miércoles. 24.04.2024

El Papa admite que el caso del fundador de los Legionarios de Cristo fue encubierto

Maciel, sobre el que pesan graves acusaciones de abuso sexual contra menores de edad o de fraude y la extorsión, fue retirado del sacerdocio por el Vaticano años después de que saltaran las primeras denuncias. En febrero de este año, los Legionarios se desvincularon de su fundador.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 23.11.2010

El Papa considera al fundador de los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, condenado por abusos sexuales a seminaristas, un "falso profeta" y reconoce que "por desgracia" el caso fue afrontado "con mucha lentitud y retraso", debido a que "estaba muy bien cubierto".

Así lo afirma en el libro-entrevista "La luz del mundo", del escritor alemán Peter Seewald, presentado hoy en el Vaticano, en el que el Pontífice manifiesta que la vida de Maciel (1920-2008) fue "aventurera, derrochada y extraviada". "Lamentablemente hemos llegado con mucha lentitud y atraso a abordar ese caso, que de alguna manera estaba muy oculto", dice el Papa y asegura que para él Maciel sigue siendo una figura enigmática.

"Por una parte, una vida que se encuentra fuera de la moralidad, una vida de aventuras, disipada, extraviada, y por otra parte, vemos el dinamismo y la fuerza con la que construyó la comunidad de los Legionarios", afirma. Benedicto XVI recuerda que ordenó una inspección de los Legionarios de Cristo y subraya que, aunque "naturalmente" hay que hacer "correcciones", en término general los legionarios son una comunidad sana, con personas jóvenes que quieren servir con entusiasmo a la fe. Por ello, agrega, "no se debe destruir ese entusiasmo" por los errores de "un falso profeta". Según el Papa, hay que darle a esos jóvenes un "nuevo aliento, una estructura nueva para que no caigan en el vacío".

Por otra parte, Benedicto XVI declara en el libro que “si física, psíquica y espiritualmente el Papa no se siente capaz de desempeñar su tarea, entonces tiene el derecho, y bajo determinadas circunstancias también la obligación, de renunciar”. Esta predisposición del pontífice a renunciar en determinadas circunstancias es una nueva sorpresa del libro, en el que también admite que en determinados supuestos -como en el caso de la prostitución- puede aceptarse el uso del condón, como barrera para la transmisión de enfermedades como el sida, a pesar de que hasta ahora se había dedicado a demonizarlo.

Junto a esta aseveración, que trascendió antes de la publicación del libro, hay otra que echa por tierra el dogma de la infalibilidad papal, cuando dice que el Papa también se equivoca.

Por lo que respecta a España, Benedicto XVI insiste en que es un país "de contrastes dramáticos" y cita, como ejemplo de ese fenómeno, el actual contraste "entre el secularismo radical y una fe convencida" o como entre la República española en los años 30 y el régimen de Franco.

El Papa admite que el caso del fundador de los Legionarios de Cristo fue encubierto