jueves. 25.04.2024

Víctor, un joven de 19 años de Carabanchel (Madrid), que tiene las ideas claras, quiere estudiar un grado superior de Formación Profesional relacionado con la informática. Ha sido su pasión desde niño. Irene de 17 años de Terrassa (Catalunya), este año ha acabado el Grado Medio en Enfermería. Desde pequeña quiere ser forense, por lo que ha intentado matricularse para cursar el Grado Superior de Anatomía Patológica. Pero ni Ana ni Víctor podrán cumplir su proyecto, son parte de esos 17.976 chicos y chicas de la Comunidad de Madrid que han sido rechazados según un estudio de CCOO y de los más de 10.000 alumnos que pueden quedar sin plaza en un centro público en Catalunya según datos publicados por La Vanguardia. 

Es una muy buena noticia que este año se haya incremento la demanda para cursar Formación Profesional. 83.000 alumnos más en toda España, la mayor subida en una década

La alternativa que les ofrecen a estos jóvenes es matricularse en la privada y pagar, al menos, 3.000 euros de matrícula. La razón: no hay plazas públicas suficientes en la Formación Profesional para cubrir la demanda de este curso. El resultado de la mala política de los responsables políticos de ambas Comunidades Autónomas, con la consecuencia para los que no han podido acceder a la formación deseada, de abandonar los estudios o pagar tales matrículas en unos centros privados que han crecido como setas en los últimos años “suplantando la oferta pública en formato presencial y especialmente a distancia”.

Los datos son reveladores, los estudios de Grado Medio se han incremento un 82 % en seis años, durante los que ha aumentado el 30,9% de la matrícula en la pública y el 2.565% en centros privados. En Madrid el alumnado que estudia FP en concertados ha pasado del 27 % al 44% en apenas 10 años. En Cataluña el déficit estructural acumulado, con un abandono educativo temprano en la FP de Grado Medio, ronda el 40 %., ha publicado EFE, justo hace un mes.

El problema no es nuevo, viene sucediendo desde hace muchos años. Las administraciones de Madrid y Catalunya, como dos gotas de agua, no han sabido o querido responder al positivo y necesario aumento de la demanda de Formación Profesional cuando arrastramos un déficit de técnicos medios y superiores dramático para nuestra economía. Recordar que aún solo tenemos  el 12% de los alumnos que escogen FP, un porcentaje pequeño comparado con la media de la OCDE (21,8%) y de la UE (26,8%).

Es una muy buena noticia que este año se haya incremento la demanda para cursar Formación Profesional. 83.000 alumnos más en toda España, la mayor subida en una década. Pero seguimos aún con un retraso preocupante ya que solo el 25 % de la población activa española tiene cualificación media y ya sabemos que en el futuro inmediato más de la mitad de los trabajadores necesitarán de una capacitación intermedia según todas las proyecciones internacionales.

Con un 40% de desempleo juvenil, es una buena noticia que la Formación Profesional tenga mejor percepción, y por ello mayor demanda, por la expectativa de encontrar trabajo con mucha mayor facilidad. Que no se pueda satisfacer la demanda de Formación Profesional, mayor en barrios y localidades con niveles socioeconómicos bajos, es doblemente grave. Como lo es la falta de previsión para garantizar suficientes plazas públicas y gratuitas para los ciclos de formación profesional de grado medio y superior porque afecta a la población más vulnerable, a los y las jóvenes con mayor riesgo de exclusión social y de abandono de sus estudios. 

Para resolver este grave problema no valen parches, como lo es una escandalosa sobresaturación de alumnos en aulas, como se ha anunciado en Catalunya, que no garantizarán la mínima calidad educativa necesaria. Ni lo resolverá grandes proclamas al respecto, como la de Isabel Díaz Ayuso el pasado septiembre en Telemadrid, anunciando que: “el Gobierno regional se dispone a reformar la Formación Profesional en nuestra región. Vamos a revolucionar la Formación Profesional a partir de septiembre”. O la de Pere Aragonès hace unas semanas en Twitter: “Trabajamos para que la FP sea el motor del tejido empresarial, productivo y de servicios del país. El futuro está en las manos de los jóvenes”. 

La triste realidad es que los dos, tanto Pere Aragonès como Díaz Ayuso, merecen un suspenso como una catedral en Formación Profesional. 

Catalunya y Madrid, un suspenso en Formación Profesional