jueves. 25.04.2024
Caroline del Valle

Caroline del Valle, tras despedirse de su madre, salió de casa la tarde del 14 de marzo de 2015. Tenía la intención de ir a una hamburguesería y a una discoteca para menores. Siete años ya han pasado de aquel día, pero la adolescente todavía no ha regresado a su hogar. Su familia, totalmente desesperada, intenta encontrar respuestas a un caso que está lleno de interrogantes.

Los hechos

La joven, de 14 años, tras salir de la discoteca, le envió un audio de voz a su madre en el que le preguntaba si se podía quedar a dormir en la casa de su mejor amiga, Silvia Codony. Isabel aceptó: tenía una buena relación con su hija. Sin embargo, Caroline, por insistencia de una amiga, no acabó esa noche en la casa de su amiga más íntima, sino en la zona Hermética de Sabadell, lugar que estaba atestado de locales nocturnos y ocio.

A eso de las 03:30 de la madrugada llegaron, a un descampado situado enfrente de la discoteca Bora Bora, unos hombres francomarroquís en un coche rojo con matrícula francesa. Estos varones, quienes iban trajeados, abrieron el maletero del automóvil y le ofrecieron bebidas alcohólicas a Caroline y a su grupo de amigos. Todos charlaron, bailaron y bebieron durante un par de horas. Hasta que, de repente, a eso de las cinco de la madrugada, unas patrullas de los Mossos d'Esquadra se detuvieron a unos metros de ellos con el fin de identificarlos a todos. Caroline y sus amigos, quienes la gran mayoría estaban fugados de centros de menores, corrieron a toda velocidad. A la adolescente se le perdió la pista en una calle solitaria, mientras estaba huyendo de la policía.

Según los investigadores, la última persona en ver a la hija de Isabel fue Yacine Madih, más conocido como Justin. Este joven también se ha convertido en el principal sospechoso debido a que, además de ser la última persona en ver a la menor, apareció, dos horas después de la estampida, en la estación barcelonesa de Sants con la ropa ensuciada de tierra. Los allegados de Caroline, no obstante, consideran que Justin no tiene nada que ver con la desaparición.


¿Cómo era tu vida antes de la desaparición de tu hija?

 Antes del 14 de marzo, mi vida era normal, como la vida de una madre normal y corriente. Iba a trabajar, venía a casa y le hacía la comida a mis hijos, nos íbamos en verano a la playa, celebrábamos la Navidad, celebrábamos Reyes, celebrábamos los cumpleaños. Una vida normal y corriente como la de cualquier familia.

¿Cómo conoció Caroline a sus nuevas amistades?

Un día su prima (se llevan solo un día de diferencia) le preguntó si quería acompañarla a la Apple Store de plaza Cataluña, porque ahí tenía amigas. Mi hija me pidió permiso, le dije que fuera pero que su hermano pequeño la acompañara. Ahí fue dónde las conoció. Fue como un año y algo antes de la desaparición.

Tras conocer a sus nuevas amistades, ¿notaste cambios en su personalidad o en su forma de comportarse?

En su personalidad no, pero sí que es verdad que en su forma de vestir vi el cambio. De ser una niña a ser una mujercita. Empezaba a ponerse pantalones cortos, a maquillarse, a ir a discotecas de menores. Cosas que antes no hacía empezó a hacer. Se le abrió un mundo que no conocía, porque ella siempre estaba en el barrio rodeada de niños pequeños (le gustaba mucho cuidarlos) o estaba con sus amigas del colegio.

¿Cómo fue la mañana del 14 de marzo?

Ese sábado vino mi hija con Silvia a casa (Carol se había quedado en su casa a dormir), me pidió dinero para ir a una hamburguesería y a la discoteca de menores. De camino al cajero, hablé con ella y le dije: “Caroline, cariño, ¿tú vas con árabes?”. Ella lo negó: “No, mama, no, no, no”. Pero su amiga Silvia me dijo: “Sí, vamos con árabes, pero no pasa nada. Son buena gente”. Le dije que tuviera cuidado porque en esa época, en 2015, se llevaban a muchas niñas a esos países. Le di el dinero, me dijo que me quería y que nos íbamos a ver luego. Ya está. Ya no volví a ver más a mi hija.

¿Qué hizo Caroline aquella tarde?

