El nuevo alcalde del PP del Ayuntamiento de Córdoba, José María Bellido, ha dicho que tiene el propósito de reponer nombres de las calles franquistas que habían sido cambiadas por el PSOE, tras cuatro años de trámites y luchas.
Me detengo en la avenida Conde de Vallellano, por ser la que a mi me incumbe directamente. Como ya he escrito en numerosas ocasiones dicho monárquico franquista, Grande de España, delató a mi abuelo, el eminente cardiólogo Dr. Luis Calandre Ibañez, ante los tribunales franquistas, en el año 1939-40, lo que le supuso cárcel, multa y depuración.
Durante los cuatro años del mandato del PSOE en la alcaldía de Córdoba, se tramitó, a través de una comisión, en aplicación de la ley de la memoria democrática, el cambio de las calles franquistas, y se publicó un completo dictamen así como posteriormente un libro sobre lugares de la memoria.
Acabo de pasar por Córdoba, para hacer unas fotos de la Avenida del Flamenco, nuevo nombre que sustituye a Conde de Vallellano. Al principio de esta amplia y arbolada avenida, está el Hospital de la Cruz Roja, con su característica construcción, institución de la que fue presidente a nivel nacional el Conde de Vallellano, y desde donde apoyó claramente al franquismo.
Hablando con algunas personas de la ciudad, me di cuenta que, cuando les pregunté que les parecía que ahora volvieran a poner el nombre del Conde, en general decían, que les parecía un lío andar cambiando tanto de nombres.
Lo curioso, es que el alcalde (que tuvo apoyos de Ciudadanos y Vox), propone que se cambie, pero a Vallellano, quitando lo del Conde. Entre las excusas pone que Carmena en Madrid no quitó la calle que lleva el nombre de ese conde (que yo le solicité al principio de su legislatura), pero en cambio oculta que Conde de Vallellano, hace años que se quitó, de ciudades como Tarragona o Burgos.
El poner solo Vallellano demuestra que reconocen que el Conde de Vallellano, como tal, Fernando Suarez Tangil, carece de honores para presidir una de las principales avenidas de Córdoba. Algo habremos demostrado para que no se atrevan a repetir. De todos modos, no se puede permitir ahora, que vayan hacia atrás, ni siquiera con la triquiñuela de Vallellano.
Y lo mismo para las otras calles franquistas que se han cambiado. Sería una pena que una ciudad con tanta cultura, tuviera esas calles que le darían de nuevo un aire franquista, muy malo para su promoción internacional.
