viernes. 29.03.2024

La crisis del covid-19 se tradujo en un parón abrupto de la economía productiva y la movilidad. Mientras, en los hogares, la actividad se multiplicaba: niños y niñas, que vieron suspendidas sus clases, mayores y dependientes, que no podían contar con recursos especializados, incluso personas enfermas con síntomas relativamente leves de Covid-19 o con otro tipo de dolencias a las que se recomendaba no acudir a los hospitales: todas ellas pasaron a ser cuidadas en casa. Las medidas laborales que se ofrecieron, como el teletrabajo o la reducción de jornadas, no han sido fórmulas que hayan logrado paliar el duro impacto que esta situación ha tenido sobre las mujeres, especialmente. Como dice Mª Ángeles Durán: “es una buena oportunidad para repensar toda la estructura social y económica” y plantear “medidas de fondo” que permitan crear un “modelo en el que estemos bien todas y todos”.

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Ángeles Durán, una de las mayores expertas en el análisis del trabajo no remunerado y su relación con la estructura social y económica, hacía estas recomendaciones en una ponencia marco con la que se ha iniciado hoy una jornada virtual sobre trabajo y corresponsabilidad, titulada ‘Crisis de cuidados y Covid-19, el impacto laboral en las mujeres’, organizada por la Federación de Mujeres Progresistas.

Efectivamente, como se viene señalando, la pandemia ha puesto en evidencia desigualdades estructurales que ya existían. Pero además, “quien ha atendido esa nueva producción en los hogares han sido y son las mujeres”. La conciliación no existe, lo que se está produciendo es “la superposición”, explicaba la investigadora. “Es una situación que se debe solucionar a nivel general, con una negociación colectiva que no está clara para impedir esta destrucción del equilibrio".

"Algunas medidas no van a ser fáciles de implementar, sobre todo en la producción de servicios por y para los hogares, porque ahí no hay leyes ni sindicatos que puedan intervenir, la generación de conciencia colectiva es fundamental", advertía la socióloga haciendo un llamado a organizaciones y medios de comunicación.

La experta ha advertido que la salida no puede plantearse de tal modo que las mujeres vuelvan a asumir la carga. “No es desde el victimismo”, matizaba. “Nos viene una era de transformación tecnológica y tenemos que incluirnos”, afirmó, apostando por una “gran campaña de alfabetización tecnológica”.

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Tras la ponencia marco, Ana Rojas Marcos ha presentado el programa Cicla por la Igualdad, desarrollado desde el área de empleo de la FMP, con el doble objetivo de reducir brechas de género en el ámbito laboral y fomentar la igualdad en el empleo. “Nos preocupa cómo la crisis del Covid-19, al agravar desigualdades de género ya existentes, está teniendo un impacto en la salud biopsicosocial de las mujeres”.

Después, ha tenido lugar un diálogo en el que han participado Cristina Antoñanzas (@UGT_Comunica), vicesecretaria general de UGT, Judith Carrera (@OIT_ES) Consejera de la OIT para España y Carolina Elías (@sedoac), presidenta de la Asociación de Servicio Doméstico Activo (SEDOAC)

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Las tres expertas han aportado análisis y propuestas para responder a estos momentos excepcionales, pero sobre todo, para abordar cambios estructurales, en el ámbito del empleo y de los cuidados que, como explicaba Yolanda Besteiro, presidenta de Mujeres Progresistas al comienzo, es el interés de la jornada: "Esta crisis pone de relieve la importancia de servicios públicos y de contar con políticas públicas con perspectiva de género, proporcionar respuestas eficaces y apostar por la corresponsabilidad y por revalorizar y dignificar los cuidados".

Fuente e imágenes | AmecoPress

La conciliación no existe, lo que se está produciendo es la superposición