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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 9.4.2010

En un repentino cambio de rumbo en su manejo de la crisis en la Iglesia Católica, el papa Benedicto XVI ha pedido a las diócesis de todo el mundo que colaboren con la policía para investigar casos de pederastia. Además, el Pontífice ha dicho a través de un comunicado que está dispuesto a mantener nuevos encuentros con víctimas de abusos sexuales por parte de curas católicos. El Papa ya se ha reunido con víctimas de pederastia tanto en el Vaticano como en visitas a Estados Unidos y Australia.

Este último comunicado del Vaticano ha sido difundido tras el escándalo de un obispo en Noruega que admitió haber abusado de un niño hace 20 años. Este viernes se ha sabido que Roma le ordenó a la diócesis noruega difundir el caso de abuso.

El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha admitido este viernes por la radio del Vaticano que la Iglesia ha perdido credibilidad y ha señalado que, para recuperarla, las leyes eclesiásticas deben dejar de estar por encima de las civiles. Lombardi también ha dicho que debe informarse a la policía sobre los casos de abuso, lo que viene a ser un reconocimiento de que la larga tradición de secretismo del Vaticano sobre este tema debe terminar.

La Iglesia Católica se ha visto atacada, recientemente, por su responsabilidad en el manejo de denuncias de pederastia en contra de sacerdotes desde varios flancos. A denuncias de Irlanda se sumaron casos en Estados Unidos, Alemania y Suiza, entre otros países.

"En el contexto de la atención a las víctimas, el Papa ha escrito que está dispuesto a nuevos encuentros con ellas, involucrándose en el camino de toda la comunidad eclesiástica. Pero es un camino que para alcanzar efectos profundos tiene que desarrollarse aun más en el respeto a las personas y en la búsqueda de la paz", ha excplicado el portavoz vaticano. Además, ha asegurado que son necesarios "el rigor y la transparencia" y que hace falta "la colaboración con las autoridades civiles en lo que respecta a sus competencias judiciales y penales".

El mes pasado, Benedicto XVI pidió disculpas a las víctimas de décadas de abuso sexual y maltrato por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica en Irlanda. En la carta admitía "graves errores" por parte de los obispos irlandeses al responder a las acusaciones. Sin embargo, el Vaticano ha intentado hasta ahora restar importancia a la crisis y acusar a los medios de comunicación de exagerar el problema.

Muchos obispos han mostrado apoyo al Papa y sus políticas hacia a los sacerdotes pedófilos aunque hay otros que piden abiertamente más humildad y transparencia a la Iglesia.

El Papa da un golpe de timón y pide ahora que se colabore con la policía