jueves. 28.03.2024
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El trece de septiembre de 1923 se produce el golpe de Estado por parte del Capitán General de Cataluña y se instaura un régimen Dictatorial con el consentimiento de Alfonso XII.

Esta nueva situación política crea una gran expectación en Navarra, dado su régimen especial y las consecuencias futuras sobre su status político y sobre el régimen foral existente. La duda que surge en Navarra es si los Fueros serían respetados o serían abolidos dentro de un régimen centralista.

Tanto el general Primo de Rivera como otros miembros del gobierno reiteraron en numerosas declaraciones su respeto por el sistema foral. Sin embargo, hubo siempre una gran tensión entre el poder dictatorial y Navarra.

A lo largo de la Dictadura se produjeron disposiciones, que si satisfacían a las autoridades navarras, pero en cambio otras provocaron grandes conflictos. En estos conflictos la Diputación siempre acababa cediendo.

Dentro de las cuestiones desarrolladas durante el periodo dictatorial debemos destacar:

f181º El Dictador decreta en enero de 1924 la suspensión de todas las Diputaciones Provinciales pero no incluye la de las provincias Vascongadas y Navarra. Esto es recogido con gran alegría por toda la prensa navarra y de la propia Diputación.

Sin embargo, la alegría duraría poco. El gobierno de Primo de Rivera nombra en todas las provincias a delegados gubernativos, que dependerían exclusivamente de los gobernadores civiles. Estos cargos de delegados gubernativos son adjudicados exclusivamente a militares,

La función de estos delgados gubernativos era la de inspeccionar los ayuntamientos y organismo judiciales locales. Además, entre sus funciones era conseguir la implantación y el desarrollo de la Unión Patriótica.

La Diputación Foral de Navarra fracasó en su intento de que no se nombraran estos delegados gubernativos. Se nombraron en Navarra hasta cinco, uno por cada uno de los partidos judiciales de comunidad foral y además no consiguió que dependieran de la Diputación, pues dependían del general que era gobernador de Navarra.

2º Otro gran conflicto surgió cuando el gobernador civil suspende el derecho de nombrar a sus secretarios las propias corporaciones municipales. Las protestas tanto de la Diputación Foral como de los propios Ayuntamientos navarros fueron muy relevantes. Tras numerosas conversaciones a lo largo de muchísimo tiempo se consiguió la entrada en vigor del Reglamento para la Administración Municipal de Navarra, que fue aprobado ya, en el año 1928, y por medio del cual se respeta la capacidad del nombramiento de los secretarios municipales.

3º Otro gran conflicto fue el del nombramiento de los maestros por parte de los Ayuntamientos navarros. Entre las prerrogativas que tenían los Ayuntamientos navarros era que las corporaciones municipales tenían la capacidad del nombramiento de los maestros de sus escuelas. El Dictador decidió que el nombramiento de los maestros debía hacerlo el rectorado de la Universidad de Zaragoza. A pesar de las grandes protestas tanto de la Diputación como de los Ayuntamientos, la Dictadura siguió adelante son su sistema de nombramiento de maestros en Navarra.

El Estatuto Municipal

f17Este trataba de garantizar la autonomía de los Ayuntamientos respecto de las Diputaciones provinciales. Sin embargo, esto chocaba frontalmente con la ley de Amejoramiento de Fueros del año 1841, pues significaba suprimir una parte muy importante del poder que tenía la Diputación Foral. No sólo protestó Navarra en este caso sino también las Diputaciones de las tres provincias vascas.

La Diputación de Navarra mandó a Madrid una Comisión de tres diputados para mantener conversaciones con el ministro Calvo Sotelo, que es el que había redactado el Estatuto Municipal. Después de numerosas conversaciones, las posiciones de ambos interlocutores no se acercaron.

Además, había mucho enfado en Navarra, porque Alfonso XIII hacía promesas de respetar el régimen foral navarro y el gobierno lo estaba incumpliendo.

