viernes. 19.04.2024
ancelotti

Siempre admirador de Italia, no me cuesta serlo también de mi tocayo Ancelotti por dos rasgos que lo son también de su país: la capacidad para reaccionar con acierto a los cambios en el contexto y la serenidad para argumentar incluso en los momentos en los que el ruido amenaza con tragarse todo.

Así como la Italia que muchos daban por perdida no se ha hundido en la crisis y ha razonado colectivamente para tener hoy un buen gobierno, Ancelotti supo ante el Celta y ante los periodistas en la posterior rueda de prensa hacer lo que debía.

Primero, provocando un roto por las bandas a los gallegos cuando no se tenían en pie, tras más de sesenta minutos poniendo el autobús, al sacar a Bale y a Jesé. Segundo, dando a los redactores ante los micrófonos y las cámaras una buena lección de fútbol frente a tantas preguntas cargadas de salsa rosa y olvidadizas con el resultado y con los dos penaltis a favor del Madrid que el árbitro (el Álvarez Izquierdo de siempre) no pitó a pesar de que fueran tan claros que hasta los comentaristas de Canal Plus, que ya es decir, los cantaron como evidentes.

Por ejemplo: un jugador decisivo no tiene por qué empezar a jugar desde el minuto 1, es más, puede ser eso –decisivo- porque entra cuando debe. Está siendo el caso de Jesé y de Bale, a la vista está. Pero no, que salgan desde el principio para que las defensas contrarias (habitualmente encerradas en el área contra los blancos) puedan terminar el partido a la pata coja. En fin…

Pero vuelvo a las preguntas, tan olvidadizas que a Carlo solo le faltó para terminar la rueda de prensa lo que yo hubiera hecho en su lugar: recordar que el Real Madrid había goleado 3-0 al Celta, hecho que pasaba desapercibido para los preguntones.

Al Madrid siempre se le tratará con un doble rasero. Para muestra, un botón: la sección de deportes de El País titula “Juega el Celta, golea el Madrid” (cuando los de Vigo solo tuvieron un par de contras y luego resistieron meritoriamente frente a un Real bastante despistado y lento) y, al lado, “Pizzi y Simeone, pasión por el fútbol”. Juzguen.

Solo he visto dos partidos este fin de semana de Reyes: Málaga-Atlético de Madrid y Real Madrid-Celta. Seré sincero: en el primero los rojiblancos estuvieron fatal, no merecieron ganar y lo consiguieron gracias a un gol hijo del barullo en el área contraria. Pero su resultado no mereció más que elogios a su capacidad de resistencia. Por el contrario, la goleada del Madrid (merecida, aunque no jugaran bien) ha sido motivo de un diluvio de reproches.

Ahora, guste o no este año no es como el pasado y la Liga la puede ganar cualquiera de los tres primeros, cualquiera, para mayor entretenimiento de la afición.

Ancelotti acierta