viernes. 26.04.2024
11m

06:00H de 11 de marzo de 2004, suena mi despertador, lo apago corriendo, no quería molestar a mi compañero de camareta. Cojo mi uniforme y mis botas, y lo mas silenciosamente posible y a oscuras me voy hacia el cuarto de baño, ducha, cepillado de dientes, afeitado, me pongo el mimeta, enfundo mis pies en unas relucientes botas negras limpiadas a tope como buen paracaidista y salgo procurando no hacer ruido de mi habitación ya cubierto por boina negra. Cruzo un todavía vacío patio de armas del Grupo de Artillería Paracaidista desplazándome hasta el hangar donde teníamos aparcados los vehículos, y me subo en el Nissan. Recojo a mi Sgto. 1º, y zumbamos para los cuarteles de “El Pardo”, si no recuerdo mal, concretamente al Parque y Centro de Transmisiones donde estábamos realizando un curso de grupos electrógenos, por el camino suena el teléfono móvil de mi jefe, no recuerdo el modelo exacto, pero por la época pueden imaginarse el ladrillo en cuestión. Silencio incomodo, su cara no era sinónimo de buenas noticias, cuelga y pone la radio del vehículo, los de mantenimiento éramos “personal VIP”, llevábamos una radio de coche extraíble, adaptada de aquella manera, al salpicadero del 4x4, eran aproximadamente las 08:00h, en cualquier dial se escuchaba que se habían producido diez explosiones casi simultáneas en cuatro trenes de Madrid.

Al llegar, compañeras y compañeros llorando, desconcierto, en mi base, gente corriendo preparando su equipo, las unidades de abastecimiento sacando el material correspondiente a tiendas modulares, las unidades de seguridad recogiendo armamento, un auténtico caos.

En “La Ser”, con Ferreras por aquel entonces director de informativos, culpaban a ETA, Ángel Acebes hacía lo propio en televisión, el panfleto “El Mundo” no dudaba a la hora de señalar a la banda armada, las cloacas mediáticas bajo la tutela del gobierno de la gaviota ponían todo su empeño en dar voz a la mentira, al mismo tiempo, mis compañeros hacían patrullas en Irak bajo fuego enemigo, incluso llegando a usar munición real, sí, los soldados españoles se encontraban en zona de conflicto armado, no en misión de paz como hacían pretender creer “el trio de las Azores”, algunos de esos soldados todavía tienen pesadillas al recordar las noches de bombardeos y tiroteos incesantes.

Sin pena ni gloria, Aznar, se exculpaba de las declaraciones emitidas, tanto por él, como por su aquel entonces ministro del Interior Ángel Acebes, señalando indirectamente a la Policía Nacional como culpable en sus informaciones, a la hora de señalar a ETA como culpable

Durante aproximadamente un mes, patrullábamos a pie kilómetros de vías, a mi me tocaba la zona de Guadalajara, horas y horas bajo la lluvia o el calor, noche y día, andábamos con la mochila acuestas, el peco con cargadores llenos de munición real y el HK-36E colgado al pecho con el dedo cerca del gatillo, no piensen que todos íbamos paseando en vehículos como mostraban los noticieros. Al volver de la patrulla correspondiente, o recogidos por nuestros jefes de pelotón, descansábamos lo poco que se podía en un centro sanitario, “el Kanario”, mi sirviente de MG, nos tenía inmersos en la trilogía de “El señor de los anillos”, “Teté”, mi binomio, dama legionaria paracaidista, se aseaba como podía en el baño de aquel centro sanitario entre multitud de hombres, era una más. Tampoco dormíamos en hoteles o pensiones, como también anunciaban varios diarios digitales, lo hacíamos en un centro rural, donde una vez la semana, en condiciones normales, un médico pasaba consulta a la población. Incluso si mal no recuerdo, varios vehículos sufrieron accidentes al cruzar las vías del tren desprovistas de vallas, en resumidas cuentas, pasamos penurias durante aproximadamente un mes, una puta mierda, vamos, pero ni un solo jodido día, dejábamos de recordad porque estábamos allí, nuestra misión, protegerles a ustedes.

El otro día, Jordi Évole, entrevistaba al señor de la guerra, para mi gusto y conociendo la trayectoria del periodista, fue algo light, a pesar de ponerle en aprietos, no le ponía contra las cuerdas al nivel que el embustero de JoseMari merecía, él fue quien públicamente dijo que en Irak había, y sin lugar a dudas, armas de destrucción masiva, él fue quien dijo que las tropas españolas no eran enviadas a un conflicto armado, él fue quien dijo que los atentados del 11 de Marzo eran autoridad de la banda armada ETA, claro que él mas tarde tenía a 12 de sus 14 ministros imputados por corrupción, y a Évole le decía al respeto que no sabia nada de lo ocurrido en esa época, era “eshe partido del que ushted me habla”, como podría decir perfectamente Mariano Rajoy, el misterioso M.Rajoy que la fiscalía no parece conocer todavía, pero ya desvelado por Bárcenas en sede judicial.

Un atentado terrorista de niveles monumentales vivido en plena democracia, “No es lluvia, Madrid está llorando” coreábamos por la capital y finalizando la marcha en la Calle Génova, yo, entre esa multitud, pedía junto a mis vecinos la vuelta de las tropas españolas de esa guerra a la que nos habían enviado por la puta cara, esa fatídica guerra que ocasionaba el más duro atentado terrorista vivido en España.

Sin pena ni gloria, Aznar, se exculpaba de las declaraciones emitidas, tanto por él, como por su aquel entonces ministro del Interior Ángel Acebes, señalando indirectamente a la Policía Nacional como culpable en sus informaciones, a la hora de señalar a ETA como culpable.

Un año antes, y como ya conté en su 16 aniversario, estos mismos nos metieron en el vuelo ilegal Yak 42, yo me encontraba de misión en Mostar.

Por desgracia, un alto porcentaje de miembros de las fuerzas de seguridad del estado y de las fuerzas armadas, haciendo uso legítimo del sufragio, votan a esta banda criminal declarada por un juez, o peor todavía, a su marca blanca más ultra y radical, no han aprendido nada.

Aquellos que se envuelven en discursos patriotas, y tapan sus muertos con banderas, nos hacen a algunos odiar lo que con orgullo defendíamos, una bandera mancillada, la cual para mí, representaba al conjunto de los españoles demócratas, ahora ya, es solo un trapo usado por aquellos que solo pretenden tapar con ella sus mentiras, su odio y su corrupción.

11 de marzo, In Memoriam.

11M, su guerra, nuestros muertos