17 años que quieran abortar tendrán que informar al menos a uno de sus padres o tutores legales, salvo que puedan alegar fundadamente que dicha comunicación pueda suponerles "un peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos o se produzca una situación de desarraigo o desamparo".
Sólo queda por ver cómo lo harán, aspecto que podría terminar de cerrarse horas antes de que comience la Comisión de Igualdad. Fuentes socialistas han asegurado que "habrá excepciones" a la regla general, habida cuenta de que hay casos en los que el consentimiento de uno de los padres o del tutor legal puede suponer un problema para la joven que desee interrumpir su embarazo. Aseguran, además, que todos los grupos están de acuerdo en que lo que debe prevalecer es el consentimiento de la mujer que ha decidido someterse a un aborto.
Éste y otros escollos de la ley se negociaban hasta última hora de ayer entre el PSOE, PNV y los grupos de izquierda. Hoy el texto llega a la Comisión de Igualdad, donde se deberá empezar a cerrar la redacción definitiva para que esté lista para el Pleno de la semana que viene. Se espera que la nueva Ley del Aborto sea una realidad este mismo mes. O al menos ésa es la intención del PSOE, que ya ha anunciado que la llevará al Pleno del Congreso de los Diputados el próximo jueves 17 de diciembre para que, una semana después, pueda ser remitida al Senado. Antes deberá cerrar los escollos que giran en torno a esta ley en la Comisión de Igualdad que arranca hoy y donde se negociarán las enmiendas parciales presentadas por los diferentes grupos parlamentarios.
OBJECIÓN Y FORMACIÓN
Por otra parte, en la exposición de motivos se recogerá el reconocimiento expreso del derecho a ejercer la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios directamente implicados en la interrupción voluntaria del embarazo. De esta forma, se congratula el PNV, el ejercicio de la objeción de conciencia, no podrá suponer un menoscabo del acceso y la calidad asistencial de la práctica del aborto.
El PNV también ha subrayado que, en virtud de su pacto con el PSOE, se evitarán "las invasiones competenciales" en las que, desde su punto de vista incurría el texto del Gobierno. Con este objetivo se modificará la redacción de varios artículos para que respeten las competencias sanitarias transferidas a las comunidades autónomas.
Además, los nacionalistas vascos consideran "muy importante" que el proyecto de ley recoja textualmente la petición formulada desde del PNV "para la incorporación de la formación en salud sexual y reproductiva al sistema educativo en el marco de la formación en valores, con una visión de la sexualidad en términos de igualdad y corresponsabilidad entre hombres y mujeres".
