viernes. 29.03.2024

34181913_10213738110021743_6299189866005528576_o

separacion

El mar y la utopía: Por razones técnicas, Utopía era una isla. Una isla era sólo una circunferencia irregular en los mapas antiguos, podía ser una mancha de café, o el boceto inacabado de un monstruo marino. El mejor truco de Utopía es que todos crean que no existe, y por eso necesita estar rodeada de mar. Finalmente, necesita estar rodeada de mar, precisamente para eso: para estar rodeada de mar: no de un cruel desierto, como el ínfimo paraíso terrenal. El mar es una condición de la utopía.

La tormenta: He llegado a la conclusión de que la tormenta no tiene ninguna gracia, la tormenta no tiene sentido, no encaja en las reglas de ningún sistema de creencias, no tiene razón ni empatía. El viento es capaz de una terquedad apabullante, incomprensible, y sobre todo irritante; más entrañables son las olas, que al menos tienen algo animal: embisten como manadas de elefantes. Uno puede tener un momento de respeto venerable hacia la fuerza arcana y pura de la tormenta, pero tarde o temprano hay que caer en la apatía y esperar que se le pase pronto el enfado.

Oferta: Hoy tenemos de oferta un ataúd acolchado, ideal para usted: si a usted le gusta el confort, la comodidad ante todo, tenemos un ataúd acolchado y con aire acondicionado, televisor, y una nevera llena de cervezas. ¡No deje pasar esta oportunidad! Confort y calidad de vida al mejor precio. Usted se mete dentro del ataúd, con el aire, la tele y la cerveza, y nosotros se lo instalamos dos metros bajo tierra. Puede pagarlo en cuotas, de aquí hasta el día en que se muera, y seguir usándolo luego para toda la eternidad.

Autorización: Necesito un permiso para navegar. Necesito que me autoricen para trabajar en mi barco. Necesito un título que demuestre mis competencias. Necesito una autorización para hablar. Necesito que me digan que soy un hombre serio, y me asignen un oficio. Necesito que mi familia, sea una familia de verdad, y mi relación tendrá que aprobarla un cura, y la depresión ya me la diagnosticará un doctor. Y necesito, urgentemente, un permiso para navegar.

La realidad: Cada mañana te dan a elegir entre las dos pastillas, y tu eliges la roja, para ver la realidad tal como es. Entonces ves que todos degustan a sabiendas la pastilla azul, que la disfrutan como si fuera un caramelo, ves que a nadie le interesa la realidad, ni a los victimarios ni a las víctimas, ves que se manifiestan esmeradamente contra la realidad. Y, a la mañana siguiente, eliges la roja, y otra vez la roja, y otra. Pero la vida es muy corta, y finalmente, una mañana espesa y gris, pruebas el consuelo azul.

Monstruos marinos: Sueño con monstruos marinos: las grutas abismales se abren, y en la oscuridad se arrastran escolopendras descomunales, negras como columnas de petróleo, o calamares gigantes con millones de tentáculos terminados en afiladas garras, y peces ciegos que abren sus bocas de dientes largos y finos como espadas. Sueño con horrores indescriptibles, inmensas criaturas amorfas de piel blanquecina, succionando todo a su paso, consumiendo, destripando organismos vorazmente. Sueño con un mundo poderoso y bestial, más allá de la razón y el control de los hombres.

Los sueños del navegante: Primero el navegante sueña con no ser un lumpen en tierra como cualquier otro. Mirando las velas, se figura que es un mesías (caminar sobre las aguas, es tarea de dioses). Sueña con compartir su cala más secreta con una tripulación de noruegas hedonistas que gusten de nadar desnudas. Imagina un archipiélago donde naufragar, construir un barco de cañas, y vivir de isla en isla comiendo cocos y peces. Una noche de vino, charlando con otro del gremio, sueña con un ejército de primitivistas estoicos que derriben el capitalismo. Ya viendo las luces de su ciudad natal, espera al menos ser tratado como un héroe. Finalmente, sin un solo sueño cumplido, lo único que espera, tímidamente, es que lo dejen volver a zarpar.


 

Conéctate con Sal&Roca! Síguenos en FacebookTwitter Instagram

facebook twitter instagram google+