jueves. 25.04.2024

 ¿De donde salen tantos nazarenos? 

Ateazo gracias a dios y a Luis Buñuel y que he recitado otros años anteriores “Quién me presta una escalera / para subir al madero / pa tocarle los cojones a Jesús el Nazareno”...hoy suspiro ansioso por participar ferviente en esa manifestación amontonándome en el puente de Triana sobre el Guadalquivir.

Hay que joderse pa no caerse !!!

Mis cifras fueron siempre limitadas. No en vano aprendí a sumar con la Jota de la Aritmética que dice así:  "Te eche un polvo en la escalera / y otro en el escalerón / tres o cuatro en la cocina / dime maña cuántos son".   Por eso nunca alcanzo a comprender cantidades enormes.  No entiendo, pues, el número de personas y cosas que procesionan en la Semana Santa.

Tengo un amigo estadístico que tiene contadas las del siglo actual; son exactamente 14 millones de personas sin contar mirones, llueva o truene y año tras año, repartidas en 1409 procesiones.  Su perversión profesional sólo le permite saber eso.  De la salud mental de esos millones y mirones no me dice nada, aunque desliza un vocablo: cretinos.   

Otro amigote ha contado bombos, nazarenos, tambores, trompetas, clarines, mazos, penitentes, palillos, sables, espinas, cruces, capirotes, sayales, apoyos, mantillas, peinetas, latigazos, roquetes, tricornios, sandalias, guantes, gafas, mitras, misales, lloros, puñales, saetas, cantamañanas, dedos, latigazos, marías, sotanas, soflamas, concejales, sogas, corazones, birretes, romanos, sangre, vírgenes, cadenas, bujarras, grilletes, garbanzos, cilicios, apóstoles, carteristas, caballos, sábanas, lauras, judíos, cazalla, pipas, banderas, balcones, manolas, pijos, cristos, silencios, madres, Calanda, Sevilla, Zamora, Sevilla, Murcia, Sevilla, Valladolid, Sevilla, Málaga, Sevilla, Madrid,...Las cantidades que me ofreció fueron tales que, abrumado por el número, cedí la razón.

Preguntados de dónde salen tantas personas y cosas, dejaron a mi perspicacia la solución a ese misterio. Hoy pongo a vuestra disposición mis conclusiones.  

Hice una investigación similar para resolver el enigma de los 14 millones de taxistas madrileños que veranean en cierta playa de Valencia y que conocí en un día de infortunio. Venían clandestinos desde la provincia de Chan-Pu-Qué hasta Madrid donde les operaban de los ojos y les insertaban un chip con la COPE.   El suministro de pantalonetas, riñoneras, chanclas y camisetas con lamparones daba paso a elegir entre el ozono-pino y el varón dandy sobre sucio.  Tras su puesta a punto partían al Levante pasando por Arganda para el primer trago de vinarro y/o sangría.

Ese trasiego humano se repite en Semana Santa y para todas las Españas.    De la misma provincia de Oriente se acercan a Alabama (USA) donde se ahorran la operación de los ojos; el capirote del Ku Kus Klan cubre la cara completa.  El sayal de trapillo, las cruces de formica o conglomerado y los tambores de todo a cien hacen rentable la inversión.   Un curso acelerado de español con tres palabras básicas (guapa, ele, vamo pa ya) los convierte en nazarenos; a los más torpes con el idioma los destinan a las procesiones del silencio.   Cruzan como pueden la mar océana y se reparten por el solar ibérico para dar la tabarra.   

Queda por saber el número de mirones, aunque mi ansiedad siempre los multiplica.

José Luis Casaus | El Bombardero de Detroit | Abril 2022

P.D.   Añoro las procesiones que cierto alcalde melífluo (con voz de falsete castratto) organizaba por la Mayor de las calles de Madrid.  Al menos tenía la deferencia de venir con flores a María, que era el nombre de la señora que compartía conmigo ayuntamiento carnal a la hora propicia de la misa de doce.   Otras veces a la hora del vermú venían cantando al amor de los amores que, con el concurso de la misma señora, ejecutaba yo en el quinto piso de esa calle.

¿De donde salen tantos nazarenos?