Ella fue al McDonald's y luego a una discoteca de menores que estaba en la plaza Urquinaona, en el centro de Barcelona. A las 21:00 cerró la discoteca y a las 21:30, que ya estaba fuera con todo su grupo, me mandó un audio de voz preguntándome si se podía quedar a dormir en casa de Silvia. Yo le dije que sí, pero que el padre de Silvia me tenía que dar su consentimiento, y la niña también. La amiga me mandó un audio de voz diciéndome que me quedara tranquila, que Carol se quedaba en su casa a dormir. Llamé al padre de la niña y me dijo: “Tranquila, no te preocupes. Se queda aquí”. Yo estaba sin preocuparme porque pensaba que una persona adulta respondería por mi hija.

¿Qué se sabe del tema del coche rojo?

Oficialmente, no se sabe nada ni se contempló esa opción por parte de los Mossos. Lo único que se sabe es lo que dicen los niños. A las 3:30 de la mañana llegó un coche con matrícula francesa, se bajaron tres francomarroquís muy bien trajeados, abrieron el coche y le dieron bebida gratis a los niños. Esto les chocó a muchos del grupo con el que iba mi hija, pero no le dieron mayor importancia porque eran amigos de Niss, una amiga de Carol.

A eso de las cinco de la madrugada, unas patrullas de policía se detuvieron junto al grupo de tu hija.

Les dieron el alto porque la policía ya los conocía y sabía que iban a robar móviles y a hacer cosas que no tenían que hacer, porque todos, o la gran mayoría, eran niños fugados de centros o que no tenían mucho arraigo. Casi todos eran marroquíes. Españoles había solo dos o tres en el grupo: mi hija, Silvia… Entonces, al darles el alto, todos los del grupo se fueron corriendo, cada uno por un lado. Por un callejón, se van un chico llamado Justin, mi hija, Silvia y un mozo. Silvia dice que se escondió debajo de un coche y que mi hija, Justin y el policía siguieron corriendo.

¿Se sabe algo del policía que estaba corriendo detrás de tu hija? ¿Qué ha declarado?

No, no hay nada de él. A mí me dijeron que sí había declarado y que estaba en el sumario, pero no hay nada. En teoría, el último que vio a Caroline fue él.

¿Cuándo empezaste a pensar que le había pasado algo malo a Caroline?

El día 15 me chocó un poco que no viniese a comer, pero no me puse en nada malo. Luego, cuando empecé a llamarla y el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura, empecé a preocuparme. Sobre las cinco de la tarde, Silvia me coge el teléfono y me dice que Carol se ha quedado a su casa a dormir y a comer y que ya estaría de camino a mi casa. Digo: “Voy a ver si la veo por aquí, por la zona”. Bajé a buscarla, no la encontré. El teléfono apagado o fuera de cobertura... No sabía dónde meterme; no sabía qué hacer. Luego Silvia me vuelve a coger el teléfono y repite que no sabe dónde está mi hija, que se ha quedado en su casa a comer y a dormir. Luego añade que a lo mejor de camino de su casa a la mía le ha pasado algo. Silvia vivía a diez minutos andando de mi casa, no a más. Vuelvo abajo a buscarla. Ya sobre las 00:30 o 01:00 de la noche, decido subir a casa, meterme en su red social (siempre dejaba la cuenta abierta) y pongo una llamada de auxilio. Algunas niñas empezaron a  decirme que mi hija no se había quedado a dormir en casa de Silvia y que se habían ido a la Villa Olímpica. Hasta que una de las niñas me dice: “Mira, Isa, todo es mentira. Tu hija no se ha quedado a dormir en casa de Silvia. Se fueron a Sabadell. Algo pasó ahí y no han vuelto. A lo mejor está detenida”. Yo sabía que detenida no podía estar porque había llamado a todas las comisarías y hospitales y me habían dicho que mi hija no estaba. Entonces, una conocida de Carol me dice que va a preguntar en una red social si alguien sabe algo de ella. Como a la media hora, esta niña me llama por teléfono y me dice que alguien le ha llamado por número privado y le han dicho que no busquemos a Carol porque está en una lejana casa abandonada y en malas condiciones. Ella me mandó un mensaje con esto que te estoy diciendo. Con ese SMS, fui a denunciar la desaparición de mi hija.  

¿No se sabe quién realizó esa llamada?

No. La ley del Menor ha hecho mucho daño. Si no querían declarar, no declararaban. La chica esta dijo que el teléfono se le rompió y que no lo podía entregar a la policía. Como era menor, no se podía hacer nada.  

¿Has recibido apoyo por parte de los amigos de tu hija?

No, ninguno. El único apoyo que he recibido por parte de ellos ha sido del presunto sospechoso. Justin,cada 14 de marzo, me pregunta cómo estoy y me dice que le perdone por no haberse quedado con mi hija. He recibido amenazas, insultos, vejaciones. De todo, de todo…

¿Por qué crees que la desaparición de tu hija no ha sido tan mediática?

