nuevatribuna.es
19 de agosto de 2009, 16:07
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 19.8.2009
El incendio declarado ayer en el campo de maniobras de San Gregorio todavía sigue activo y ha afectado, aproximadamente, a 6.000 hectáreas, la mayoría ubicadas en el interior del recinto de San Gregorio y el resto en el exterior. Así lo informó el director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Alberto Contreras.
El foco más activo del incendio es "un flanco izquierdo, que se dirige hacia Remolinos", comentó el director general, pero "eso no significa que ni Tauste, ni Remolinos tengan algún peligro de evacuación o desalojo", apuntó. La parte de Tauste está separada por alrededor de 16 kilómetros de cultivo y la de Remolinos está limitada por terrenos de yeso "en los que se puede atacar muy bien el incendio", señaló Contreras.
El director general de Gestión Forestal destacó que "las condiciones de temperatura y viento han sido adversas para la extinción", ya que las temperaturas se hallan, actualmente, a 40 grados y por la noche han sido también "muy cálidas", de modo que "el trabajo realizado durante la noche no ha sido eficaz", especificó. Por su parte, "el viento en este momento está soplando a una velocidad de unos 20 kilómetros por hora y podrá llegar a 25 o 30 kilómetros por hora" según las previsiones, lo que dificulta las labores.
Contreras reseñó que las circunstancias se agravan por "las particularidades que presenta el terreno, ya que hay zonas en las que las cuadrillas terrestres no pueden trabajar por peligro de explosiones". Además, "los medios aéreos tienen que descargar a una distancia de seguridad adecuada, por lo que el agua que desprenden no está haciendo las funciones que tendrían que hacer si estuviéramos ante características normales", matizó Contreras, ante lo que se precisa "cautela" y "prudencia", apostilló.
En cuanto a los trabajos de extinción, Alberto Contreras especificó que se están llevando a cabo "dos direcciones de extinción", la promovida por el jefe de Emergencias del Ministerio de Defensa, que actúa bajo el asesoramiento del Departamento de Medio Ambiente, y la del director de Extinción del Departamento de Medio Ambiente, encargado de la coordinación de los medios aéreos y terrestres. Entre ellos, existe "buena coordinación y entendimiento", afirmó. Por el momento, "no se va a pedir ayuda a otras comunidades autónomas", ya que los efectivos que están actuando, provistos de "17 medios aéreos, con 5 hidroaviones y 12 helicópteros, así como de 14 cuadrillas terrestres, 18 autobombas y alrededor de 300 personas, incluyendo a la UME", se consideran suficientes por parte de los miembros que dirigen la extinción.
ORIGEN DEL FUEGO
El jefe de prensa de la Comandancia Militar de Zaragoza, Francisco Ruiz Arnal, señaló que "en un principio, el campo de maniobras actuó con un retén terrestre propio y, enseguida, se solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME)", que envió un efectivo de 25 hombres de primera intervención.
Posteriormente, con el asesoramiento técnico de un técnico del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón se iniciaron las primeras actuaciones para detener el incendio, especificó Ruiz Arnal, quien señaló que las dificultades en la actuación fueron palpables ya que "se levantó el viento, las temperaturas son elevadas y sobre el terreno hay zonas en las que no se puede actuar con total eficacia, debido a que es un espacio con peligro de explosiones".
En su intervención relató que, "el fuego fue avanzando hasta que a última hora de la noche uno de sus frentes salió del campo de maniobras de San Gregorio", de modo que "durante la noche se ha actuado tanto en el interior como en el exterior del campo de maniobras, con efectivos del Gobierno de Aragón y de la UME". En estos momentos, "hay varios focos activos aislados en el interior del campo de maniobras y un frente más continuo en el exterior".
En el interior del campo están actuando 50 efectivos de la UME con 6 autobombas, 2 autobombas nodrizas y ayudados por medios aéreos gestionados por el Ministerio de Medio Ambiente, con 5 hidroaviones y una serie de helicópteros dependientes del Gobierno de Aragón y del Ministerio. Asimismo, "en el exterior, también hay otros 50 miembros de la UME colaborando con el personal del Gobierno de Aragón y el Ministerio de Medio Ambiente que están en esa zona", subrayó.
Las causas que generaron el incendio se desconocen, según señaló Francisco Ruiz Arnal, quien añadió que "los ejercicios de tiro y maniobras tácticas están suspendidas durante el verano en el campo de San Gregorio", de modo que se descarta ésta como causa del incendio. Ruiz Arnal especificó que "en el campo se estaban realizando algunas actividades de lanzamiento de cargas inertes desde avión con paracaídas, pero habían finalizado a las 12.00 horas y estaban alejadas del punto considerado como origen del incendio".
De las 3.500 hectáreas que se encuentran dentro del campo de maniobras de San Gregorio, aproximadamente 2.000 son de "monte bajo, rastrojos y hierba seca", aunque también contiene una parte de pinar, según señaló Ruiz Arnal. Fuera de la instalación militar se han ardido unas 1.500 hectáreas. En ellas se considera que, aproximadamente unas 1.000 son de terreno arbolado.
