viernes. 29.03.2024
sanidad publica andalucia
Imagen: Paradigma.org

El comentario inicial es que no debemos, no queremos y no podemos ser ingenuos y dudar de las políticas sanitarias que va a desarrollar el nuevo gobierno andaluz, compuesto por un pacto del Partido Popular y Ciudadanos con el apoyo imprescindible de Vox. La historia nos avala. En las Comunidades Autónomas en las que el Partido Popular ha gobernado con mayoría absoluta (Madrid, Valencia o Galicia), las privatizaciones y el desmantelamiento de los Sistemas Sanitarios Públicos ha sido demoledor. Para ello han seguido la clásica estrategia de previamente deteriorar la organización y la asistencia pública para después proponer a la privada como la única alternativa. La mayoría de la ciudadanía no es consciente de estos procesos, y lo que quiere es ser atendida de forma rápida y aparentemente correcta.

Donde el PP ha gobernado con mayoría absoluta, las privatizaciones y el desmantelamiento de la sanidad pública ha sido demoledor

Lo siguiente que podemos destacar, tras los primeros seis meses del nuevo gobierno, es la tremenda tendencia a la publicidad engañosa y la utilización de aspectos parciales sobre datos oficiales para llegar a conclusiones que nada tienen que ver con la realidad. Son campañas publicitarias masivas que parten del Consejero de Salud y se transmiten a tod@s l@s Delegad@s Territoriales. Ejemplos de los mismos:

  1. A los pocos días de tomar posesión el Consejero de Salud, transmite a la población unas cifras distorsionadas de las listas de espera, en la que entra todo tipo de “espera”, incluyendo tanto las correctas como las revisiones programadas. El motivo está claro, estas fake news, en castellano “noticias falsas”, o mejor, “mentira organizada que pretende confundir a la población menos informada”, justificará la masiva concertación con clínicas privadas. De hecho, tenemos constancia que las reuniones en ese sentido han sido masivas.

  2. A las pocas semanas se anuncia a bombo y platillo un Plan de Choque contra las listas de espera. Ni en los hospitales ni en Atención Primaria saben nada de ese plan. Lo que han puesto en marcha son nuevas “peonadas”, es decir, que los mismos que trabajan por las mañanas, prolonguen sus horarios laborales por las tardes. Esta decisión, que ya la tomaron gobiernos socialistas, no consigue mejorar nada las listas de espera, además de que provoca tendencias perversas: la actividad por las mañanas disminuye y aumenta por las tardes, lo que conlleva una productividad económica sobreañadida. La Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas ha mostrado su rechazo a esta estrategia.

  3. Otra decisión inmediata ha sido derogar la subasta de medicamentos que existía en Andalucía. La subasta anual de principios activos  había conseguido que las ganara quién ofertara el menor precio y no como era la regla, que las multinacionales imponían precios abusivos y progresivos. De hecho, empresas auditoras independientes a nivel nacional proponen sin dudas que estas subastas se implanten en todo el territorio nacional.

  4. En Andalucía existía el complemento mensual de exclusividad: es decir, aquellos profesionales que trabajaban exclusivamente en el sistema público recibían un incentivo económico. El nuevo gobierno ha derogado esta norma y la ha extendido a todos los profesionales. Es decir, los que no tienen un desarrollo laboral exclusivo en la pública por trabajar de forma paralela con la privada, también cobran el complemento de exclusividad. Obviamente se han visto obligados a modificar el concepto.

  5. Han decidido incluir en los Distritos Sanitarios a Hospitales y Centros de Atención Primaria. Es decir, no existirán equipos directivos en los recursos no hospitalarios. Ya sabemos que el pez grande se come al pequeño. La Atención Primaria recibe otro ataque que conseguirá perseverar en su deterioro actual.  

  6.  La previsión inmediata del gobierno andaluz es derogar la norma de incompatibilidad que existe actualmente para cargos intermedios de trabajar en el sector sanitario público y privado. La perversión perfecta.

  7. Los presupuestos aprobados por el nuevo gobierno para este año reinciden en los recortes en la sanidad pública (contienen menos de 500 millones de € con respecto al presupuesto de 2009). Además consagra un aumento de la inversión en las partidas destinadas a las grandes empresas privadas (farmacéuticas, material sanitario y conciertos con clínicas privadas).

