¿Adoptar o comprar un perro? El debate lleva años candente por la creciente responsabilidad en el trato de animales y por el contraste que hay entre ambas opciones. Son dos partes de una conversación que tienen tanto arugmentos a favor como argumentos en contra, y en las que la última palabra siempre recae sobre la persona que debe decidir. ¿Y qué escoger? Si no lo tienes claro, aquí te vamos a ayudar si quieres sumar un nuevo integrante peludo y de cuatro patas a la familia.
¿Por qué es mejor comprar un perro?
No son pocas las personas que defienden que comprar un perro es una opción tan válida como la adopción. De hecho, a nivel de legalidad, lo es totalmente y, en ocasiones, lo es incluso más que la adopción, ya que los criaderos deben cumplir con una serie de normas y permisos de lo más exigentes para garantizar el bienestar de las razas que crian. De hecho, cualquier persona con la intención de comprar un perro en madrid puede comprobarlo consultando a cualquiera de los criaderos especializados de la zona.
Por otra parte, la compra de una mascota da la posibilidad de poder elegir una raza específica, y tener la garantía de que es la que se busca, además de tener acceso al historial de salud, genética e incluso comportamiento del perro, ya que el criador debe facilitar esta información. Además, si se compra cuando es cachorro, se le puede criar desde pequeño para amoldar su comportamiento a las necesidades y costumbres que se tengan en casa.
No obstante, también cabe señalar que esta opción exige ser especialmente cuidadoso a la hora de criar al perro, ya que la irresponsabilidad puede generar problemas en su bienestar físico y emocional que pueden tener consecuencias graves. Además, hay razas con un coste muy elevado, y las que son puras pueden sufrir enfermedades genéticas por la endogamia que lleva a su perpetuación.
¿Por qué es mejor adoptar un perro?
La otra cara de este debate es la adopción de perros. El primero de los argumentos a favor de eta postura es la posibilidad de salvar la vida de un animal que ha sido abandonado o incluso maltratado, dándole una segunda vida con más cariño y bienestar, y ayudando a su vez a otros perros al dar algo más de margen a los refugios. Es una solución ética que frena la cría irresponsable y, sobre todo, frena las consecuencias del abandono de mascotas, aunque no termina de solucionarlo.
Los refugios suelen tener perros de todas las edades y razas, por lo que siempre hay cierto margen para elegir. Además, es una vía mucho más económimca, ya que los refugios suelen proponer una tarifa que se limita al coste de los cuidados, chequeos médicos y vacunación del animal. Por no hablar del nivel de compromiso social que se muestra al optar por la adopción.
Ahora bien, quienes adoptan pueden toparse con perros que tienen un pasado demasiado traumático, y no todo el mundo está preparado para gestionar algo así, además de posibles problemas de salud o pautas de comportamiento que fueran desconocidas. Es una muy buena forma de dar una nueva oportunidad a perros que no lo han tenido fácil, pero debe abordarse con responsabilidad y teniendo claro todo lo que implica.