viernes. 19.04.2024

El 'Día de la Tierra', en permanente lucha contra el cambio climático

El 22 de abril de 1970 más de 20 millones de americanos se movilizaron para aumentar la escasa conciencia sobre la fragilidad del planeta. Cuarenta años después el movimiento ecologista vuelve a hacer un llamamiento global para que los gobiernos asuman una responsabilidad ineludible.
NUEVATRIBUNA.ES 22.04.2010

Bautizado por el senador estadounidense Gaylord Nelson con el nombre de ‘Día de la Tierra’ (Earth Day), el 22 de abril lleva siendo desde hace 40 años una de las fechas más significadas del movimiento ecologista. Un día como hoy la sociedad civil norteamericana se echó a la calle para reivindicar una mayor toma de conciencia sobre los problemas del planeta y la contaminación lo que desembocó en la creación de la Agencia de Protección Ambiental en EEUU en la que participaron 2.000 universidades, 10.000 escuelas y que derivó en la creación de la Environmental Protection Agency y en varias leyes de protección del Medio Ambiente. Dos años después se celebró en Estocolmo la primera cumbre mundial sobre medio ambiente; sin embargo, las recomendaciones emanadas de esa cita se quedaron en papel mojado ya que tras cuatro décadas no se han traducido en acciones significativas por parte de los gobiernos.

Desde 1970, todos los 22 de abril, organizaciones ecologistas, sindicales y políticas, plataformas ciudadanas, etc., se han sumado a las celebraciones del Earth Day, un aniversario que a día de hoy ha adquirido mayor importancia si cabe por la falta de voluntad política para abordar los graves problemas que está generando el cambio climático. Desde la ONG, Ecologistas en Acción, su responsable Pablo Cotarelo, explica que la razón por la que este año se ha decidido dedicar el Día de la Tierra al cambio climático es porque éste se ha convertido “en el problema ambiental más importante del planeta” con una urgencia aún mayor por el “fracaso de Copenhague” y la “parálisis” de las políticas encaminadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, particularmente de CO2.

REDUCCIÓN DE EMISIONES

Este es precisamente el principal pilar de las reivindicaciones, la reducción de este tipo de gases a un 40% para 2020 y de un 80% para 2050 con respecto a los niveles de 1990. Cotarelo apunta asimismo otro de los ejes que centrarán las movilizaciones: las transferencias de recursos económicos de los países desarrollados a los más pobres para que puedan adaptarse a los cambios necesarios que pongan freno al cambio climático. Las ONG calculan en 100.000 millones de euros el monto total de dichas transferencias para el periodo que va de 2012 a 2020.

La transferencia de fondos y tecnología limpia al hemisferio sur del planeta adquiere una mayor relevancia por la necesidad de que los países en vías de desarrollo puedan apostar por una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles. Las organizaciones ecologistas recuerdan que aunque no son las responsables del problema, las regiones más pobres “son las primeras en sufrir los terribles impactos de un clima desestabilizado”: subida del nivel del mar; acceso a agua potable; fertilidad de los suelos; acceso a tecnología punta para generar energías renovables no contaminantes que sustituyan paulatinamente a otras fuentes energéticas como la nuclear.

El aumento de temperatura del planeta que podría superar –según las estimaciones científicas- los 3,5 grados centígrados de media global en las próximas décadas es uno de los principales riesgos a los que se enfrenta el planeta tierra. Ello hace más acuciante la toma de decisiones vinculantes surgidas de un amplio acuerdo mundial que se resiste a concretarse. En este sentido, las expectativas puestas por las ONG en la próxima cumbre que se celebrará a final de año en Cancún (México) son muchas. “Hay que acelerar los plazos”, insiste Cotarelo que subraya que el aumento de la temperatura “crea desequilibrios” entre regiones. En África –pone como ejemplo- “la disminución de recursos de agua provoca movimientos migratorios importantes” llevando a la población a “una lucha encarnizada”. En el sureste asiático, la subida del nivel del mar podría hacer desaparecer a varias islas del Pacífico; o los fenómenos meteorológicos también suponen “un problema acuciante”.

”EL CLIMA EN CRISIS”

La subida de la temperatura y del nivel de los océanos; el deshielo de las masas polares y de los glaciares; la desertificación y aumento de los fenómenos meteorológicos extremos hacen que cada día sean más visibles los impactos que ocasionan en muchas de las especies animales; sin contar con el alto riesgo de empobrecimiento de la flora, denuncia el movimiento ecologista.

La actual crisis económica mundial también ha puesto de manifiesto la urgencia por cambiar el modelo de desarrollo, productivo, de distribución y de consumo. Sustituir algunas actividades económicas, las de alto impacto ambiental y potenciar políticas de empleo ‘verde’ forman parte también de las reivindicaciones hechas por las ONG.

Aunque ha mejorado la conciencia medioambiental en todo el mundo cuarenta años después de ese primer Earth Day, los gobiernos siguen exhibiendo mucha “tibieza” a la hora de tomar decisiones. La celebración del ‘Día de la Tierra’ “tiene que espolear a los que toman decisiones políticas a llevar a cabo estrategias y decisiones mucho más ambiciosas”, dice Cotarelo. En similares términos se pronuncia la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Aída Vila, para la que este 22 de abril debe ser “una oportunidad” para retomar el debate y “recordar a los políticos que tienen que aumentar su grado de ambición y retomar las negociaciones para alcanzar un acuerdo justo y legalmente vinculante” en la cita de Cancún. “En los últimos años, esto ha cambiado mucho, pero a nivel de lucha política no contamos con un instrumento que permita decir que vamos a detener el cambio climático”, añade Vila.

En lo que respecta a España, las ONG tampoco dan un aprobado a las políticas medioambientales llevadas a cabo por el Gobierno socialista. “No ha habido un empuje, una iniciativa clara”, destaca Cotarelo, que denuncia los intereses “muy potentes” que están detrás del “freno a las políticas de cambio climático”, así como el “lastre” que supone la alta producción y consumo en Europa y en el resto de los países desarrollados.

Ecologistas en Acción celebró este jueves un acto frente al Ministerio de Medio Ambiente en el que se desplegó una pancarta con el lema El clima en crisis. Las movilizaciones se sucedieron en distintas ciudades de España y el sábado, día 24, se ha convocado una manifestación en Madrid a las 12:00 horas que irá desde la Plaza de Jacinto Benavente hasta la Plaza del Museo de Arte Reina Sofía para reivindicar estas cuestiones bajo el lema 'Cambia de vida, no de clima'.

El 'Día de la Tierra', en permanente lucha contra el cambio climático