jueves. 25.04.2024

Casi uno de cada dos españoles (el 47,1%) piensa que la ética no debería poner límites a los avances científicos, mientras que el 41,1 por ciento opina lo contrario, según un estudio internacional sobre las aptitudes hacia la Cultura Científica llevado a cabo por la Fundación BBVA en once países distintos. En general, los españoles valoran muy positivamente la ciencia, aunque con algunas reservas.

De los once países analizados, España, junto a los Países Bajos, son los únicos países en donde una mayoría relativa de ciudadanos ponen a la ciencia por encima de los límites éticos, mientras que en el resto la mayoría piensa que la ética sí que debe poner límites a los avances científicos, especialmente en países como Dinamarca (un 71,6% opina así), Austria (71%) o Alemania (66,7%).

Para el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, esta valoración de los españoles tiene que ver con "el Estado del bienestar" logrado en los últimos años en España y que se atribuye, en parte, a los avances científicos. En este sentido, Pardo ha opinado que "cualquier límite" se percibe como algo que "no es positivo".

Asimismo, algunos avances científicos que son percibidos muy negativamente en la media Europea, en España son tenidos en cuenta de una manera menos crítica. Es el caso de la clonación de animales, los alimentos geneticamente modificados o los pesticidas.

Más consenso hay en todos los países respecto a si la religión debería poner límites a los avances científicos o no. El 72 por ciento de los europeos y el 69,4 por ciento de los estadounidenses piensa que la religión no debería limitar a la ciencia. En España, ese porcentaje es del 80,4 por ciento.

En general, la valoración que realizan los españoles sobre los diferentes aspectos de la ciencia tiende a ser "muy positiva", en línea con la media europea, según ha destacado Consuelo Perera, analista de la Fundación BBVA. Así, la mayoría de los españoles ven a la ciencia como un motor de progreso, destacando, en comparación con otros países, la valoración que se hace de su papel en la mejora de la salud y el medio ambiente.

LA CURACIÓN DEL CÁNCER, EN 25 AÑOS

Así, el 73 por ciento de los españoles cree que en 25 años será posible curar la mayoría de los cánceres, un 3,2 por ciento más que la media europea, mientras que el 69,1 por ciento opina que en ese periodo de tiempo se podrán eliminar antes de nacer los principales factores genéticos responsables de las enfermedades graves y un 62,7 por ciento está convencido que las energías renovables reemplazarán completamente al petróleo (frente al 57,5% de europeos).

También en España hay expectativas mucho más altas que el promedio europeo sobre las nuevas tecnologías: ordenadores, Internet y telefonía móvil. El 83,1 por ciento de los españoles opina que en los próximos años Internet mejorará sus vidas, frente al 67,1 por ciento de europeos y el 76,6 por ciento de estadounidenses. Lo mismo opinan sobre los ordenadores el 86,6 por ciento de españoles y sobre la telefonía móvil, el 82,3 por ciento.

Estas altas expectativas se entienden, según el director de la Fundación BBVA, por el cambio que ha experimentado España en los últimos años, "casi de la noche a la mañana", con avances "extraordinariamente positivos" gracias a la ciencia. Aunque esta rapidez también tiene sus "efectos secundarios", según ha explicado Pardo, que se traslucen en el elevado porcentaje de españoles que apoyan determinadas reservas a la ciencia.

RESERVAS AL PAPEL DE LA CIENCIA

Concretamente, los españoles son de los europeos que más creen, junto a los checos, que la ciencia ha hecho cambiar el estilo de vida con excesiva rapidez y los que más de acuerdo están con la idea de que "la gente estaría mejor si viviera una vida más sencilla sin tanta ciencia y tecnología". También, de los países europeos y Estados Unidos, son los que más consideran que los avances tecnológicos son uno de las principales razones del alto nivel de desempleo actual.

Según ha explicado Perera, este tipo de "reservas" a la ciencia están directamente relacionadas con el nivel de conocimiento científico, un indicador en el que España está junto a Polonia a la cola de Europa. "A mayor nivel de cercanía a la ciencia, nivel de conocimiento científico y estudios, aumenta las promesas y disminuyen las reservas hacia la ciencia", ha indicado.

LA LAVADORA, DE LO MÁS VALORADO

Por otro lado, el estudio analiza la opinión que hay en los países europeos y Estados Unidos sobre algunos de los últimos inventos científicos. En este sentido, los inventos mejor valorados son la lavadora, la anestesia, la bicicleta y la energía eléctrica producida por el sol. Mientras que los pesticidas, la modificación genética de alimentos y la clonación de animales obtienen valoraciones más negativas.

También el estudio recoge en otro capítulo la relación entre las explicaciones religiosas y científicas del hombre y el universo. En cuanto a este tema, el trabajo recoge diferencias significativas entre las opiniones de la mayoría de europeos y lo que creen en su mayoría los estadounidenses.

Así, mientras que una mayoría de estadounidenses (el 60,7%) sostiene que Dios creó a los seres humanos a su semejanza, en Europa prevalece la explicación de que los seres humanos evolucionaron a partir de otras especies animales (63,7%). En Estados Unidos también prima la idea de que el universo fue creado por Dios (59,3%) frente al Big Bang, a diferencia de lo que ocurre en Europa, en donde esta segunda teoría es apoyada por una mayoría del 52,4 por ciento.

En España, la explicación de la evolución es apoyada por el 64,9 por ciento, mientras que la postura religiosa es sostenida por el 20,2 por ciento. En cuanto a la creación del universo, el 18,8 por ciento opina que fue un acto divino y un 51,1 por ciento sostiene que se debió a una gran explosión sin intervención divina.

El 80% de los españoles piensa que la religión no debería limitar los avances científicos