jueves. 28.03.2024

Cumbre climática: del escepticismo al fracaso

AGNESE MARRA
A 24 horas del final del encuentro las negociaciones han fracasado. Dinamarca y China han admitido que no habrá acuerdo, y la batalla entre países ricos y pobres continúa. El viernes llegará Obama para representar al país más criticado de la Cumbre. De la respuesta estadounidense dependen las conclusiones del encuentro.
> La cumbre veta a la prensa y a ONG
NUEVATRIBUNA.ES - 17.12.2009

A un día de que finalice la Cumbre de Cambio Climático de Copenhague ninguno de los 193 países participantes está dispuesto a dar su brazo a torcer. El escepticismo con el que comenzaba el encuentro se triplica a pocas horas de su cierre. Las buenas intenciones (declaraciones para ser más exactos) con las que comenzaron no parece que se vuelvan a escuchar este jueves.

Como un cuentagotas van llegando los 120 mandatarios a la capital danesa. Pero su asistencia no parece que vaya a modificar lo hablado días anteriores. La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció que llegaba a Copenhague “con sensaciones nada buenas”.

La intuición de la alemana no falló. Dinamarca, el país organizador del evento, ha manifestado este jueves la renuncia a alcanzar un acuerdo climático mundial. Por ahora la únicas expectativa de los daneses es que los 120 jefes de Estado aprueben únicamente una declaración final no vinculante.

La cumbre climática comenzó con una clara batalla entre los países ricos y los pobres (y emergentes). El tira y afloja que han mantenido Estados Unidos y China en las últimas semanas, es quizás uno de los ejemplos más claros. Las naciones menos desarrolladas no quieren oír hablar de ningún tipo de acuerdo que no tenga como base el Protocolo de Kyoto, ya que éste no les obliga a reducir sus emisiones y siempre reconoce que la reducción que hagan debe ser menor que la de las naciones más ricas.

La clásica batalla se mantiene hasta ahora. India y Brasil se han negado a ningún tipo de negociación informal y exigen que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos se impliquen más en la reducción de las emisiones de CO2. A su vez los representantes chinos han expresado a los otros países implicados que no existen posibilidades de lograr un acuerdo vinculante, por lo que su propuesta pasa por elaborar "una breve declaración política".

La Unión Europea mantiene su oferta de llegar a un 30% de reducción de emisiones contaminantes y a desembolsar 10.000 millones de dólares entre 2010 y 2012 para financiar el esfuerzo de los países más vulnerables. Sin embargo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha reconocido su "decepción ante el bajo nivel de las negociaciones".

El mandatario francés, Nicolas Sarkozy, no tira la toalla y ha declarado que se niega a "contemplar un fracaso". Esa negativa tomará forma en el discurso que tiene preparado para esta tarde, antes de una conferencia de prensa conjunta con presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

TODOS PENDIENTES DE ESTADOS UNIDOS

El país norteamericano y la falta de cooperación de Barack Obama es el único punto en el que prácticamente todos los mandatarios están de acuerdo. China, India y Brasil han manifestado su rechazo a la idea de Estados Unidos de reducir en un 4% las emisiones respecto a 1990. Angela Merkel en la línea de los países emergentes ha declarado que “la actitud de Estados Unidos es decepcionante”.

Obama llegará el viernes a Copenhague y hasta el último momento no se conocerá la decisión norteamericana. No se esperan noticias positivas, ya que ha dejado claro que EEUU no puede reducir más sus emisiones, pero sí podría empeorar la situación. Algunos rumores afirman que el presidente estadounidense podría negarse a hacer ningún tipo de reducción hasta pasado un año, a cambio ofrecería más dinero. La única cifra la ha dado a conocer esta mañana Hillary Clinton quien ha anunciado que EEUU se sumará al fondo de 100.000 millones de dólares (70.000 millones de euros) anuales que las naciones industrializadas aportarán a las pobres a partir de 2020.

Mientras, John Kerry, ex candidato presidencial que ahora dirige la redacción de la propuesta de reducción de emisiones en la Cámara Alta estadounidense, ha amenazado a los mandatarios de la Cumbre, sugiriéndoles un acuerdo exitoso en Copenhague, ya que en caso contrario sería "extremadamente difícil" que los senadores y los diputados norteamericanos dieran el visto bueno a las nuevas normativas que obligan a reducir las emisiones de CO2 en EEUU.

“NOS ACUSARÁN DE SER LOS CULPABLES”

El G-77 está formado por el grupo de los 130 países más pobres del planeta. Entre ellos se encuentran los países emergentes (China, India y Brasil); 40 estados insulares, algunos de los cuales podrían desaparecer del mapa si el calentamiento global se dispara y sube de manera significativa el nivel del mar. Y a los países africanos, que demandan un acuerdo urgente para cobrar cuanto antes el cheque climático.

Por primera vez, este grupo ha dado un golpe sobre la mesa de los países ricos y han señalado las condiciones por las que no van a pasar. India ha anunciado que reducirá entre un 20 y un 25 %l a intensidad de la contaminación respecto a la producción total, aunque sin aceptar que ese objetivo sea legalmente vinculante. Pero el primer ministro indio, Manmohan Singh, también señaló que no aceptará luchar contra el cambio climático si esto implica perpetuar la pobreza de los países en desarrollo. “Reitero mi compromiso pleno para preservar y proteger el medio ambiente, pero la lucha contra la pobreza es mi prioridad”, afirmó Singh.

Los países africanos también se rebelaron contra las condiciones impuestas. Al ver que países como Australia o Japón intentaban eludir el Protocolo de Kyoto, los africanos abandonaron las reuniones ya que manifestaron que el acuerdo de Kyoto “debe prolongarse” ya que en él se obliga a los países ricos a reducir sus emisiones de CO2.

A su vez, Hugo Chávez, recordó el miércoles que las naciones desarrolladas deben reducir más sus emisiones por ser las más contaminantes: “Los 500 millones de personas más ricas del mundo generan el 50% de las emisiones de gases contaminantes del mundo, mientras que el 50% de los más pobres emiten sólo un 7%. Por ello, los países ricos asuman compromisos vinculantes claros y concretos”.

La dureza de las discusiones entre unos y otros, la intransigencia y la falta de acuerdo son algunas de las características de esta Cumbre descafeinada. La India teme que las decepcionantes negociaciones se usen en su contra: “Si no llegamos a un pacto las naciones ricas están listas para lanzar una campaña de propaganda para culpar a los países pobres del fracaso de la cumbre”, dijo el ministro indio de Medio Ambiente, Jairam Armes. “Esto es un error, es malvado. No es el momento de hacer recriminaciones mutuas”, añadió. “Es sólo cuestión de tiempo que empiece el juego”, ha dicho, y ha añadido que algunos países industrializados ya están acusando a los países pobres de impedir el acuerdo. El cruce de acusaciones hace olvidar el verdadero objetivo que les trajo a Copenhague.





Cumbre climática: del escepticismo al fracaso