El simbólico Reloj del Fin del Mundo calculado por un grupo de científicos fue adelantado un minuto, después de que el grupo citara progresos inadecuados en la reducción de las armas nucleares y el cambio climático.
"Hace dos años, parecía que los líderes mundiales podrían actuar ante la verdadera amenaza global a la que nos enfrentamos. En muchos casos, esta tendencia no ha continuado o se ha invertido"
El Boletín es una publicación fundada en 1945 por científicos de la Universidad de Chicago que habían ayudado a desarrollar las primeras armas atómicas en el Proyecto Manhattan. Dos años después crearon el Reloj del Fin del Mundo para simbolizar lo cerca que la humanidad estaba de la auto-aniquilación, con una hora inicial de siete minutos para la medianoche.
Inicialmente el reloj se centró en la guerra nuclear, pero se ha ampliado en los últimos años a medida que los científicos, que incluyen una serie de premios Nobel, añadían otros riesgos para la humanidad.
Los científicos dijeron que los líderes del mundo han fracasado a la hora de mantener los avances hacia el desarme nuclear que retrasaron las manecillas del reloj hace dos años.
Además, el principal gran desafío ahora era un clima más cálido que amenaza con traer sequías, hambruna, escasez de agua y una subida del nivel de los mares, dijo Allison Macfarlane, una profesora asociada de la Universidad George Mason, cerca de Washington, que preside el comité de grupo que ayuda a ajustar el reloj .
"La comunidad mundial puede estar cerca de un punto de no retorno en los esfuerzos para evitar catástrofes por cambios en la atmósfera de la Tierra", dijo Macfarlane en un comunicado.
La última vez que el grupo movió las manecillas cerca de la medianoche fue en 2007, en dos minutos, debido a un ensayo de armas nucleares de Corea del Norte, las ambiciones nucleares iraníes y un nuevo énfasis de Estados Unidos en ese momento en la utilidad militar de las armas nucleares.
Lo más cerca que el reloj ha estado jamás de la medianoche fue en 1953, año de la primera prueba de una bomba de hidrógeno por parte de Estados Unidos.
