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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 5.6.2009

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado este viernes el visto bueno a la renovación de la autorización de explotación de la central nuclear Santa María de Garoña (Burgos) para los próximos 10 años, si bien ha impuesto varias condiciones.

Fuentes conocedoras del informe, que ha sido filtrado antes de que el propio CSN lo presente públicamente el próximo lunes, apuntan que los consejeros del CSN aprobaron por unanimidad este documento. Dichas fuentes afirman que las condiciones impuestas implican "cambios importantes" y una obra que requerirá "mucho tiempo", aunque son asumibles para las compañías propietarias de la central (Endesa e Iberdrola), que ya eran conscientes de la necesidad de estos cambios.

El informe requiere a la central que renueve "muchos kilómetros" de cableado eléctrico, algunos soterrados, así como medidas para la purificación de la atmósfera de la sala de control que aseguren la integridad de los trabajadores en caso de accidente. Para poder llevar a cabo estas modificaciones será necesario aprovechar las paradas que el reactor realiza cada 18 meses para el cambio de combustible. Tras la efectuada en 2009 las próximas serán en 2011 y 2013. No obstante, para realizar algunas de estas adaptaciones no será necesaria la parada del reactor, sino que podrán llevarse a cabo de modo controlado.

REACCIONES AL INFORME

El secretario de Medio Ambiente del PSOE, Hugo Morán, destaca que la "decisión final" sobre la renovación o no de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) corresponde al Gobierno. Morán recuerda que el informe es preceptivo, pero también vinculante en caso de ser negativo. Así, si el documento entregado por el Pleno del CSN al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio es favorable a la renovación de la licencia, "entran en juego el resto de valoraciones, como las razones medioambientales, económicas o sociales, antes de tomar una decisión ponderada".

La decisión del Ejecutivo, dice, deberá tener en cuenta "el compromiso socialista de ir al cierre de las centrales nucleares españolas a final de su vida últil" e incidió en la "propuesta muy clara" presentada por la secretaría de Medio Ambiente del PSOE y de la Fundación Ideas, para las cuales una central nuclear deja de ser "útil" cuando hay "otra energía más segura y disponible en el mercado sin poner en riesgo el sistema". "Lo que es evidente, es que el sistema energético español está en condiciones de asumir el cierre de Garoña", asegura y confía en las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien indicó durante el Debate sobre el Estado de la Nación, que "cumpliría el compromiso que tiene con los ciudadanos", porque el Gobierno "tiene la obligación de hacer suyo el contrato que asumió con los ciudadanos en las últimas elecciones generales".

El coordinador de Izquierda Unida en Castilla y León, José María González, manifestó su disgusto por la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear que apoya que la central de Santa María de Garoña esté abierta otros diez años más, y criticó que se haya "dilatado" la decisión hasta la tarde de este viernes, después de la celebración del Consejo de Ministros, con lo que "el Gobierno evitará pronunciarse antes de las elecciones".

En declaraciones a la Agencia ICAL, González reconoció que la decisión del consejo no le sorprende, "porque así nos lo estábamos temiendo por las dilaciones de los últimos tiempos" en su pronunciamiento y "también por la campaña de presión mediática que han llevado a cabo las administraciones y todas las organizaciones que tienen intereses" en la continuidad de Garoña.

Asimismo, el coordinador de la coalición manifestó que a IU "le duele que el Gobierno no salga a los medios diciendo que ese es el informe, sí, pero que mantiene el cierre de la central, como prometió en su programa electoral", por lo que insistió en que el retraso en la publicación de ese informe perseguía "que el Gobierno no se pronunciara antes de las elecciones del domingo".

Comisiones Obreras (CCOO) recibió con "cautela" el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y recordó que la decisión la tiene que tomar ahora el Gobierno. El secretario de Energía de la Federación de Industria del sindicato, José María Antuña, afirmó que, tras el informe técnico positivo del CSN, "ahora debe ser el Gobierno quien tome la decisión política".

Por esta razón, Antuña subrayó que mantendrán la prudencia "hasta que el Gobierno se pronuncie". Además, apuntó que el sindicato todavía está debatiendo cuál será su postura sobre la energía nuclear. No obstante, apuntó que la prioridad de la política energética debe ser "la garantía de suministro para todo el mundo y a un precio asequible".

