viernes. 19.04.2024
Loueila Mint El Mamy

“¡¡Ahhhhh. Que eres saharaui, ahora se entiende todo!!” Es el comentario de un usuario de Twitter al conocer que el Gobierno, a través  de  la Abogacía General del Estado, se opone “por falta de arraigo” a la nacionalidad española de una abogada que reside en España desde hace 21 años.

Loueila Mint El Mamy, de origen saharaui, llegó a Canarias a los 8 años, donde se crió y educó. Estudió derecho en la Universidad de La Laguna, en Tenerife, y realizó el máster de acceso a la abogacía, profesión que ejerce en los tribunales canarios. Además, forma parte de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Tenerife, es miembro de la Asociación Profesional de Abogados Saharauis en España (APRASE), y de la Plataforma Canarias Libre de CIEs.

Para la Abogacía del Estado todo esto no es suficiente para  considerar que está integrada en la sociedad española, y en el recurso que se sigue en la Audiencia Nacional, después de un año de silencio administrativo, se opone a que le sea concedida la nacionalidad.

Loueila Mint El Mamy lo ha contado así en Twitter: “Que dice la abogacía del Estado que no me conceden la nacionalidad española porque no estoy suficientemente integrada en la sociedad española. ¿Encabezar mi demanda como letrada no es suficiente integración? 21 años en España, pagando impuestos, siendo abogada, y sigo luchando”.

Esta es la argumentación de la Abogacía del Estado para rechazar  la petición de nacionalidad española: “No habiendo acreditado el recurrente la concurrencia de los requisitos legales de permanencia legal, suficiente grado de integración en la sociedad española, que es participar activamente en la sociedad española desarrollando una actividad social de convivencia. Tampoco acreditar una buena conducta cívica. Que no es lo mismo que, negativamente, la ausencia de mala conducta cívica”.

La negativa a la nacionalidad española para Mint El Mamy ha causado estupor, tanto entre sus colegas de profesión como en varias administraciones, según la Agencia Efe, que cita el comentario de una directora general del Gobierno de Canarias que ha tratado con la letrada por su asistencia jurídica a los inmigrantes: “Si Loueila es más canaria que el gofio”.

El Ministerio de Justicia tramita, el Registro Civil rechaza

Lo de Loueila Mint El Mamy se ha conocido días después de lo ocurrido, también por el tema de la nacionalidad, a otra saharaui, hija de padres con documento de identidad (DNI) español: Teslem Sidi Hamudi

El 2 de septiembre pasado, Teslem, que es presidenta de la Asociación saharaui de la Comunidad de Madrid (ASCM), compartió en Twitter que había conseguido la nacionalidad: “Después de 17 años se me concede la ciudadanía española.. Un arduo camino de los hijos de una generación que un día fue la provincia 53  de España. Un camino donde la falta de identidad y el limbo legal que sufrimos los saharauis no tiene palabras, una responsabilidad histórica y colectiva de España”.

“Aún recuerdo –contó- las largas colas de extranjería junto a mi padre y mi hermano, sin recursos, donde al final del camino un funcionario te dice que no existes, que tu país no existe… No os podéis imaginar el sentimiento de infravaloración y falta de humanidad…”

Llegó el día de jurar la Constitución, pero una funcionaria dijo a Teslem Sidi que la partida de nacimiento y el certificado de antecedentes penales no valían por haber sido expedidos por la Republica saharaui, a la que España no reconoce.  Aunque alegó que su caso lo había resuelto un organismo superior, el Ministerio de Justica, la funcionaria dijo que lo tenían que ver.

El 13 de octubre escribió otro tuit: “El Registro Civil me ha comunicado que me tienen que hacer la prueba del C14 para determinar mi partida de nacimiento, el mismo Ministerio reconoció mi partida de nacimiento expedida por El Polisario para concederme la nacionalidad”, y a sus alegaciones recibió la siguiente respuesta: “No tenéis ni idea…” “estás muy equivocada” “pasarás por el proceso que exija este Registro…”

Esto a pesar de que hace cinco años la asociación de abogados saharaui llevó el tema a la Audiencia Nacional y consiguió que se sentase la doctrina que rige en la actualidad sobre la admisión de documentación de la RASD.

Un tercer caso conocido en los últimos días es el de Nama Ahmed, de 22 años, saharaui, que no puede opositar para ser profesor porque no tiene pasaporte español, aunque lleva siete años residiendo en España y se siente español, como lo era su padre, que tenia la nacionalidad española y sirvió en el ejército español.

Según han publicado la Agencia Efe y la Cadena SER,  Nama llegó a España en 2014 y está a punto de finalizar Magisterio en la Universidad de Almería, pero estos años no se los reconocen y debe esperar diez para poder solicitar la nacionalidad española, a los que hay que sumar otros cinco de trámites burocráticos. “Me están diciendo que tengo que esperar 15 años para poder opositar”, ha denunciado. “Me parece una forma indirecta de decirme ‘te has formado aquí pero aquí no tienes futuro. Tú no eres nadie’ ”.

“Mi padre ha cobrado su retiro en el ejército. Era español, y a mí por ser saharaui no se me reconoce la nacionalidad por descendencia”, ha lamentado.

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