martes. 23.04.2024
lider480

Ante la proximidad de las elecciones europeas estamos observando movimientos de los partidos políticos en su forma de hacer las cosas, en concreto en el modo de elegir a sus líderes –en esta ocasión a sus cabezas de lista- promoviendo, en algunos casos, la celebración de primarias y, en otros, preparándose para hacerlo antes de las elecciones generales, municipales y autonómicas.

Y siendo el procedimiento de designación de candidatos muy importante llama la atención que no se mencione ni se debata sobre las características del candidato/a. Es decir sobre las cualidades –fortalezas y virtudes- que debe tener un líder político en los tiempos actuales y en esta situación tan complicada.

Son varios los campos del saber que de forma teórica y práctica han tratado sobre las características que debe tener un líder, sus fortalezas y virtudes, su función en una organización, la forma de relacionarse con su entorno, etc. La sociología, el Coaching y ,en especial, la psicología –tanto la psicología positiva como la inteligencia emocional- han investigado y desarrollado conceptos y características. Pero si bien no todas las señaladas por los estudios son directamente aplicables a un candidato electoral y/o líder político sí que resulta interesante mencionar algunas para que se conozcan y pueden contribuir al debate sobre la nueva política que demanda la ciudadanía.

Parece claro que, en el momento actual, adquiere relevancia el continuum. Nuevas Realidades implican Nuevas Preguntas y éstas exigen Nuevas Respuestas. Ya no sirve dar las mismas respuestas que antaño porque, aunque quisiéramos formular las mismas preguntas, ello no es posible ya que la realidad es muy distinta a la de unos años atrás. Es, en muchas de sus formas, una nueva realidad.

Señalaré a continuación algunas de las características que, a mi juicio, resultan necesarias en un líder político actual para que resulte atractivo a la población y, por tanto, tenga la oportunidad de alcanzar el poder para transformar las cosas.

1- Proximidad y cercanía al ciudadano que vendrá de su imbricación en movimientos ciudadanos y/o asociaciones así como de ser persona actual, de su tiempo. Esto será una garantía para ser visto como alguien que es capaz de entender qué necesita el electorado puesto que pertenece a su mismo tiempo y lugar.

2- Genera confianza. Siempre se atribuye esta cualidad a un líder, sin embargo a menudo se ignora el porqué una persona provoca confianza; y esto ocurre porque se desconoce cómo se forma la confianza, cuáles son sus elementos.

La confianza está conformada por tres elementos fundamentales para otorgar la característica de confiable e, incluso, la autoridad que deben adornar al líder. Son:

- Competencia: tener la  preparación necesaria para acometer la tarea que le espera. Esta preparación engloba los conocimientos y prácticas relativos a nuevas tecnologías, idiomas, formación académica, de postgrado, y resto de saberes que permitan un elevado desempeño en actividades complejas como son las relacionadas con la política y los puestos de representación.

- Sinceridad: ser sincero y saber transmitir que las cosas son tal como las explica. Este es un rasgo fundamental para generar confianza, ser visto como alguien capaz de reconocer una situación adversa, comunicarla, y proponer formas de afrontarla o reconocer que no se tienen pero comprometerse a buscarlas. En definitiva: ser vulnerables. Pocas cosas hay mejores para lograr cercanía que admitir que hay algo que no se sabe, que nos pasa como a todos, que no somos perfectos. Cuando el líder se manifiesta vulnerable –con este significado- se genera una inmediata identificación de la población con el líder y un impulso a ayudarle en lo que sea posible, lo que supone un gran avance hacia el objetivo porque lo vincula a la población.

- Credibilidad: ser creíble, es decir, que haber desarrollado en el pasado comportamientos y actitudes al solucionar situaciones o retos que hagan predecible la forma en qué actuará ante los retos y problemas que ahora y en el futuro se le presentarán.

3- Aporta un equipo: sabe construir su equipo, lo presenta públicamente, encaja las  habilidades entre sus miembros, se nutre de él. Y sabe trabajar con y dentro del equipo. Un líder sin un equipo detrás será más manejable, tendrá menos fuerza, tampoco ofrecerá imagen de transparencia.

4- Gestiona e integra sus emociones enfocándolas al logro del objetivo. Conoce bien sus emociones, las acepta y sabe integrarlas en el proyecto utilizándolas como una herramienta útil para el fin perseguido.

5- Es creativo: tiene y utiliza las herramientas emocionales que permiten hacer cosas nuevas y distintas, como la generosidad, la participación, el compromiso, la transformación de  imprevistos en oportunidades.

6- Su imagen y forma de comunicar transmiten la existencia de armonía entre su personalidad y el desempeño de responsabilidades en la nueva situación.

7- Visión: Hace que las cosas pasen porque ella/él ya ha estado allí, en el objetivo, del que tiene una percepción tan clara que  sabe qué hay que construir, el camino a seguir y cómo hacerlo. De esta forma hace visible para el resto el ideal, la meta a seguir, aquella a la que sumarse.

8- Responsabilidad y rendición de cuentas (accountability): este es un hábito que debe ir indefectiblemente unido a los nuevos líderes que emerjan no solo porque es lo que la sociedad espera sino porque es el último eslabón del proceso de trabajar para la ciudadanía, rendir cuentas una vez desarrolladas las actividades dirigidas al logro del objetivo.

Hay muchas más cualidades que convendrían a un líder pero entiendo que las mencionadas son suficientes para generar no solo ilusión de la ciudadanía por la política sino para que ésta otorgue al líder la autoridad necesaria para llevar a cabo el proyecto común sin sobresaltos.   

¿Qué debe tener el nuevo líder?