jueves. 28.03.2024
León Tolstói

Tal como introduje en el primero, segundo y tercer artículo sobre esta temática, una de las características básicas del enfoque existencial, es que es un enfoque dinámico, es decir que dentro del ser humano hay una serie de fuerzas en conflicto, y que pensamientos, emociones y conductas son fruto de estas fuerzas en conflicto.  Recuerdo que hay cuatro conflictos básicos en el paradigma existencial: la libertad/responsabilidad, el aislamiento, la carencia de sentido vital y la muerte. 

En este artículo vamos a analizar el conflicto de la muerte y su relación con la pandemia COVID 19.

El miedo a la muerte ocupa un lugar preponderante en nuestra experiencia interna, es el pensamiento que más nos atormenta y persigue a lo largo de la existencia, siendo fuente primordial de angustia.  La vida y la muerte son interdependientes, no existe una sin la otra. Una de las verdaderas más indiscutibles de la existencia es que todo se desvanece y que la desaparición de las cosas nos produce miedo.

En Guerra y Paz Tolstoi refleja de forma magistral, como el enfrentamiento a la muerte puede provocar un cambio radical en la persona. El punto crucial de esta novela es cuando a Pedro el protagonista, es capturado por las tropas de Napoleón y se le condena a morir fusilado por un pelotón. Ahí es cuando el protagonista observa al ser el sexto de la fila, como van muriendo los demás, salvándose él en el último momento, a partir de este punto su vida se trasforma y empieza a tener significado, entregándose a los demás. En su obra La muerte de Ivan Illic, Tolstoi nos muestra a un Illic que a raíz de una grave enfermedad con carácter terminal, pasa de ser un funcionario gris, sin ningún propósito ni significado en su vida, a tener también propósito y significado como Pedro en Guerra y Paz, de tal manera que en sus últimos días de vida alcanza un nivel de integración con su entorno como jamás antes había tenido antes.

En un estudio con una amplia muestra de pacientes con experiencias muy cercanas a la muerte, el 23% de ellos  habían adquirido una conciencia clara de que la vida es corta y vale la pena vivirla, mayor responsabilidad hacia el medio ambiente, gran capacidad para disfrutar  cada momento y un fuerte deseo de disfrutar de todo antes de que sea tarde. 

Así mismo, pacientes con cáncer avanzado, siendo conocedores de ello, sufren una trasformación muy similar a lo ocurrido con los protagonistas de Tolstoi. El miedo a morir, es un miedo absolutamente humano. Para Freud, el germen de la vida social se forma alrededor de la muerte. El ser humano forma núcleos sociales por el miedo de sentirse finito. 

Para Hegel, la historia de la humanidad no es otra que la narrativa que hace el hombre de la muerte.

Ante esta conciencia de ser con final inexorable, los filósofos más notables del pensamiento existencial como Jasper que  lo interpreta como fragilidad del ser o  Kierkegaard habla de temor de no ser o Heidegeer sugiere que es la imposibilidad de posibilidades posteriores.

En un estudio interesante en UCLA (USA), con un grupo de estudiantes de medicina se concluyó que los estudiantes que habían perdido a su progenitores tenían más ansiedad ante la muerte y los que tenían creencias religiosas menos angustia ante este conflicto existencial.

Otro aspecto de interés en los estudios existenciales de la muerte es la figura del salvador, que no es necesariamente la figura de un ser sobrenatural, a veces es un líder o una causa trascendente. Durante miles de años el ser humano ha controlado el miedo a la muerte, incluso renunciando a su libertad, por abrazar a una causa personificada o  un ideal.

Por tanto, es fácil extrapolar que los pacientes de COVID 19 en situación de gravedad y miedo ante la muerte, no se apartan de estas formas de comportamiento. En estos pacientes la angustia consciente ante una situación límite les aleja  de las preocupaciones habituales y triviales y les lleva a una situación y una perspectiva radicalmente diferente, de tal manera que se pasa de la incertidumbre de como son las cosas a la admiración por el hecho de que sean. 

Y ante esta situación cuales pueden ser los puntos de apoyo para este paciente que se enfrenta a la muerte?. Uno de los pilares de apoyo más importantes es la satisfacción vital, entendida como que cuando ha habido una vida satisfactoria, el hecho de la muerte es mucho menos penoso

Así sobre la satisfacción vital, Nietzsche en una de sus habituales hipérboles afirma: “Todo aquello que ha alcanzado la perfección, la madurez, busca la muerte. Lo que no ha llegado a madurar busca la vida”. 

Por último, siguiendo a Epicureo: “cuando tu eres, tu muerte todavía no es, cuando tu muerte sea, tu ya no estarás. Así que, para este filósofo no habrá un momento de encuentro entre la persona y su muerte, ambos se esquivan como en el juego del escondite hasta el final.

Análisis existencial de la pandemia Covid 19 (IV)