El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, aseguró hoy que la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de prorrogar diez años más la actividad en la central nuclear de Santa María Garoña era previsible "porque la seguridad está garantizada las 24 horas". Además, vio con buenos ojos las recomendaciones para su adaptación a las normativas actuales, "algo que lleva haciendo durante los 40 años de vida". "Era una noticia esperada y deseada y estaba claro que la actividad tenía que continuar", dijo.

Aunque consideró que las formas de conocer el informe no han sido las más oportunas, por no ser un portavoz del CSN quien informara sobre el documento, calificó la decisión de la institución nuclear como "buena noticia para España, Castilla y León y para la comarca de Miranda de Ebro", donde reside el 99,9 por ciento de los trabajadores de la central.

De Santiago-Juárez esperaba incluso que la prórroga fuera de una década y no de menos: "El sentido común ya lo decía. Es una central controlada gracias a inversiones millonarias de las empresas gestoras y es seguro todo el día". El consejero rechazó las tesis de aquellos que consideran que la vida útil de una nuclear ronda los 40 años ya que, según dijo, la mitad de las centrales de Estados Unidos tiene más de 60 años.

Por otro lado, aprovechó para criticar a los socialistas de la Comunidad y más concretamente a su secretario regional, Óscar López, de quien dijo "no tener coraje, criterio político y personalidad", por no postularse antes de la celebración de los comicios europeos, "esperando órdenes de Ferraz".

Muy críticas con la decisión del CSN han sido las organizaciones ecologistas.

El responsable del programa antinuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, considera una "vergüenza" la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de avalar la continuidad de Garoña, cuando España "podría cerrar tres de estas centrales sin tener problemas de suministro". Bravo denuncia que el dictamen favorable del CSN "es una vergüenza", porque "minimiza" problemas de seguridad que aquejan a estas instalaciones, aunque considera que "era obvio que iba a decir que sí".

No obstante, recuerda que este informe no es vinculante, por lo que insta al Ejecutivo "a tomar una decisión en virtud de sus compromisos electorales". "No les queda otra que cerrarla", opina este ecologista. Greenpeace asegura que el cierre de esta central supondría "un coste cero" al país, ya que está "totalmente amortizada".

Según datos de la ONG, su contribución energética supuso en 2007 un 1,28% del total, cifra que considera que estuvo "sobradamente" compensada por lo que aportaron ese mismo año las energías renovables (sobre el 23% del total de la electricidad generada). "Podríamos cerrar hasta tres Garoñas sin que el país notara problemas de suministro", subraya Bravo.

Por otra parte, los ecologistas se quejan de que el lobby nuclear ha estado desarrollando una "campaña de mentiras" para "desinformar" a la ciudadanía, crear alarma social y "hacer presión" al Gobierno para que no cierre estas instalaciones.

Ecologistas en Acción y WWF critican la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de avalar la continuidad de la central nuclear de Garoña, a la que consideran "amortizada desde hace años" y peligrosa por la "degradación que acumulan" sus instalaciones.

Esta ONG se queja de la "degradación acumulada" de esta central, que en julio cumplirá 38 años de funcionamiento, y advierte de que "su continuidad podría dar lugar a un accidente severo si concurren un par de fallos simultáneos en sistemas de seguridad clave", subraya la organización. El principal problema que afecta a la central es la "corrosión" del propio núcleo y del circuito primario de refrigeración, según afirma. Según datos de estas organizaciones, sólo en lo que va de año las instalaciones de la central de Garoña han sufrido nueve incidentes.

WWF considera que las nucleares "no son tan fiables" como "quiere hacer creer" el sector eléctrico, y apunta que las ocho centrales españolas "no consiguen funcionar nunca al mismo tiempo", lo que "encarece la electricidad y aumenta las emisiones de CO2" porque su "déficit" de generación tiene que ser reemplazado por centrales de ciclo combinado que queman gas.

"La apuesta del Gobierno por la economía sostenible tiene que pasar por un abandono paulatino de los sistemas energéticos con graves impactos sobre el medio ambiente y la salud humana. La radioactividad generada en las centrales nucleares y sus residuos son incompatibles con los seres vivos", concluye Heikki Willstedt, experto de WWF en Energía y Cambio Climático.

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