miércoles. 24.04.2024
- 5.3.2009

Cristina Garmendia ha rechazado la demanda de realizar un referéndum sobre la reforma de la Universidad que supone el Proceso de Bolonia. Hacer esta consulta "con los alumnos actuales sería antidemocrático", porque la Universidad no es sólo de ellos, ha dicho la ministra en declaraciones a TVE. Garmendia ha añadido que "la Universidad pública es patrimonio de toda la sociedad", de los profesores, los alumnos, sus trabajadores, de los que pasaron por ella y de los que pasarán y que, por lo tanto, de llevarse a cabo una consulta, debería hacerse a toda la sociedad y no sólo a los estudiantes. En cuanto a la constitucionalidad de una convocatoria semejante, ha señalado que "la Constitución plantea la posibilidad de hacer referéndum en algunos casos especiales, pero este no lo es", y ha recordado que el Proceso de Bolonia ha sido "ratificado por unanimidad" varias veces en las Cortes, que representan a toda la sociedad española.

Sobre uno de los aspectos más polémicos de la aplicación del Proceso de Bolonia, la posibilidad de que las "becas-préstamo" acaben sustituyendo a las normales, Garmendia ha puntualizado que los préstamos-renta "de ninguna manera sustituirán" a las becas convencionales, sino que son un instrumento más dirigido a aquellas personas que superen los umbrales económicos y deseen una ayuda para cursar un máster. En cuanto a las becas convencionales, ha asegurado que “aumentarán en número y cuantía” y “se garantizará su portabilidad”, es decir, que si una persona becada en España quiere irse a París a estudiar, pueda hacerlo manteniendo la ayuda.

La ministra ha rechazado también las acusaciones de “mercantilización” de la Universidad que hacen los detractores de Bolonia, a quienes ha retado a que aporten datos que lo demuestren. La financiación, según Garmendia, es muy importante pero “no es lo único importante”. Ha recordado, además, que la matrícula que pagan los estudiantes es el 15% de lo que valen sus estudios. "El otro 85% lo pagamos con mucho gusto el resto de la sociedad con nuestros impuestos". Y a uuna pregunta sobre por qué habrá que "pagar por las horas que se estudia en casa", ha afirmado que "los estudiantes tienen que entender que lo importante es el valor del conocimiento que están recibiendo". El nuevo sistema que se implanta con Bolonia "pone al estudiante en el eje central, lo importante es quién aprende y cómo y no quien lo enseña.

Otro tema que preocupa es que España haya optado por un sistema de grados de cuatro años y master de uno o dos años. En otros países europeos los grados son de tres y los master de dos, lo que podría ser un problema a la hora de homologar títulos. Garmendia ha explicado que el sistema de Bolonia se basa en un sistema de confianza mutua. "Confiamos en que las agencias de calidad aprueban titulaciones que son homologables". En España, ha recordado, "la duración teórica no se correpondía con la duración práctica de los estudios". Algo con lo que Bolonia pretende acabar.

Cristina Garmendia rechaza celebrar un referéndum sobre Bolonia