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NUEVATRIBUNA.ES / ISABEL G. CABALLERO 28.10.2010

Desde que en 2005 se creara el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) ni la oposición en el Parlamento regional ni la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid conocen el desglose de las partidas del presupuesto total destinado a la salud pública madrileña.

Uno de cada tres euros del presupuesto en Madrid se gasta en sanidad (6.820 millones de euros de crédito inicial para 2010), es decir un tercio de las cuentas públicas que no está sometido a ningún control, aunque se estima que la mayor parte se la llevan los hospitales de gestión privada puestos en marcha por el Gobierno de Esperanza Aguirre.

Este jueves, el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, entregará en la Asamblea de Madrid los presupuestos para 2011 con una reducción del gasto del 9% respecto a los anteriores y la primera bronca entre Gobierno y oposición se ha generado a causa de los gastos destinados a sanidad. El miércoles, tanto el PSOE como IU dieron plantón al consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, en la Comisión de Presupuestos por negarse nuevamente a informar a los Grupos del desglose de gastos.

En conversación con nuevartibuna.es, el diputado socialista Adolfo Piñedo asegura que no es la primera vez que ocurre esto. Desde 2005, el PSOE lleva pidiendo la misma información y obteniendo la misma negativa del Gobierno regional. ¿Por qué?: “No quieren rendir cuentas del Sermas porque el gasto está descontrolado”, afirma.

Piñedo explica cuál es la “argucia” técnico legal para mantener la opacidad en las cuentas. Y es que La Ley de Hacienda de 1990 que establece la obligación de rendir cuentas de todo lo presupuestado no incluía los llamados “entes especiales” ya que en ese momento no se habían creado aún.

En la Comunidad existen cuatro organismos de esta naturaleza: el Sermas; la Agencia de Protección de Datos; la Agencia Madrileña para la Emigración; y la Agencia de Calidad Acreditativa y Prospectiva de las Universidades, y de los cuatro, el Servicio Madrileño de Salud es el que más presupuesto gestiona, de ahí la exigencia de la oposición de que haya una mayor transparencia en las cuentas públicas.

Desde 2005, PSOE e IU en la Asamblea de Madrid vienen pidiendo este desglose. Lo han hecho por activa y por pasiva sin obtener respuesta. El Grupo Socialista incluso ha llevado al pleno una enmienda de modificación de la Ley de Hacienda para que incluya a los entes especiales pero la iniciativa siempre ha sido rechazada por el rodillo de la mayoría absoluta del PP.

Si el asunto ya es de por sí grave, dado que se niega el control parlamentario del gasto público, lo es aún más por el hecho de que el presupuesto en sanidad tampoco puede ser fiscalizado por la Cámara de Cuentas, cuyo informe de julio pasado también ha sido ignorado por el Ejecutivo de Aguirre. Una de las conclusiones de dicho informe es que el Sermas no controla la calidad de los servicios que prestan las entidades privadas a las que deriva a los pacientes.

Las críticas de PSOE e IU coinciden con las denuncias efectuadas por los sindicatos. Desde UGT de Madrid se asegura que el gasto en sanidad “es bastante opaco” y se remite al informe de la Cámara de Cuentas para destacar la “falta de control” en los gastos de los nuevos hospitales.

Aguirre oculta en qué se gasta el presupuesto destinado a Sanidad