El arquitecto Richard Sowa ha llevado a cabo este interesante proyecto en México. Desde 2008, después de varios intentos destruidos por las inclemencias del tiempo, ha conseguido vivir de manera casi autosostenible en esta pequeña utopía flotante. Esta isla artificial (con casa, piscina y vegetación incluida) esta soportada por bolsas llenas de botellas vacías de plástico. La estructura, en colaboración con carpinteros, fue hecha con pallets de madera y arena.
Living on my own floating island has been my dream for over two-decades
Aunque los primeros intentos fracasaron por estar demasiado expuesta a las dinámicas marítimas, la tentativa definitiva fue todo un éxito en parte por encontrarse en una laguna mas protegida. La casa consiste en tres pisos alimentados con paneles solares, tres duchas, una cocina, dos dormitorios y una lavadora que funciona con la energía de las olas. La casa es algo así como el sueño húmedo de los ecologistas. El cuarto de baño funciona como una máquina de compost seco ecológica. Para usar menos agua, recoge el agua de la lluvia, que es encauzada con conchas a modo de embudo.
La isla esta ampliándose a base de más botellas de plástico y Sowa pretende ser incluso mas independiente de la sociedad que le rodea, conectándose a ella solamente a través de un tubo para conseguir agua potable e internet. El dinero lo busca dónde puede, a través de la música, arte o donaciones voluntarias de visitantes ocasionales. Todo por mantener este utópico modo de vida.
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