El Ayuntamiento de Pamplona se constituyó siguiendo el Estatuto Municipal que había sido impuesto en Navarra a partir del, once de abril de 1924. La Diputación convocó a los Ayuntamientos a una asamblea, en la cual se aprobó la constitución de una Comisión, que redactara las bases con las que la Diputación negociara en Madrid, una vez que tanto fuera aprobado por los Ayuntamientos navarros como por el Consejo Administrativo.

f16Tras negociar con el gobierno de Madrid, se llegó al acuerdo de firmar el Convenio que entró en vigor el cuatro de noviembre de 1925. Sin embrago, este acuerdo provocó fuerte rechazó y tres diputados forales, Erro, Guelbenzu y Usechi presentaron su dimisión al considerar que la Diputación había aceptado una rebaja de las atribuciones forales que tenía.

El cupo foral anual

La Dictadura plantea en noviembre de 1926, la elevación del cupo foral que se paga al Estado. Este planteamiento fue muy criticado en Navarra poniéndose a la cabeza la prensa, fundamentalmente aquellos medios no afines a la Dictadura como La Voz de Navarra. Debemos saber, que existía la censura, por lo que la prensa debía andar con cuidado, aun así manifestaron la clara conculcación del fuero navarro.

La Diputación negoció con el gobierno y acabó aceptando, lo que provocó un fuerte malestar en los ayuntamientos, prensa y personalidades, que no comprendían la dejadez de la Diputación de Navarra.

El nuevo convenio para el pago del cupo foral anual se firmó, el doce de agosto de 1927. Se fijaba un cupo anual de seis millones de pesetas, frente a los dos millones de pesetas que se pagaba desde el año 1977 y nunca se había actualizado.

La Diputación justificaba este aumento debido a que no había sido revisada la cantidad a pagar anualmente desde el año 1877 y decía, que las cargas del Estado habían aumentado mucho, al mismo tiempo que había crecido la riqueza y se había producido la devaluación de la peseta.

EL SOMATÉN NAVARRO

f15Es una institución de origen catalán, que tenía un carácter parapolicial. Sus inicios están en el sacramental, basado en las recopilaciones realizadas por las Cortes de Cataluña en el año 1068 y en el usatge (uso feudal) denominado Princeps, que regulaba la defensa del Principado de Cataluña y del príncipe, así como la convocatoria a las armas. Estos textos dan al somatén el carácter policial local y militar.

Sin embargo, parece ser, que esto no fue la verdadera constitución del Somatén, que parece haber sido organizado por primera vez por Alfonso I, en el año 1192. Reaparecerán siempre coincidiendo con etapas de crisis como en la guerra de la Independencia 1808.1814, la Dictadura de Primo de Rivera 1923 / 1930 y la guerra civil de 1936 / 1939.

El somatén fue suprimido varias veces en su historia como en el año 1716 por Felipe V, cuando se quitan los fueros de Cataluña, su orden de disolución dice: “Por los inconvenientes que se han experimentado en los Somatenes y juntas de gente armada, mando que no haya tales somatenes ni otras juntas de gente armada so pena de ser tratados como sediciosos los que concurrieran o intervinieren”. Se anulan con la llegada de la II República en el año 1931 y desaparecerán para siempre en el año 1978 con la llegada de la Democracia.

Por Real Decreto, de diecisiete de septiembre de 1923, es decir, cuatro días después del inicio de la Dictadura, se activa nuevamente el somatén, y dice el Real Decreto: “Organización que no sólo se ciñe a dar fuerza y vigor de espíritu ciudadano, sino que separando los ánimos de pasividad e indiferencia, los moviliza en el significado de la insustituible palabra Som.atent: estamos atentos”.

f14El intelectual derechista, José Pemartín, [1] decía del somatén: “… admirable asociación de orden, de hermandad. De carácter local, de ambiente de patria chica, de unión ciudadana, de disciplina marcial, de moralidad estricta. Puede ser nexo utilísimo contra el individualismo español, en épocas de crisis, trama de ciudadanía, factor de orden y de paz, cuya triple palabra ostenta su lema”.

