viernes. 19.04.2024
¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? (óleo de Paul Gauguin, 1897)

Tal como introduje en el primero y segundo artículo sobre esta temática, una de las características básicas del enfoque existencial, es que es un enfoque dinámico, es decir que dentro del ser humano hay una serie de fuerzas en conflicto, y que pensamientos, emociones y conductas son fruto de estas fuerzas en conflicto.  Recuerdo que hay cuatro conflictos básicos en el paradigma existencial: la libertad/responsabilidad, el aislamiento, la carencia de sentido vital y la muerte. 

En este artículo vamos a analizar la carencia de sentido vital y su relación con la pandemia COVID 19.

Hay una serie de preguntas que nos hacemos a diario, ¿qué sentido tiene mi vida?, ¿para qué y porqué tenemos que vivir?.  Mi hija a los doce años, un día me dijo, ¿papá si tenemos que morir para qué vivir?. 

Vamos a plantearnos en primer lugar el problema del significado. El ser humano necesita significados como metas, valores o ideales, pero por otro lado no hay un significado absoluto. ¿Además en un mundo globalizado como en el que vivimos, que en mi opinión carece de significado, como puede una persona encontrarlo?. Significado es sentido de la vida Por tanto estamos en un mundo globalizado carente de significado, de significado cósmico. Frente a este significado debemos buscar el sentido de mi vida, lo que se ha denominado significado terrenal.

Se ha considerado que dentro de la teoría de la motivación de Maslow la autorrealizacción es una potente fuente para el significado individual o terrenal. Consistiría en la lucha de cualquier persona por realizarse tirando de todos sus potenciales. Hay dentro de este paradigma una jerarquía de motivaciones básicas para la supervivencia, son las fisiológicas.

Pirámide de Maslow (Tomado de economipedia)

Y una vez satisfechas las necesidades básicas entran en juego la necesidad de satisfacer las superiores, y en el vértice de la pirámide está la autorrealización integrada por una serie de necesidades que asientan en el pensamiento, como son la meditación, el saber, la belleza, la creatividad, la armonía…

Que ocurre cuando en una situación vital, como esta pandemia que padecemos, se cuestiona el significado terrenal y aparece el conflicto existencial?. Hay dos reacciones básicas, o bien se profundiza en una carencia de sentido vital previo de cada persona, o bien se buscan nuevos significados.

Veamos la primera reacción. La pérdida de significado previo de cada persona, al acontecimiento de una crisis como ha sido la pandemia Covid 19, es fruto de un desarrollo personal, pero también del efecto contagio de una sociedad occidental con una pérdida de los valores de una reciente época pasada y lo que es más grave, la no creación de unos valores nuevos o una sumación de valores pasados que todavía pueden ser válidos, junto a otros nuevos, que se requieran por la rápida evolución de la sociedad moderna. Con esta falta de valores y por tanto de significado terrenal, es difícil enfrentarse y gestionar a nivel emocional por cauces adaptativos una situación crítica como la que padecemos. Esto explica entre otras razones, la falta de responsabilidad individual que se observa en el comportamiento de algunas personas en esta pandemia, a pesar del freno punitivo institucional.

En segundo lugar voy a analizar la posibilidad de desarrollar nuevos elementos que contribuyan a dar sentido vital, a raíz de la vivencia de estado de crisis pandémica global.

El ciudadano actual del mundo occidental, sobre todo a nivel urbano e industrializado se enfrenta a la vida sin un sentido vital espiritual, que además ha perdido su conexión con el mundo de la naturaleza. Este ciudadano, que antes de esta pandemia, caminaba por ejemplo a nivel laboral, a reivindicar la jornada laboral de 30 horas y por tanto con un mayor tiempo libre, tiene quizás demasiado tiempo para pensar para plantearse preguntas desasosegantes, y muchas veces el trabajo se ha vuelto alienante por su forma y a veces por su fondo. 

De las investigaciones psicológicas en este campo, me gustaría mostrar los resultados de un estudio realizado en la universidad de Standford, que resalta que tienen un sentido vital positivo las personas con profundas creencias espirituales, valores de trascendencia de uno mismo, la pertenencia o colaboración con organizaciones con fines altruistas; y por último en este estudio se observa que los significados vitales varían a lo largo de la vida del individuo. Es decir, sobre estas líneas básicas, el individuo actual debe ir buscando significados a lo largo de su proceso vital.

Por último, siguiendo a Luigi Pirandello, en su obra teatral seis personajes en busca de autor, en la que se nos muestra que cada personaje es autor de su propio relato. No hay ningún autor que escriba el texto de nuestra existencia.

Análisis existencial de la pandemia COVID 19 (III)