jueves. 28.03.2024
caqui vengativo

Este caqui está en el huerto desde que yo gateaba. O sea, que si no es centenario no le faltará mucho. Como a mí.

Dio unos caquis grandes, casi colorados, dulcísimos, en prolija abundancia.

Se recogían y comían entre final de noviembre y poco antes de Navidad.

El problema era que, al no vivir aquí asiduamente, los caquis iban madurando y cayendo al suelo al no recogerlos nadie. Y era un auténtico escrache el que formaban al espachurrarse contra el suelo y ponerlo todo perdido. Sólo se podía limpiar con manguerazos a toda presión. Alguna vez algún caqui cayó sobré alguna camisa tendida y la mancha no se fue nunca pasando a arruinar la camisa.

Por si fuera poco, el ramaje del caqui era invasivo del todo. Se metían en la terraza de arriba, ocupaban parte del espacio destinado a tendedero de invierno y de verano.

Total, que estaba ya harto de la impertinencia y arrogancia del caqui y su molesta exuberancia a la puerta de la cocina y, como en un extremo del huerto hay otro caquis igual de prolijo pero sin molestar, pues le dije a los vecinos que lo talaran como pelaban antes a los chicos cuando entraban en quintas. Dicho y hecho; la motosierra lo dejó en el tronco pelado en apenas unos minutos. Ahí tienen la foto. Éste no da más por saco mientras yo viva, pensé a la vista de aquel tronco huérfano de todo ramaje.

La matanza del caqui con la motosierra fue hace apenas año y medio.

Volví hace unos días y no reparé en nada. En el huerto hay varias moreras muy frondosas que, en pleno verano, parecen querer encaramarse al cielo.

Pero, amigo, cuando me di cuenta, el caqui de marras estaba casi igual que hace año y medio cuando se le taló sin compasión. Tiene caquis, incluso, que ahora están verdes pero que al inicio del próximo invierno volverán a joder, en el sentido de molestar, como sus recientes antepasados.

Alucino. Parece un milagro o algo inexplicable. Aunque yo me temo que es una venganza del caqui en alianza estratégica con la Naturaleza. Quisiste exterminarme con violencia caquicida, pues aquí me tienes... pensé yo que pensará el caqui si los caquis pensaran.

Pero, por si acaso, no volveré a arrimarle la motosierra. A lo sumo, ladear alguna camisa tendida y extender un plástico grande para que los frutos vengativos no hagan mierda el suelo de la placeta cuando caigan.

No les oculto que estoy muy a gusto en Soledades. Casi a 1400 metros de altura el sol calienta lo suyo, pero si te pones a la sombra o buscas el amparo de los muros de la vieja y flamante casa o te quedas en blanco en el huerto, bajo las estrellas, hasta que el frío empieza a ser molesto … no hay calor insoportable que valga, aún aceptando que, lamentablemente, hasta aquí llegó el cambio climático.

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Me apetece contar historias tan mínimas como ésta. Pero no floto en este microcosmos de sueños infantiles, recuerdos y amigos a ras de suelo al margen de lo que está pasando. No podría aunque quisiera. Emito de tanto en tanto alguna píldora de esas de 15 o 20 palabras, me quedo tan a gusto y observo que tienen mejor acogida que los largos textos; pero no hay manera que asuma de una vez, y proceda en consecuencia, que lo bueno, y lo malo, si breve mucho mejor.

No obstante, no resulta muy estimulante salir a cruzarse con las pavadas de Feijóo, sus cantinfleos marianos y su impostura para ofrecernos un “cambio” que no es más que humo rancio y sabido. Y en el campo propio, creo, que las cosas se están haciendo bien desde el desastre andaluz y que el debate sobre el estado de la nación estuvo bien enfocado y supuso un momento de inflexión que debe sostenerse lo que queda de legislatura y encarar las urnas cuando lleguen con serenidad y confianza. Y ello a pesar de que ese canalla, manipulador y esbirro del PSOE -las perlas que le dedicaban las derechas a José Félix Tezanos, director del CIS- publique encuestas que sitúan al PP y a Feijóo punto y pico por delante del PSOE. Las derechas ya no lo insultan y exhiben los sondeos del objetivo y neutral Tezanos sin reparar en que éstos son meros brindis al sol cuando no hay elecciones a la vista y en que, si se adentraran en las tripas profundas de esos sondeos, no tendrían tantas razones para el triunfalismo.

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Pero, bueno, más triste y peligroso es lo que está pasando en Italia, donde se puede estar gestando una victoria electoral del fascismo a palo seco, cernida sin disimulo por esos dos enemigos de la Humanidad y la Democracia, Putin y Trump, con la colaboración de zombis locales de todo pelaje y común denominador antidemocrático y antisocial: Berlusconi, Salvini, una tía que queda a la derecha de Mussolini, un tal Grillo … Debemos confiar que ese gran país, nuestra Italia, que fue la más potente y organizada sociedad civil de Europa, saque fuerzas del corazón y la cabeza de sus partidos y expresiones progresistas y su potente movimiento sindical, para evitar el desastre que supondría para toda Europa una victoria del neofascismo en la tercera potencia de la Unión. Hasta Francisco, el Papa humano y progresista, espero y deseo que eche una mano.

El caqui vengativo y el pérfido Tezanos que erotiza a Feijóo