Es necesario recordar que con el gobierno socialista previo, el deterioro del Servicio Andaluz de Salud era una realidad dramática: habían recortado más de 8000 millones de euros en los presupuestos sanitarios actuales desde el año 2008 hasta la actualidad, más de 7000 profesionales sanitarios perdidos en estos últimos diez años, la cobertura de jubilaciones, de bajas prolongadas por enfermedades, etc , ha sido del 10%. De cada 100 profesionales que suspendían su actividad asistencial se cubrían sólo diez. La Atención Primaria está al límite soportable, con una ambulatorización progresiva. Las Unidades de Gestión Clínica se han degradado de forma escandalosa: los objetivos por los que se cobran las productividades se basan exclusivamente en el ahorro económico sin medir las repercusiones clínicas. El hastío y la desmotivación de la mayoría de los profesionales sanitarios han llegado a niveles preocupantes. Nuestra organización se ha posicionado a favor de la derogación de las Unidades de Gestión Clínica.

sanidad andalucia

El mayor déficit que soporta la ciudadanía son las terribles listas de espera para todo tipo de conceptos. Esperas para ser atendido por primera vez, esperas para exploraciones complementarias diagnósticas, esperas para confirmar los hallazgos clínicos, esperas para recibir los tratamientos necesarios, etc. Con esta dinámica, que dura hace muchos años y que además crece progresivamente, la atención clínica que recibe finalmente la persona afectada es inadmisible porque en muchos casos se incluye el riesgo para su salud.

La consecuencia directa e inmediata es que la mayoría de la población que tiene los recursos económicos suficientes contrata una empresa privada para compartir la atención clínica. Si aparece un problema grave de salud, entonces no hay dudas, acudir de inmediato al Servicio Sanitario Público. Los sectores sociales que no pueden costear ese sobregasto quedan marginados de una asistencia digna y eficaz. Es un retroceso histórico, reaparece la situación de personas pudientes bien atendidas y beneficencia con marginalidad. Increíble pero cierto.

A pesar de estas razones, no podemos opinar que la situación actual sea mucho peor a la previa. En el Plan del Verano de 2019 han vuelto a decidir aberraciones de gestión como el cierre de camas hospitalarias con la excusa de obras de mantenimiento que no se corresponden con la realidad, enlentecimiento de la actividad de recursos tanto en quirófanos, como en Servicios Centrales, lo que va a conllevar un obvio aumento de las listas de esperas, ya insoportables, que sufre la población desde hace años. El objetivo real es claro, la no sustitución de todos l@s trabajador@s que toman sus vacaciones reglamentarias veraniegas.

El gobierno andaluz actual no cree en el sector público y defiende el eufemismo de la colaboración público-privada que, en la práctica, siempre ha consistido en el parasitismo y la fagocitación de lo privado frente a lo público

El hecho de que este verano no sea peor que los años anteriores, es una circunstancia que debería hacer recapacitar al gobierno socialista previo y al partido político que lo sostuvo.

A modo de conclusiones, el deterioro de la Sanidad Pública continúa y no se prevén políticas que la haga mejorar sino la apuesta será derivar fondos públicos a empresas privadas para paliar o parchear estas deficiencias, especialmente mediante la desviación progresiva de las personas que esperan a clínicas privadas para ser atendidas. La finalidad es el desmantelamiento del Sistema Sanitario Público y su sustitución por fórmulas de gestión privada de los recursos públicos. Es la misma historia que ocurrió en el Reino Unido en la década de los ochenta del siglo pasado, que, teniendo un National Health Service que era una referencia para el mundo, las políticas neoliberales de Margaret Thatcher lo desintegró y todavía hoy no ha recuperado su nivel previo, por desgracia para la ciudadanía, claro está sobre todo a los sectores más desfavorecidos.

El gobierno andaluz actual no cree en el sector público y defiende el eufemismo de la colaboración público-privada que, en la práctica, siempre ha consistido en el parasitismo y la fagocitación de lo privado frente a lo público. Por supuesto, si el negocio no marcha bien y hay una debacle económica, se rescata con dinero público. Son hechos y no opiniones. Por ello, no hay circunstancias que supongan prever un futuro esperanzador.

La movilización social y ojalá la profesional es hoy más necesaria que nunca. Las Mareas Blancas y la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía trabajarán, como llevan haciendo muchos años, defendiendo el Sistema Sanitario Público, que hoy está más en peligro que nunca.


Lola Martínez Ruiz y Antonio Vergara de Campos | Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía | Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas

Análisis del estado actual de la sanidad pública en Andalucía