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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 5.11.2010

La sonda pasó a tan sólo 700 kilómetros del cometa, distancia que le está permitiendo investigar de cerca las características de este cuerpo. A pesar de su tamaño relativamente pequeño (mide unos 2.2 kilómetros de largo), el Hartley 2 tiene una gran actividad. La misión se denomina EPOXI (Extrasolar Planet Observation and Deep Impact Extended Investigation).

Según informó la NASA, con una velocidad de unos 44 mil kilómetros por hora, la sonda atravesó la nube de gas y polvo de la atmósfera que envuelve al núcleo del cometa, llamada coma. Apenas media hora después del encuentro, a las 14:00 GTM, llegaban las primeras fotografías a una distancia tan cercana. La nave seguirá trabajando y tomando imágenes durante los próximos días.

“En las fotos se aprecian numerosos chorros, seguramente de dióxido de carbono, tanto en la zona expuesta al Sol en cada momento, como en la sombra y en los bordes de transición. Hay puntos del cometa increíblemente ricos en hielo seco (CO2)”, refirió Michael A’Hearn, jefe científico de la misión.

Los investigadores esperan que Deep Impact revele información tan valiosa como la que recabó en julio de 2005, cuando un proyectil lanzado desde la nave se estrelló contra el cometa Tempel 1. El proyectil impactó a una velocidad de unos 37 mil kilómetros por hora, provocando un gran cráter en su superficie. En aquella ocasión, el análisis de los datos transmitidos por la sonda determinó la existencia de, al menos, tres sectores con hielo en su cuerpo sólido o núcleo, según un artículo que se publicó en Science.

El corazón del cometa