viernes. 04.10.2024

El amor por el conocimiento y el aprendizaje es una fortaleza de carácter que distingue a las personas que se encuentran intrínsecamente motivadas por aprender y que no buscan el aprendizaje por el resultado de este sino por el proceso.

En una somera revisión histórica sobre la filosofía del conocimiento encontramos:

  1. En la Grecia Clásica
  2. Edad Media
  3. Renacimiento
  4. Modernidad
  5. Siglo XIX
  6. Siglo XX

En la Grecia Clásica

Platón sostiene que conocer es recordar, a través de su teoría de la reminiscencia planea que la verdad está escrita en el alma, lo cual favorece el recuerdo. A diferencia de Aristóteles que dice que el hombre nace sin saber nada, se parece a un papel en blanco donde el alma empieza a construir sus conocimientos.

Platón recupera la Ética intelectualista de Sócrates, para él el conocimiento y la virtud son lo mismo, la virtud es el medio para realizar el Bien, puesto que a través de la sabiduría y la purificación del alma se hace el Bien; en cambio para Aristóteles el bien lo determina cada sujeto mediante el ejercicio de la educación.

Platón habló fundamentalmente de cuatro virtudes que son: la prudencia, la fortaleza, la templanza y la justicia. Todas éstas, en su conjunto, están orientadas al conocimiento del Bien. Aristóteles por su parte trata a las virtudes como contenidos del alma, a la parte racional del hombre que se divide en intelecto y voluntad, clasifica a las virtudes en éticas y en dianoéticas (intelectuales). La educación para Platón es transitar de la realidad sensible a la inteligible, entendida como un proceso de transformación interior que va orientado al conocimiento de sí mismo; la enseñanza está dirigida a la “forma” o “idea” originaria del alma, al desarrollo de potencialidades, por tanto, enseñar es guiar por el camino de la reflexión para que el sujeto le dé forma a su alma. La enseñanza es entendida como una acción ejercida desde fuera.

La virtud del amor por el conocimiento y el aprendizaje es una fortaleza por la cual la persona se implica cognitivamente en una actividad

Edad Media

Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, Ockham. El conocimiento humano es, sobre todo, conocimiento de la naturaleza en tanto que creada por Dios. Lo importante es el modo de conocimiento, por eso se habla de los métodos de enseñanza (el trivium y el quadrivium, que después se sustituirán por la lectio y la quaestio).

Renacimiento

Autores mecanicistasGalileo. El conocimiento de la naturaleza es lo único posible y lo más importante. El universo es concebido como una enorme máquina. La clave está en descubrir las leyes que regulan los fenómenos naturales y en expresarlos en lenguaje matemático. Autores vitalistasParacelso. La naturaleza es como un gran organismo con fuerzas internas que le proporcionan la vida. El conocimiento exige estar inmerso dentro de ese orden y comprenderlo desde dentro.

Modernidad

Autores racionalistasDescartes. El conocimiento debe basarse exclusivamente en la razón humana, puesto que los sentidos nos engañan. Lo único de lo que podemos estar seguros es de los resultados de nuestro pensamiento regido por lógicas. Autores empiristasHume. El conocimiento tiene una fuente segura en los datos de la experiencia sensible. Sólo ellos proporcionan información fiable sobre el mundo. Ir más allá de lo que nos ofrecen nuestros sentidos supone imaginar cosas. Empirismo + RacionalismoKant. El conocimiento no puede trabajar sólo con los datos de la experiencia porque los sentidos son engañosos. Pero tampoco puede prescindir totalmente de ellos porque quedaría encerrado en su propia mente. Por tanto, conocemos los datos sensibles sobre los que proyectamos las categorías de nuestro entendimiento. El conocimiento es para Kant el pensamiento verdadero de una síntesis de representaciones unificadas en un objeto; de una determinación temporal, empírica o a priori, de las representaciones empíricas conforme a reglas subjetivas a priori. Kant plantea que el origen del conocimiento está en el sujeto, pero el comienzo está en la ocasión, en la experiencia. Si está en el sujeto, participa el tiempo (como se demuestra en la primera parte de la síntesis), luego la conciencia del tiempo nos manifiesta la apercepción trascendental.

Siglo XIX

Revolución industrial: Marx. El conocimiento es, sobre todo, algo que permite la transformación del mundo. Conocer es aplicar. HistoricismoDilthey. Se puede elaborar la historia del conocimiento y ese estudio es también conocimiento. PositivismoComte. El conocimiento se debe basar en hechos, sólo ellos pueden darnos la clave del auténtico conocimiento. Y con los hechos se puede hacer una reforma de la sociedad.

Siglo XX

FenomenologíaHusserl. El conocimiento humano es objeto de análisis cuidadoso desde la misma experiencia fenoménica del conocimiento, intentando describirlo en sus elementos más básicos. RelatividadEinstein. La teoría de la relatividad y el principio de incertidumbre generan desconfianza en las verdades absolutas. El conocimiento es relativo. Sociología del conocimientoScheler. El conocimiento es dependiente de los elementos sociales y culturales del contexto analizado

Desarrollar amor por aprender nos permite ser más flexibles, adaptables y superar los retos que enfrentamos día a día. La virtud del amor por el conocimiento y el aprendizaje es una fortaleza por la cual la persona se implica cognitivamente en una actividad.

Una consecuencia motivacional muy importante de esta virtud es que ayuda a la gente a persistir frente a contratiempos, desafíos, y experiencias negativas. El amor por el aprendizaje describe un proceso de toma de contacto con nueva información y habilidades que es generalmente positivo y que puede soportar las frustraciones de la dificultad y el feedback negativo. Esta virtud debe cuidarse si se quiere mantener a lo largo del tiempo.

La virtud del amor por el conocimiento y el aprendizaje es una fortaleza por la cual la persona se implica cognitivamente en una actividad. Una consecuencia motivacional muy importante de esta virtud es que ayuda a la gente a persistir frente a contratiempos, desafíos, y experiencias negativas.

El amor por el conocimiento y el aprendizaje describe un proceso de toma de contacto con nueva información y habilidades que es generalmente positivo y que puede soportar las frustraciones de la dificultad y el feedback negativo. Esta virtud debe cuidarse si se quiere mantener a lo largo del tiempo.

Por último, compartir esta reflexión de Teofrasto Paracelso: “Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no conoce, no puede hacer. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende, también ama, observa, ve… Cuanto mayor es el conocimiento, más grande es el amor.”

Amor por el conocimiento y el aprendizaje