Dos eran los objetivos que el gobierno se plantea con la restauración del somatén:

  • La implicación directa de elementos civiles en la seguridad del Estado y que además estos estuvieran bajo la supervisión del ejército. Como dice María Teresa González en su libro “La dictadura de Primo de Rivera. El Directorio militar” respecto del restablecimiento del somatén decía “La subordinación que era debida por los somatenistas a los mando del ejército, representaba además una clara ventaja en una época de dictadura militar”.
  • La garantía de que el orden público estaba asegurada por la labor eminentemente represora que ejercía el somatén y la garantía de que las clases altas estuvieran bien protegidas. En su artículo 5º “se autorizaba el uso de armas largas para los somatenistas de número y también de tiro corto, para cabos, subcabos y escoltas de bandera”.

f12Podían formar parte del somatén todas aquellas personas mayores de veintitrés años que tengan reconocida moralidad y ejerzan profesión en las localidades en que residan.

Las condiciones exigidas para poderse afiliar al somatén navarro sólo podían ser satisfechas por una parte muy concreta de la población, aquellos que tuvieran dinero para poder mantener un arma, pero sobre todo por aquellos que pudieran obtener el certificado de buena conducta de su alcalde, que había sido nombrado por el Gobernador Civil y representaba el último resorte de control del aparato político de la Dictadura.

El somatén se convierte en el brazo armado del grupo social más favorecido del pueblo. El somatén en Navarra nunca fue bien visto como se manifiesta en el Diario de Navarra el 27 de septiembre de 1927:

“Afortunadamente va pasando el tiempo en que la inconsciencia ciudadana de unos y la malicia de otros llegaba a escarnecer con burlas o denuestos a los somatenes, no se alcanzaba o no querían reconocer, que aquellas escopetas que orgullosos cuelgan al hombro sus afiliados, no es la expresión de fuerza militarizada sino medio seguro y único de oponerse a la compaña de forajidos que vienen con anhelos de una moral marxista”.

Tras la restauración del somatén en Navarra, pronto se comienza a recibir solicitudes para formar parte del mismo.

f11El Boletín Oficial de la Provincia de Navarra publica un número extraordinario el cinco de octubre de 1923, donde se recoge un escrito del Capitán General de la región con sede en Burgos y es firmado por el general gobernador de Navarra, Manuel Sánchez Ocaña, dando las instrucciones necesarias, para que los navarros se alisten en el somatén:

“Los escritos de petición serán entregados a la Autoridad Militar de la plaza donde residan los interesados; en defecto de ello, a los comandantes del puesto de la Guardia Civil o de Carabineros, Miqueletes o Miñones de la localidad y si no hubiere puestos de estos Institutos, al Alcalde, quienes lo cursarán seguidamente al Gobernador Militar de la provincia hasta el día catorce del corriente mes, y a partir de este día al Comandante General de Somatenes residente en Burgos, informando al cursarlas acerca de las cualidades y condiciones que reúna el solicitantes”.

Debemos destacar la fuerte significación y el apoyo explicito del Diario de Navarra en la constitución del somatén navarra, haciendo una intensa publicidad y animando a los navarros de bien a alistarse.

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Debemos destacar también la implicación de la iglesia navarra, en la creación del somatén en esta provincia. Así hay una circular del Obispo de Pamplona, Mateo Múgica, del veintisiete de agosto del año 1923 que dice:

“El Somatén merece la asistencia y el apoyo de todos los elementos que, por su cultura, posición y jerarquía, influyen en el curso de las ideas y de la vida de los pueblos, y entre estos elementos, es indudable que el clero ocupa uno de los primeros puestos”.

El jefe de los somatenes navarros será Pedro Uranga, que también participaba en la creación de la Unión Patriótica en la provincia. El éxito del somaten navarro en el primer año es muy escaso. La lista de afiliados existentes a treinta y uno de agosto de 1924, eran de un total de 76 personas afiliadas: Pamplona tenía trece afiliados, Estella treinta y cuatro, Aoiz tres y en Tafalla había veintiséis.

El treinta y uno de agosto del año 1924, se bendice la primera bandera del somatén navarro en Arróniz, unida mandada por el cabo José Pérez Viñes.

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A principios de noviembre de 1924, suceden los acontecimientos de Vera de Bidasoa. Pueden leer “Los sucesos de Vera de Bidasoa, una excusa para el Directorio (1924), por Edmundo Fayanás en Nueva Tribuna (2013) y pueden oírlo también en “escucha doble cara ivoox” en “Los secretos de la Historia: los sucesos de Vera de Bidasoa de 1924” realizado en septiembre de 1917.

