sábado. 20.04.2024
LOS RELOJES SE RETRASARÁN UNA HORA EL DOMINGO

El cambio de hora supone un ahorro de 300 millones de euros

A las 3:00 de la madrugada serán las 2:00. La medida se aplica en cumplimiento de una directiva europea que no solo favorece el ahorro sino que tiene impactos positivos en otros sectores. 

El cambio de hora tiene impactos positivos en el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio

La madrugada del próximo domingo, 30 de octubre, finaliza el horario de verano establecido en todos los países miembros de la Unión Europea, por lo que los relojes deberán retrasarse una hora (a las 03.00 h serán las 02.00 h), en cumplimiento de la directiva comunitaria que rige el denominado “cambio de hora”.

El “cambio de hora” comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años y tiene carácter indefinido. 

El carácter indefinido de la aplicación del cambio de hora se ha adoptado por entenderse que “el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo”.

La Novena Directiva -de obligado cumplimiento para todos los países de la Unión Europea- establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la “hora de verano” (en el que adelantamos el reloj una hora) y su finalización (cuando, como ahora, retrasamos el reloj una hora), produciéndose el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente.

Es decir, la Novena Directiva ha sido dictada con vocación de permanencia, de modo que todos los ciudadanos e instituciones, públicas y privadas de la Unión conozcan anticipadamente las fechas del cambio horario anual y planificar su actividad sin necesidad de esperar ninguna norma futura.

La aprobación de la Novena Directiva, que viene a consagrar la medida del cambio, está avalada por las conclusiones de un estudio sobre su alcance y efectos realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999.

Tras analizar exhaustivamente las repercusiones de la medida, el estudio concluye que tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el potencial de ahorro en iluminación en nuestro país, por el cambio de hora, durante los meses en los que éste ha tenido efecto, puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.

De esa cantidad, 90 millones corresponderían al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar; mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del sector terciario y en la industria.

El cambio de hora supone un ahorro de 300 millones de euros