- El miedo
- Dos tipos de miedo
- Emociones
- La razón
- Gerascofobia
- El caso de Cheslie Kryst
- Asumir el paso del tiempo
El miedo
El miedo es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto.
Es una emoción que proviene del rechazo primario al riesgo o a la amenaza que se presenta en todos los animales, incluido el hombre.
Dos tipos de miedo
Fundamentalmente hay dos tipos de miedo. Los innatos, y los adquiridos.
Los primeros se heredan por la especie y están en los genes y su función es alertar del peligro y de las amenazas para asegurar la supervivencia.
Dentro de los miedos innatos, hay una categoría que se refiere a los miedos “preparados”. Estos miedos no están activos al nacer, pero tienen la tendencia a accionarse rápidamente bajo determinadas circunstancias.
Los miedos más comunes de este tipo son los miedos a las arañas, serpientes, alturas y lugares cerrados, y se presentan en todas las culturas.
Los miedos aprendidos se generan debido a determinadas experiencias particulares que experimenta una persona y que le generan un miedo a un estímulo determinado.
Emociones
En el reino animal todos aprenden a tener miedo de aquello que les causa dolor o sufrimiento.
Los seres humanos también han aprendido no sólo a tener miedo de aquello que nos puede causar dolor físico, sino también de aquello que nos causa dolor emocional como humillación, culpa, desesperanza, arrepentimiento entre otros.
Ya Charles Darwin en su libro “La expresión de las emociones en los animales y en el hombre” (1872), propone seis componentes universales que articulan las emociones, tomando como emociones principales, la alegría, que estimula y el miedo, que supone la evitación.
Entre ambas emociones fundamentales, sitúa la sorpresa (que va del asombro a la distracción), el asco (de la aversión al aburrimiento), la tristeza (de la desolación a la melancolía), y la ira (de la furia al fastidio).
Estas emociones básicas considera Darwin que son combinables.
La razón
Tras la lectura de esta obra darwiniana, Freud considera que las emociones influyen en la capacidad de actuar racional de los seres humanos, hasta tal punto, que la conciencia ha evolucionado porque los organismos dotados de ella podían sentir las emociones y lejos de entorpecer nuestras decisiones, las favorecen y nos ayudan a evitar el peligro y a aproximarnos a posibles fuentes de placer.
Gerascofobia
El miedo al envejecimiento, conocido también como gerascofobia, es un temor asentado en nuestro tiempo y en nuestra sociedad.
El miedo al envejecimiento tiene causas evidentes como el temor a no haber hecho todo lo que se quería, la idealización de la juventud, la dependencia y falta de movilidad, o el peso del pasado por encima de lo que aún nos queda por vivir, entre otros.
Evidentemente, cuando uno se hace mayor corre el riesgo de empezar a perder la memoria, ver marchar a los suyos y mostrar signos de la edad como las arrugas, pero no tiene por qué ser síntoma de debilidad o fragilidad, sino todo lo contrario, de experiencia y sabiduría.
Todo depende del prisma desde el que se mire y cómo se enfoque. Por otro lado, el estado, tanto físico como mental, de una persona mayor puede distar mucho de un individuo a otro.
El caso de Cheslie Kryst
A veces, este miedo irracional a envejecer, en la sociedad occidental, conlleva a casos como este que le pasó a Cheslie Kryst, modelo, abogada defensora de los derechos humanos y Miss Estados Unidos.
En marzo de 2021 escribió un editorial para la revista Allure en el que hacía evidente su miedo a cumplir 30 años.
“La sociedad nunca ha sido amable con quienes envejecen, sobre todo con las mujeres (se hacen excepciones ocasionales para algunas de las ricas y algunas de los famosas)”.
Con 28 años, Cheslie había sido la mujer de mayor edad en ser proclamada Miss Estados Unidos.
Esa presión por mantenerse joven y perfecta, el miedo a hacerse mayor condujo a Cheslie a lanzarse al vacío desde un edificio en Manhattan el pasado mes de enero de 2022. Antes había dejado un inquietante mensaje en su perfil de Instagram: “Que este día te traiga descanso y paz”.
Asumir el paso del tiempo
Asumir el paso del tiempo es una cuestión de actitud. Aunque el tiempo pasa para todos, no afecta a todos de la misma manera y la actitud suele jugar un papel importante.
Así, entender el envejecimiento normal como un privilegio que ha regalado la vida, y por tanto, tener la ilusión y ser consciente de que la persona mayor es una reserva de saber por su experiencia, cuestiones que alimentan la autoestima en esta etapa de la vida.
Ese “enemigo” que parece el tiempo ayuda a asumir el proceso del envejecimiento, a aceptar que no nos hemos hecho mayores de hoy para mañana.
Vivir el presente debería ser el lema de la persona mayor, el pasado quedó atrás, el porvenir todavía no está, vivamos el presente, pero el presente es más cálido si se vive acompañado en esta etapa, como en cualquiera otra.
Por último, compartir esta reflexión de Igmar Bergman:
"Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”.