La participación de los somatenes en este acontecimiento fue escasa, sin embargo, la prensa favorable a la Dictadura no tienen reparos en glorificar el trabajo del somatén del Baztán, como hizo el gobernador militar de Guipúzcoa, pues al hacerlo, al mismo tiempo elogiaba tanto al somatén como al propio ejército.

f2El treinta y uno de diciembre del año 1925, el número de somatenes navarro había crecido de forma muy importante, habían llegado a 3.233 afiliados. Este era el número de afiliados por cada una de las cinco Merindades:

En septiembre de 1926, ante las fuertes críticas que sufría su régimen dictatorial, éste intentó superarlas, buscando el apoyo de la nación mediante un plebiscito, que solamente se trataba de una recogida de firmas para su adhesión al Dictador.

Navarra entregara un total de 116.035 firmas, cifra absolutamente desproporcionada y en consecuencia muy sospechosa de falsa. Por ejemplo, en las elecciones legislativas de junio del año 1931, el censo en Navarra era de 88.607 personas. El somatén participó de forma activa en la publicidad y en la recogida de firmas.

f8El somatén navarro se convierte en una institución absolutamente aislada de la vida social y política de Navarra. Se dan numerosos encontronazos entre las instituciones forales y el Dictador, como por ejemplo, la elevación del cupo contributivo de la Comunidad foral al Estado. Como ya hemos visto, se redacta un manifiesto de denuncia y prácticamente todas las instituciones navarras firman dicho documento menos el somatén y la Unión Patriótica.

En algunos casos, el somatén participaron en actos como la inauguración de la casa cuartel de la Guardia Civil en Andosilla y donde el pueblo regaló banderas a la Guardia Civil y al somatén. El alcalde de este pueblo Joaquín Álvarez [2] dijo “esta agrupación venía a auxiliar a la benemérita y a enseñar a todos la obligación de aprestarse a la defensa del orden social cuando la salud de la patria así lo demandará”.

Los navarros, que se alistan en el somatén, pertenecen mayoritariamente al Partido Conservador de Maura que plantean siempre “la revolución desde arriba”.

Primo de Rivera anuncia que, a finales del año 1926, visitara Navarra. Los somatenes navarros se movilizan para estar presentes en todos los actos y estar formados y armados frente al Palacio de la Diputación el día veintidós de diciembre. Se hace un llamamiento a la presencia de todos los somatenes y se dice:

“A este fin dirigen públicamente encarecido ruego a quienes entre su dependencia u obreros tengan algunos afiliados al Somatén, les den facilidades para que en ese momento puedan cumplir, con lo que en este caso se debe considerar como un obligatorio deber ante el ilustre huésped que nos visita”.

En septiembre de 1927, Primo de Rivera vuelve a visitar Navarra, parando a visitar Estella. Primo de Rivera tiene el título de marqués de Estella. Esta segunda visita del Dictador es más cálida que la anterior, porque ya se había cerrado los temas forales que había enfrentado al Dictador con las instituciones navarras.

f7El somatén intenta demostrar su adhesión a la Dictadura y plantea una gran manifestación de apoyo y deberían acudir todos los representantes del somatén en Navarra para así poder proceder a bendecir las banderas de todas las localidades y prestar adhesión al Dictador.

Como no podía ser menos, también acude el obispo de Pamplona, Mateo Múgica, que bendeciría todas las banderas y el capellán del somatén navarro, Telmo Arizala, ofició una misa. También, participaron tropas del ejército en el desfile para darle mayor brillantez a esta concentración de exaltación de la Dictadura en Navarra.

Debemos destacar el papel del Diario de Navarra en la creación del somatén navarro y publicita su pública adhesión [3]:

“Hoy se celebra el solemne acto de bendecir banderas del somatén de Navarra, la del somatén de Pamplona y la de otros somatenes de nuestra región. Consideramos al somatén de Navarra como una institución tan ligada al Diario de Navarra, por lo que hemos contribuido a que se formase, que hoy es para nosotros un día de júbilo”.

