jueves. 28.03.2024
procrastinar

¿Te has sentado alguna vez a hacer una tarea importante y de repente te has encontrado viendo un vídeo en youtube o leyendo un blog? O quizás recuerdas que tienes que dar de comer al perro, comer, enviar un mensaje o lavar los platos. Al final pasa el tiempo, te tienes que ir y no has hecho nada o has avanzado muy poco.

A ese fenómeno se le llama procastinación y no es algo que haya comenzado a darse en la actualidad. El ser humano ha luchado contra la procastinación desde el principio de la civilización. El poeta griego Hesiodo escribió en el 800 antes de cristo “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.” El romano Cicerón escribió que "la dilación es aborrecible para gestionar las tareas."

Incluso Aristóteles y Sócrates desarrollaron una palabra para describir este tipo de comportamiento: Akrasia. Se trata de actuar contra el propio buen juicio. Es cuando haces algo a pesar de que sabes que deberías estar haciendo otra cosa. Akrasia es lo que impide hacer lo que te has propuesto.

Lo que está claro es que la procastinación no es solo aborrecible, es también muy perjudicial. Es una fuerza peligrosa, porque puede provocar el fracaso en el colegio, universidad, evitar ahorrar o incluso puede impedir recibir tratamientos médicos. Un estudio encontró que los universitarios que procastinaban terminaban el semestre con más estrés, más enfermedades y peores calificaciones.

Por tanto, la procastinación tiene más consecuencias que simplemente dejar las cosas para mañana. La verdadera procastinación es un fracaso en la autorregulación: se trata de un aplazamiento de una tarea importante, a pesar de saber que aplazarla tendrá consecuencias negativas. De hecho, la incapacidad de controlar las emociones parece ser el principal motivo.

¿Por qué se procastina?

Una explicación de la procastinación tiene que ver con el término de la economía comportamental llamado “inconsistencia temporal.” Se refiere a la tendencia del cerebro humano a valorar más las recompensas inmediatas que las futuras.

Cuando haces planes -por ejemplo ponerte la meta de perder peso o aprender un idioma- los haces para el futuro. Estas imaginando cómo quieres que tu vida sea en el futuro, y cuando piensas en el futuro es fácil para tu cerebro ver el valor de realizar acciones que tengan beneficios a largo plazo.

Sin embargo, cuando llega el momento de tomar una decisión, ya no puedes tomar la decisión de futuro. Ahora tu cerebro piensa sobre tu yo presente. Y al yo presente le gusta la gratificación instantánea, no las recompensas a largo plazo. Por esto te puedes acostar motivado pensando en planes de futuro, pero cuando llega la hora de la verdad caes en patrones antiguos de comportamiento. Tu cerebro valora los beneficios a largo plazo cuando están en el futuro, pero valora la gratificación inmediata cuando está en el momento presente.

Por esta razón la habilidad de retrasar las gratificaciones es un gran predictor del éxito en la vida. Comprender cómo resistir la gratificación instantánea -al menos ocasionalmente- te puede ayudar a estar donde quieres estar.

¿Cómo vencer la procastinación?

1- Ponte límites de tiempo y ten pocas opciones

Las personas dicen a menudo que quieren opciones, pero si quieres superar la procastinación, tener muchas opciones no es bueno. Cuando todo es una posibilidad, tomar la decisión adecuada es aún más difícil

A su vez, cuando te pones límites de tiempo, es mucho más fácil actuar. Esto es aún más cierto si es un límite que te obliga a empezar poco a poco. Por ejemplo:

  • Si quieres comenzar a correr, ponte la regla de que no puedes estar más de 5 minutos. Tienes que parar de correr después de 5 minutos.
  • Si quieres comer más vegetales, puedes limitarte a comer solo un tipo de vegetal esta semana.
  • Diseña tus acciones futuras

Puedes diseñar tu futuro diseñando un compromiso o con estrategias de autocontrol. Son estrategias que te ayudarán a mejorar tu comportamiento al aumentar los obstáculos o los costes de los malos comportamientos. También reduciendo el esfuerzo requerido para los buenos comportamientos.

Por ejemplo:

  • Puedes dejar de perder el tiempo en facebook si borras la aplicación de tu smarphone.
  • Puedes dejar de ver programas de televisión basura si escondes la televisión en un armario.
  • Puedes pedir que te impidan el paso a un casino.

La culpa y frustración de procrastinar es normalmente peor que el dolor de hacer el trabajo. Lo realmente duro no es estar haciendo un trabajo, sino comenzarlo. El obstáculo o fricción que te impide actuar se encuentra normalmente en el comienzo. Cuando comienzas y estas inmerso haciendo algo no es tan doloroso. Es como si tuvieses que subir una cuesta, pero cuando llegas arriba del todo solo te falta la cuesta abajo.

Pon todo tu esfuerzo en construir un ritual para empezar que reduzca al máximo los obstáculos para comenzar.

2-Manifiesta tus intenciones

Se trata de manifestar que harás algo en un momento específico del futuro.

Puedes escribir lo que quieres hacer o lo puedes decir en alto. Parece simple pero aumentará las probabilidades de que hagas lo que te propones en el futuro.

3-Haz que los costes de procrastinar y las recompensas de actuar sean más inmediatos

Dejas las cosas para después porque tu cerebro quiere un beneficio inmediato. Si puedes encontrar una manera de que esos beneficios que llegan en el futuro vengan antes, te será más sencillo dejar de procrastinar.

Una manera de hacer esto es simplemente imaginarse los beneficios de los que disfrutarás en el futuro. Visualiza cómo será tu vida si pierdes peso o si ahorras.

Por otra parte, haz que los costes de procrastinar sean más inmediatos. Por ejemplo, si hoy no haces ejercicios, los resultados no se verán la semana siguiente. Los costes del sedentarismo solo se muestran tras semanas y meses de no hacer deporte. Pero por ejemplo, si quedas con un amigo para correr a las 8 de la mañana y no acudes, estarás rompiendo un compromiso y las consecuencias son inmediatas (tu amigo te dirá algo o pensará mal de ti).

Tres claves para dejar de procastinar y ser quien quieres ser