viernes. 29.03.2024

¿Quién no recuerda a José Luis López Vázquez en "Atraco a las tres" humillándose y haciendo genuflexiones hasta casi partirse el espinazo ante la vedette Katia Durán con aquello de "Fernando Galindo un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo"? Pues este jueves, en sede parlamentaria, en la Comisión de Control de la Asamblea de Madrid, el director general de Telemadrid José Antonio Sánchez, se puso en la piel de ese oficinista casposo, servil y fullero para convertirse en el particular "Fernando Galindo" de Ignacio González. (Un "parecido razonable" que vio rápidamente en twitter @dePlaymobil). 

El señor Sánchez no dudó un segundo en asegurar que estaba "al cien por cien" de acuerdo con las palabras del presidente regional, Ignacio González, sobre el cierre de Telemadrid en el caso de que los tribunales declaren nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Nuestro flamante director general está dispuesto a aplaudir el cierre de la cadena de la que teóricamente él es responsable si así se lo pide su jefe de la Puerta del Sol. "No tenga la menor duda. Siempre voy a estar al lado de él. Y si se cerrase Telemadrid no me voy a escaquear para nada".

No tenemos la menor duda de que lo hará señor Sánchez. Ya lo dijo usted en una de sus primeras comparecencias en la cámara regional cuando se definió como "un sonajero que en Telemadrid pinta menos que un marcapasos en un caballo de madera". Escrito está en el diario de sesiones de la Asamblea de Madrid.

El problema señor Sánchez es que usted es un sonajero muy caro para los ciudadanos de Madrid. 120.000 euros al año le pagan los ciudadanos de esta Comunidad por no hacer ni pintar nada en la radio televisión pública madrileña.

Aunque para ser justos algo sí que hace. Por ejemplo firmar el despido de 861 buenos profesionales y un ERE chapucero e injusto que ya ha sido declarado "no ajustado a derecho" por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y que esperamos acabe siendo anulado del todo por el Tribunal Supremo.

E igual que se dio tanta prisa por despedir a los trabajadores en sábado y por burofax se la dio en sustituirles pocos días después con subcontratados de Telefónica Broadcast System. Una filial de Telefónica, curiosamente, por esas casualidades de la vida, la multinacional en la que el señor Sánchez es directivo en excedencia y a la que podría volver al día siguiente de cerrar de Telemadrid.

Sánchez, tan hablador a la hora de defender a su jefe Ignacio González y rendirle pleitesía, tiene sin embargo problemas para explicar en la Asamblea de Madrid algunas cosillas más complicadas. Por ejemplo, tal y como cuenta InfoLibre, "ocultó el 24 de mayo de 2012 en su comparecencia ante la Asamblea autonómica la existencia de al menos dos contratos firmados por la televisión pública con el empresario Enrique Cerezo. infoLibre ha tenido acceso a dichos contratos, que se firmaron el mismo día (21 de diciembre de 2006) y por los que Telemadrid se comprometió a pagar en total 600.000 euros a sendas sociedades del presidente del Atlético de Madrid y amigo personal del presidente madrileño, Ignacio González"

Y seguimos sin saber por qué aparece el señor Sánchez reflejado en los "papeles de Bárcenas" como presunto beneficiario de un "fondo de reptiles" de la caja B del Partido Popular, según publicaba el diario "El Mundo" el pasado mes de julio. Tres presuntos pagos en 1994 y 1995 por valor de 1.100.000 pesetas cuando el señor Sánchez trabajaba en el ABC.

Pero así es José Antonio Sánchez. Un cargo público que en esta delicada situación que vive Radio Televisión Madrid, no resiste mirarse en el espejo de su colega de Canal 9 , Rosa Vidal, que al menos ha tenido la dignidad de no aceptar el cierre de su empresa y dimitir del cargo.

El director general de Telemadrid, "un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo" de...