El incendio declarado ayer en el campo de maniobras de San Gregorio todavía sigue activo y ha afectado, aproximadamente, a 6.000 hectáreas, la mayoría ubicadas en el interior del recinto de San Gregorio y el resto en el exterior. Así lo informó el director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Alberto Contreras.
El foco más activo del incendio es "un flanco izquierdo, que se dirige hacia Remolinos", comentó el director general, pero "eso no significa que ni Tauste, ni Remolinos tengan algún peligro de evacuación o desalojo", apuntó. La parte de Tauste está separada por alrededor de 16 kilómetros de cultivo y la de Remolinos está limitada por terrenos de yeso "en los que se puede atacar muy bien el incendio", señaló Contreras.
El director general de Gestión Forestal destacó que "las condiciones de temperatura y viento han sido adversas para la extinción", ya que las temperaturas se hallan, actualmente, a 40 grados y por la noche han sido también "muy cálidas", de modo que "el trabajo realizado durante la noche no ha sido eficaz", especificó. Por su parte, "el viento en este momento está soplando a una velocidad de unos 20 kilómetros por hora y podrá llegar a 25 o 30 kilómetros por hora" según las previsiones, lo que dificulta las labores.
Contreras reseñó que las circunstancias se agravan por "las particularidades que presenta el terreno, ya que hay zonas en las que las cuadrillas terrestres no pueden trabajar por peligro de explosiones". Además, "los medios aéreos tienen que descargar a una distancia de seguridad adecuada, por lo que el agua que desprenden no está haciendo las funciones que tendrían que hacer si estuviéramos ante características normales", matizó Contreras, ante lo que se precisa "cautela" y "prudencia", apostilló.
En cuanto a los trabajos de extinción, Alberto Contreras especificó que se están llevando a cabo "dos direcciones de extinción", la promovida por el jefe de Emergencias del Ministerio de Defensa, que actúa bajo el asesoramiento del Departamento de Medio Ambiente, y la del director de Extinción del Departamento de Medio Ambiente, encargado de la coordinación de los medios aéreos y terrestres. Entre ellos, existe "buena coordinación y entendimiento", afirmó. Por el momento, "no se va a pedir ayuda a otras comunidades autónomas", ya que los efectivos que están actuando, provistos de "17 medios aéreos, con 5 hidroaviones y 12 helicópteros, así como de 14 cuadrillas terrestres, 18 autobombas y alrededor de 300 personas, incluyendo a la UME", se consideran suficientes por parte de los miembros que dirigen la extinción.
ORIGEN DEL FUEGO
El jefe de prensa de la Comandancia Militar de Zaragoza, Francisco Ruiz Arnal, señaló que "en un principio, el campo de maniobras actuó con un retén terrestre propio y, enseguida, se solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME)", que envió un efectivo de 25 hombres de primera intervención.
Posteriormente, con el asesoramiento técnico de un técnico del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón se iniciaron las primeras actuaciones para detener el incendio, especificó Ruiz Arnal, quien señaló que las dificultades en la actuación fueron palpables ya que "se levantó el viento, las temperaturas son elevadas y sobre el terreno hay zonas en las que no se puede actuar con total eficacia, debido a que es un espacio con peligro de explosiones".
En su intervención relató que, "el fuego fue avanzando hasta que a última hora de la noche uno de sus frentes salió del campo de maniobras de San Gregorio", de modo que "durante la noche se ha actuado tanto en el interior como en el exterior del campo de maniobras, con efectivos del Gobierno de Aragón y de la UME". En estos momentos, "hay varios focos activos aislados en el interior del campo de maniobras y un frente más continuo en el exterior".
En el interior del campo están actuando 50 efectivos de la UME con 6 autobombas, 2 autobombas nodrizas y ayudados por medios aéreos gestionados por el Ministerio de Medio Ambiente, con 5 hidroaviones y una serie de helicópteros dependientes del Gobierno de Aragón y del Ministerio. Asimismo, "en el exterior, también hay otros 50 miembros de la UME colaborando con el personal del Gobierno de Aragón y el Ministerio de Medio Ambiente que están en esa zona", subrayó.
Las causas que generaron el incendio se desconocen, según señaló Francisco Ruiz Arnal, quien añadió que "los ejercicios de tiro y maniobras tácticas están suspendidas durante el verano en el campo de San Gregorio", de modo que se descarta ésta como causa del incendio. Ruiz Arnal especificó que "en el campo se estaban realizando algunas actividades de lanzamiento de cargas inertes desde avión con paracaídas, pero habían finalizado a las 12.00 horas y estaban alejadas del punto considerado como origen del incendio".
De las 3.500 hectáreas que se encuentran dentro del campo de maniobras de San Gregorio, aproximadamente 2.000 son de "monte bajo, rastrojos y hierba seca", aunque también contiene una parte de pinar, según señaló Ruiz Arnal. Fuera de la instalación militar se han ardido unas 1.500 hectáreas. En ellas se considera que, aproximadamente unas 1.000 son de terreno arbolado.
