jueves. 28.03.2024
ANTE LAS MEDIDAS 'ANTIVANDALISMO'

PSC e ICV-EUiA insinúan que el consejero de Interior catalán alienta disturbios en manifestaciones

"Parece que se incentive que haya protestas ante la cumbre que se hará en la ciudad", ha insistido el socialista Jordi Martí, quien ha dicho que la convocatoria podría haber pasado desapercibida, y ha vaticinado que, de ser así, se desarrollaría con toda normalidad.

"Ha habido en algún momento alguna actitud política que parecía incentivarlo"

El líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, y su homólogo de ICV-EUiA, Ricard Gomà, han insinuado que el consejero de Interior, Felip Puig, alienta a nuevos disturbios en próximas citas como la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del 3 de mayo.

Al preguntársele en rueda de prensa por las últimas medidas antivandalismo anunciadas por Puig y el alcalde, Xavier Trias, Martí ha afirmado que "ha habido en algún momento alguna actitud política que parecía incentivarlo".

Al insistírsele sobre si es Puig quien incita, ha afirmado que lo hace dando el calendario de los eventos -"no sé si nos irá dando el calendario de cada mes", ha dicho-, si bien después ha matizado que "seguramente no se hace con voluntad de incentivar; se va con improvisación".

A preguntas de los medios, Gomà ha censurado las medidas antivandálicas por no aportar ningún elemento positivo de serenidad a la gestión de próximas manifestaciones, por lo que cree que van en la línea del "verdadero desastre" de todos los dispositivos diseñados por Puig hasta ahora.

Las afirmaciones de Martí y Gomà han tenido la respuesta del líder del PP, Alberto Fernández Díaz, quien ha dicho que "un consejero nunca incita a la violencia, sino que quien la incita es quien la practica, que son los grupos radicales".

Se "pretende generar un imaginario colectivo de sospecha generalizada que pueda abrir una vía a la demagogia y populismo punitivo"

DISPARIDAD SOBRE LAS CÁMARAS

El popular ha apoyado las medidas de Puig y Trias, y ha dicho que las cámaras sería una medida "positiva y complementaria", preguntándose si los mossos también llevarán, pero cree que debe haber un plan B por si los violentos se trasladan a otros lugares de la ciudad.

También ha dicho que cambiar recorridos de manifestaciones es una medida con sentido práctico que "no afecta de ninguna de las maneras el derecho fundamental a manifestarse"; en todo caso, ha defendido que la medida principal debe ser una policía bien organizada para evitar la violencia.

No lo ven así el resto de la oposición: Martí considera que el dispositivo del 29M estuvo "mal planteado y no se previeron los riesgos", y que los responsables de Seguridad improvisan las medidas que van anunciando.

Gomà ha rechazado las videocámaras al asegurar que nunca ningún estudio ha justificado su uso sistemático e indiscriminado en ninguna ciudad, y ha dicho que se "pretende generar un imaginario colectivo de sospecha generalizada que pueda abrir una vía a la demagogia y populismo punitivo".

Así, cree que su uso pondría a los derechos sociales en riesgo de vulneración y recortes, del mismo modo que lo hace, a su juicio, la modificación del recorrido de las manifestaciones, que no ve justificable porque "este derecho se debe notificar pero no necesita autorización previa", y ha concluido que Trias se pone a remolque de la lógica de Puig.

LA JUSTIFICACIÓN DE UpB

El líder de UpB, Jordi Portabella (ERC), ha afirmado a los medios que las cámaras deben servir para resolver problemas específicos pero no para un uso masivo: "No hay argumento económico ni de eficiencia, y sí de repercusión en la restricción de libertades individuales".

Ha recordado que un estudio del Scotland Yard demostró que las detenciones que se pueden hacer a partir de las cámaras son prácticamente nulas y están por debajo de la eficacia de un agente, y como el socialista Martí, ha criticado las restricciones para convocar plazas de nuevos agentes.

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