Como el papel del somatén en Navarra había sido escaso, el director del Diario de Navarra el conocido como Garcilaso [4] previendo no un excesivo éxito, en el editorial de Diario de Navarra de ese día decía “que sólo se verá desfilar a una mínima parte del instituto armado porque es difícil que todos los miembros acudan a Pamplona y por la dificultad natural que implica el mal tiempo”.

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Se calcula que sólo fueron unos ochocientos somatenes navarros los presentes, muy lejos de las cifras que se decía.

A partir de este hecho, la decadencia del somatén navarro es evidente y solamente aparece su presencia en la festividad de su patrono la Virgen de Montserrat o en la celebración de concentraciones de tiro.

El somatén navarro ve disminuir un poder que nunca llegó a tener. Desde este momento, inicia un declive progresivo, que le llevará a la casi desaparición quedando muy reducidas sus actividades.

f5Nunca obtuvieron el apoyo de la población navarra, siendo vistos como un cuerpo de control y de represión al servicio de intereses particulares. Primo de Rivera que decía haber acabado con el sistema caciquil, no había hecho otra cosa que entregar al grupo social más privilegiado un mecanismo de defensa y autoprotección.

EL CLERO NAVARRO DURANTE LA DICTADURA

Para tener una situación claro del clero navarro nos bien muy la encuesta realizada en el año 1928 por el obispo, Tomás Muñiz Pablos, que había sido recién nombrado para esta diócesis.

Una de sus primeras decisiones fue la creación de la hoja parroquial “La Verdad” con la finalidad de hacer frente a la propaganda anticlerical.

Siguiendo esta encuesta, vemos como en la diócesis de Pamplona hay 923 sacerdotes, siendo la población de Navarra en ese momento de 343.000 habitantes. A continuación veremos un cuadro con el número de sacerdotes, que había en el año 1904 y en el año 1928, al mismo tiempo vemos su distribución por edades [5] [6].

La mayor parte de los sacerdotes son originarios de Navarra, pero hay algunos de fuera debido a haber vuelto de misiones, o por haber obtenido una oposición en Navarra. Hay 33 sacerdotes de fuera de Navarra y cuatro extranjeros en el año 1928.

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Es muy interesante esta encuesta en cuanto a la prensa que leían los sacerdotes de Navarra porque nos permite ver muy bien su ideología. Las respuestas de todos ellos es que leen prensa católica y de ninguna manera prensa anticlerical. Los periódicos más mencionados son El Pensamiento Navarro, Diario de Navarra y El Debate, También debemos destacar, la Voz de Navarra y La Tradición Navarra.

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El Pensamiento Navarro era el periódico más leído dentro del clero navarro. Era el único periódico con censura eclesiástica y por lo tanto a los ojos del Obispo y de los propios sacerdotes era una garantía de moralidad y orden.

Este periódico se adscribía desde sus inicios dentro del carlismo y representaba al Partido Jaimista en Navarra y era el continuador del antiguo periódico carlista La Lealtad Navarra. Los máximos lectores eran de poblaciones pequeñas.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera sufrió diversas suspensiones y algunas multas a pesar de tener una censura previa. Su director era entonces Miguel Esparza. Se publicaba en castellano y tenía cuatro páginas a seis columnas.

El Diario de Navarra era el periódico con más importancia dentro de Navarra y tenía la mayor tirada y el que era más leído en poblaciones grandes. Fue creado en el año 1903 y era el primer periódico que funcionaba como una empresa y con una finalidad económica de conseguir beneficios e influir en la política navarra.

Este periódico se basa en la defensa de los valores tradicionales y en la Dictadura a la que apoyara constantemente. Disponía de una amplia información tanto nacional como internacional. Su director era Raimundo García más conocido como “Garcilaso”.

Será director del periódico durante cincuenta años y tendrá una gran influencia en la vida política navarra, siempre portavoz de los planteamientos de la derecha. En la época franquista será fundamental en la política Navarra. No se puede entender la vida política navarra de esos cincuenta años sin leer sus columnas diarias, tal era el poder que tenía. El Diario de Navarra constaba de ocho a diez páginas, estaba escrito en castellano y tenía algunas columnas en euskera.