¿Te lo digo sinceramente? Porque no tengo dinero. Si tuviera dinero, sería diferente. Pero como pertenezco a una familia humilde, de trabajadores, no interesa el caso. Da mucha pena que por una niña de 14 años no hagan nada. Otras personas desaparecidas reciben más atención a nivel medios, a nivel policial, a nivel judicial. Y me pregunto: “¿Por qué con mi hija no?”.

¿Algún partido político te ha querido ayudar?

El único partido político que me ha querido recibir ha sido Ciudadanos. Ninguno más. El resto ni me contestaban a los mensajes, y eso que les he mandado cientos. Inés Arrimadas se reunió conmigo cara a cara y vio todo… He tenido que aguantar cómo algunas personas han hecho cuentas falsas de mi hija con el nombre Carol Está Bajo Tierra y fotomontajes con la cara de mi hija y el cuerpo de un cadáver. Un daño gratuito que no sé cómo describirlo porque es muy fuerte…

¿La policía sigue investigando la desaparición?

Te contesto en una frase: llevo un año sin hablar con los investigadores del caso de mi hija. Ya te he dicho todo… Llamo, digo que me pasen con tal unidad, pero cuelgan o me dejan en espera. En noviembre fue la última vez que los llamé por teléfono. Me dieron día y hora para reunirnos, pero al día siguiente lo cancelaron porque tenían que ir a hacer otras cosas.

¿Ha sido una investigación deficiente?

Muy deficiente. Ha brillado por su ausencia. A mi casa no ha venido nadie a mirar su portátil ni su teléfono. No han hecho nada por mi hija.

¿Se ha investigado el asunto del coche rojo?

Como no le dieron importancia a eso, no se ha llegado a investigar. Claro, si quieres hacerlo ahora, tampoco vas a poder porque ya han pasado siete años y no hay imágenes. Yo pedí que miraran las cámaras de la frontera para ver a qué hora entraba el coche y a qué hora salía. No me hicieron caso. 

¿Están identificados todos los integrantes del grupo con el que estaba tu hija cuando desapareció?

Hay gente que está sin identificar. De ese grupo, que eran unos veinte y la mayoría eran menores, solamente han declarado cinco personas, como mucho. Cuando pedí, años después de la desaparición de mi hija, que volvieran a cogerles testimonio, ya eran mayores de edad. Pero la Audiencia de Barcelona me dijo que era una impertinencia llamarlos a declarar y que ya habían hecho mucho por mi hija. Lo que no entiendo es por qué a Miguel Carcaño se le han mirado todas las versiones que ha dado (hasta se le ha llevado a Zaragoza para someterle a un test de la verdad) y para el caso de mi hija no han hecho (con perdón de la palabra) una mierda. No hay ni un imputado. Hay un presunto sospechoso. Nada más.

¿Qué es lo último que se sabe de Caroline?

Mi hija hace su última llamada a las seis menos cinco de la mañana del 15 de marzo. Llama a Niss, que es la amiga de los chicos del coche rojo, la cual no le coge el teléfono. Esa llamada sitúa a mi hija en una zona que está al lado de la estación Sud de Sabadell.

Después de la estampida, todos los chicos se reunieron en una estación de Sabadell, excepto Justin y Caroline. La policía piensa que Justin le hizo algo a tu hija porque las cámaras de Sants lo grabaron dos horas después de la redada, y se aprecia que tenía la ropa al revés.

Justin llega a la estación de Sants sobre las 08:15. Él estuvo escondido como un cuarto de hora en el castillo de Can Feu. Ahí había mucho barro, tierra compacta, y se manchó la ropa. Se quitó el jersey, le dio la vuelta y se lo puso. Además, Justin no fue a Barcelona con la Renfe, sino con FGC, que tardas más en llegar. Aparte de eso, Justin colgó al día siguiente de la desaparición de Carol un vídeo en el que salen mi hija y todo su grupo bailando alrededor del coche rojo. Si tú le has hecho algo a esa niña, no tiene sentido que cuelgues un vídeo en el que sale ella.

¿Justin y Caroline eran amigos?

Se conocían de una o dos veces. Nada más.

¿Sigues teniendo esperanza?

Hay días que sí tengo esperanza de encontrarla, de que vuelva. Hay otros días que pienso que han pasado tantos años ya…Tener la esperanza viva es muy difícil. Es muy complicado vivir porque no vives. Vas sobreviviendo al día a día. Apenas salgo de casa porque veo a otras madres con niñas de la edad de mi hija y pienso: “¿Por qué yo no puedo estar igual?”. Te rompe por dentro. Es el vacío.

“Da mucha pena que por una niña de 14 años no hagan nada”