martes. 23.04.2024

Los gobiernos normalmente son muy buenos en ignorar las necesidades y anhelos de la población que los elige y paga sus salarios.

Las estructuras políticas se basan en hacernos creer que sus expertos, elegidos a dedo de entre sus afiliados o afines y aupados a los puestos de poder, serian el sustituto de los comités de sabios, pero la experiencia no hace mas que demostrarnos que en una gran parte de casos esto no es así.

No es tampoco necesario que vengan con todo aprendido, pero en estos casos es importante que al menos tengan cierta capacidad de aprendizaje y cierta empatía hacia las demandas ciudadanas.

Los partidos probablemente se escudan en aquella idea de que tienen las puertas abiertas de sus sedes y ofrecen esa imagen de brazos abiertos a toda la población. Esta actitud de apertura provocaría que haya cierta permeabilidad entre aquellas necesidades de la sociedad y una posición cambiante y dinámica que influya en los programas y las maneras de trabajar de nuestros políticos y sus partidos.

El primer error es considerar que las puertas abiertas de par en par existen, y que aquellos que pueden llegar a traspasarlas no solo no llegan aupados por sus capacidades o necesidades “trepadoras”, sino que además llegan con mucho ímpetu empujados por una necesidad vital de aportar nuevas ideas y lograr cambios, en vez de llegar plenamente en línea y aplaudiendo unas ideas que no se pretende que cambien un ápice.

Los que alguna vez llegan con este ímpetu y necesidad de cambio suelen ser rápidamente identificados e invitados a encontrar partidos mas acordes o simplemente contentarse con pagar su cuota de afiliado a la vez que dejan de compartir sus ideas…que no suelen ser bienvenidas.

En la emigración todas estas estructuras funcionan a una menor escala y en parte se debe a que una mayoría de los que se adentran en partidos en el exterior llegan con la lección aprendida y sabiendo que los partidos solo se interesan en la diáspora para recoger votos, y no candidatos.

La influencia de la tercera provincia de España en población, la exterior, no llega a tener influencia en los partidos políticos y sus programas no incluyen lo que los ciudadanos de Buenos Aires, La Habana o Manchester necesitan, y se hace difícil llegar a entender para que valga el voto del exterior si parece que con nosotras y nosotros no va la cosa.

En la última década llegó una nueva voz cantante en las demandas de la diáspora y que en cierta manera logró una vía de conexión con la política desde fuera de los partidos: Marea Granate.

Marea Granate se define como “un colectivo transnacional y apartidista formado por emigrantes del Estado español y simpatizantes, cuyo objetivo es luchar contra las causas y quienes han provocado la crisis económica y social que nos obliga a emigrar. […] Nuestra marea es granate, como el color de nuestros pasaportes, símbolo de nuestra emigración forzada.”

El voto rogado fue derogado por la unión de un montón de voces en el exterior, pero el megáfono lo tenian en la mano las compañeras de Marea Granate.

El llegar a ser invitados a comisiones en el Congreso de los Diputados en numerosas ocasiones vino de la mano de una nueva forma de comunicar y de influir con un uso de redes sociales coordinado y con talento que se coordina desde multitud de países, incluso continentes, y su capacidad de influir ha llegado a sentirse en la política nacional.

Otra joya de la corona en la emigración es sin duda alguna RAICEX (Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior) que es como Marea Granate, una organización bastante joven, no solo en cuanto a la media de edad de sus integrantes, sino en cuanto a la reciente formación de esta asociación.

En 4 meses de vida del VIII Mandato nos hemos logrado reunir con varios Ministerios y hemos podido hacer llegar nuestra voz en diferentes materias a aquellos que dirigen Secretarias de Estados y Direcciones Generales y por fin parece que llegamos a estar presentes en los trabajos que se están haciendo para servir a la diáspora

El germen está en Reino Unido y fue Científicos Españoles en Reino Unido (CERU/SRUK) la asociación que nació en un país que recibía miles de investigadoras e investigadores todos los años y su formato se fue exportando al resto de Europa…y allende los mares.

Al igual que Marea Granate, RAICEX han encontrado la vía de poder entrar a tener influencia directa en las medidas de los gobiernos y el peso específico y valor que se le otorga desde el gobierno se ha demostrado no solo en los Planes de Retorno, sino también en los cambios en los planteamientos sobre la homologación de títulos en el exterior anunciada este mes de octubre.

La manera de funcionar con múltiples comisiones, presidencias de un año, difusión del trabajo de sus miembros, e incluyendo premios anuales demuestra que en vez de esperar a que vengan y lo hagan por ti, es más efectivo crear plataformas cívicas o de profesionales que valoren a nuestra ciudadanía y que propongan mejoras a través de una nueva forma de representarnos a nosotras y nosotros mismos.

Desde el Consejo General de la ciudadanía española en el Exterior (CGCEE) en siete mandatos previos, nos dimos muchas veces con la cabeza en un muro impuesto por nuestros políticos que no nos dejaban ni asesorar, ni se nos consultaba a pesar de vendernos como una institución consultiva y asesora del gobierno.

En 4 meses de vida del VIII Mandato nos hemos logrado reunir con varios Ministerios y hemos podido hacer llegar nuestra voz en diferentes materias a aquellos que dirigen Secretarias de Estados y Direcciones Generales y por fin parece que llegamos a estar presentes en los trabajos que se están haciendo para servir a la diáspora.

En 2022 se ha de trabajar de diferente manera con un uso efectivo de las redes sociales y medios de comunicación, y aunque lleguemos a esta conclusión más tarde que otras organizaciones, llegamos con ganas de lograr que nuestros políticos aprendan a escuchar la voz de los que trabajan por nuestra comunidad sin necesidad de haber pisado la sede de ningún partido.

La distancia entre los gobiernos y las demandas de la ciudadanía…fácilmente salvable