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El Debate fue fundado en Madrid en el año 1910 y se creó por la Editorial Católica. Su director era el conocido Ángel Herrera Oria. Puso en funcionamiento su propia agencia de Noticas, Logos, en el año 1929. Era un periódico de tirada nacional con unas ventas de 80.000 ejemplares. Publicaba cinco ediciones diarias y contaba con seis páginas a seis columnas.

Si línea editorial era conservadora y católica y fue claro defensor de la Dictadura de Primo de Rivera. Durante la II República este periódico fue el órgano oficioso de la CEDA. Su mayor zona de influencia era Madrid y las dos Castillas, aunque como vemos era muy leído por el clero. Además, poseía una serie de periódicos regionales que reproducían sus artículos, por lo que su importancia aumentaba.

Otros dos periódicos leídos por el clero navarro eran:

La Voz de Navarra que había empezado su publicación en el año 1923 y era el portavoz oficioso del PNV en Navarra. Su tirada era unos 3.500 ejemplares, tenía ocho páginas a seis columnas. Tenía un propósito fundamentalmente empresarial. Su línea editorial seguía estrictamente las enseñanzas y disposiciones de la Iglesia católica. No le preocupaba la política nacional y basaba todos sus esfuerzos en el desarrollo político e institucional y político de Navarra y Euskadi.

La Tradición Navarra fue fundada en el año 1893. Era una continuación del periódico El Tradicionalista. Su tirada era de mil ejemplares constaba de cuatro hojas a cuatro columnas. Era prácticamente el periódico del Partido Integrista de Navarra. Se publicaba con licencia eclesiástica. Se le consideraba el periódico de los curas por su temática y por su oposición a los liberales. Se le caracterizaba por su información general enfocada desde el punto de vista religioso y del pietismo. Estaba redactado en castellano y defendió con fuerza la Dictadura de Primo de Rivera.

EL ESTATUTO MUNICIPAL DEL AÑO 1924

El directorio Militar aprueba por Real Decreto-Ley el ocho de marzo de 1924 El Estatuto Municipal. Este supone una gran alteración de su régimen foral al quedar totalmente desligados respecto a la Diputación. La Diputación carecerá de facultades para intervenir en la administración foral. Este Estatuto Municipal iba contra el espíritu y la letra de la Ley Paccionada del año 1941.

Este Estatuto Municipal en su disposición Transitoria 26º, asumía y respetaba la permanencia de los regímenes especiales de Navarra y las Vascongadas. Sin embargo, ni la Diputación ni el Consejo Foral Administrativo consideraron que esta Transitoria tuviera la suficiente garantía, pues aunque dice “que seguirán vigentes los regímenes especiales de las exacciones municipales de las provincias Vascongadas y Navarra”.

Desde la Modificación de Fueros del año 1841 nunca se había puesto en cuestión la constitución navarra hasta este Decreto Ley de ocho del marzo del Estatuto Municipal. Se creó una Comisión de la Diputación para trasladarse a Madrid y negociar dicho Estatuto Municipal y garantizar que no se tocaba nada del sistema foral.

Se reúne la Comisión de la Diputación en Madrid con Calvo Sotelo. Este se mostró firme y rotundo ante los Comisionados navarros. Destaca la conveniencia de reconocer la autonomía de los municipios y creía que no podía ser, que hubiera un municipio de Navarra que tuviese menos libertad que cualquier otro del país.


[1] Pemartín, J. “Los valores históricos en la dictadura española”. Publicaciones de la Junta de Propaganda Patriótica y Ciudadana. 1929. Madrid.
[2] Trece de septiembre de 1926. Diario de Navarra.
[3] Cinco de septiembre de 1927. Diario de Navarra
[4] Personaje este que juega un papel principal en la Dictadura de Primo de Rivera, luego luchara contra la II República apoyando el golpe de Estado de Mola Y franco y después será el referente político de la Navarra franquista.
[5]  Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Pamplona 1928.
[6]  Archivo Diocesano de Pamplona.

Aspectos fundamentales de la dictadura de Primo de Rivera en Navarra