jueves. 28.03.2024
IVAN-Y-SALVADOR
Salvador, a la izquierda, junto a su pareja Iván.

El párroco de la localidad sevillana se ha negado en redondo a autorizar que Salvador sea el padrino del hijo de su hermano

Salvador Álvarez Carmona no da crédito a lo que le está pasando. El párroco de la localidad sevillana de Écija le ha prohibido oficiar de padrino en el bautizo de su sobrino. ¿Por qué? Por su condición sexual y porque “vive en pecado”.

Estas fueron las palabras textuales del cura Francisco que oficia en la Iglesia de Santa Cruz en Écija después de conocer que Salvador era homosexual y vivía con su pareja Iván.  

Tal y como cuenta Salvador a Nuevatribuna, el asunto surgió de la manera más casual. Su hermano y su cuñada decidieron celebrar la comunión de su hija mayor y el bautizo de su hijo pequeño el mismo día, el próximo 26 de abril. Uno de los domingos en que su cuñada acudió a la Iglesia para seguir los ensayos de los niños que harán la comunión, conversó brevemente con el párroco. Éste le preguntó por el padrino y se interesó por el curso de Confirmación que está haciendo en Madrid, donde vive actualmente: -Cómo va con el curso?, quiso saber el cura; -bien, le respondió la cuñada de Salvador; -¿con quién vive?, siguió preguntando; -con Iván, su pareja, respondió… Hasta ahí duró la conversación, el párroco aseguró que no podía ser el padrino del bautizo porque “vive en pecado”.

Salvador, de 40 años de edad, sevillano de nacimiento, trabaja en Madrid de camarero y vive con su actual pareja Iván. Se declara católico, aunque no vaya todos los domingos a misa –dice- pero es creyente, devoto incluso de la Virgen del Rocío y del Sagrado Corazón de Jesús. Ya ha oficiado de padrino de otros dos sobrinos, de hecho, su condición de padrino de los primogénitos de sus hermanos se ha convertido en una tradición en la familia. Por eso accedió a realizar un curso de preparación para el Sacramento de la Confirmación. Lleva haciéndolo en los últimos tres meses y terminaría el 16 de abril, un curso que no le va a servir para nada si el párroco de Écija no cambia de actitud.

Y no parece que vaya a hacerlo. Salvador ha pedido incluso al cura de Madrid con el que cursa la Confirmación que medie por él, pero la respuesta del de Écija sigue siendo la misma: “no quiere bajarse del burro”, dice. También ha consultado con un abogado y la respuesta fue poco menos que ¡con la Iglesia hemos topado!, por lo que solo le ha quedado la opción de hacer una denuncia social a través de la secretaría de Igualdad de UGT de Madrid por “trato discriminatorio y vejatorio”.

Salvador dice que se siente “triste y apesadumbrado” por la postura del párroco de Écija que, con su negativa, está destrozando lo que es y quiere ser una celebración familiar en torno al bautizo del niño. “Me da mucho coraje, es muy injusto”, afirma a este periódico.

Salvador ha intentado ponerse en contacto con el párroco pero, llamada tras llamada le han dado largas: “nunca está, nunca se puede poner, no sabe ni mi nombre”, dice

“Se da la paradoja de que, si bien no ha tenido ningún problema por parte del párroco madrileño para realizar los trámites y, en su día, el curso de Confirmación, el párroco de esta localidad sevillana se ha negado en redondo a autorizar que Salvador sea el padrino del hijo de su hermano”, denuncia UGT.

Salvador ha intentado ponerse en contacto con el párroco pero, llamada tras llamada le han dado largas: “nunca está, nunca se puede poner, no sabe ni mi nombre”, dice y reproduce las palabras que le transmitiría al cura si pudiera localizarle: “le hubiera dicho que soy una persona normal, soy padrino de dos niños de mi familia, soy católico… no soy de los que van todos los domingos a misa… pero…”.

Lo surrealista de esta historia es que encima tenga que dar explicaciones por su condición sexual. Salvador tiene la esperanza de que el párroco rectifique y, en su caso, el Obispo de Sevilla intervenga, para que pueda finalmente realizarse el bautizo y que, como quiere la familia, pueda ser el padrino de Miguel, su sobrino.

Un cura niega a un homosexual ser padrino en un bautizo porque “vive en pecado”