viernes. 19.04.2024
La ciencia contra el machismo y viceversa

11 febrero: día internacional de la mujer y de la niña en la ciencia

Durante la primera quincena de este mes se vienen celebrando, en una veintena de ciudades españolas, diversas actividades encaminadas a la integración y promoción de la mujer en el ámbito de las ciencias.

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La celebración de este día de la mujer y la ciencia quiere acabar con esta desigualdad y hacer patente las diferencias educativas y prejuicios sociales en la elección de los estudios por parte de las niñas, una desigualdad que se va agudizando al avanzar los cursos en las carreras científicas y tecnológicas

Durante la primera quincena de este mes se vienen celebrando, en una veintena de ciudades españolas, diversas actividades encaminadas a la integración y promoción de la mujer en el ámbito de las ciencias. El motivo es la conmemoración del domingo 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, proclamado el 15 de diciembre de 2015 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de tomar en consideración la labor científica de las mujeres, y fomentar  el interés y las vocaciones en las niñas, como futuras estudiantes inclinadas hacia la rama científica. Entre las diferentes actividades programadas en centros educativos y científicos, como el CSIC, y de encuentro (con apenas repercusión en nuestros medios de comunicación), se han impartido charlas, mesas redondas, visitas a museos de ciencias y tecnología, donde han dado a conocer el papel de la  mujer en avances científicos, sus descubrimientos, y sus investigaciones. A la par, se ha pretendido despertar en las jóvenes el interés por la ciencia partiendo de la igualdad en derechos, deberes e inteligencia de la mujer y el varón, e ir suprimiendo las barreras sociales y psicológicas con las que las mujeres se encuentran ante la decisión de ejercer una profesión que parece exclusiva de hombres. Con la celebración de este día, poniendo como ejemplos a mujeres tan interesantes que tanto bien han hecho para el progreso y el bienestar de la humanidad, en ámbitos científicos y de investigación, se trata de inculcar en las nuevas generaciones femeninas la conciencia de que todo lo que puede hacer un varón, está al alcance de la mujer, y despertar en ellas la vocación científica. Se resalta la lucha contra los prejuicios sociales que hubo en otro tiempo en que la mujer era considerada incapaz o inferior en ciertos saberes y trabajos, a los que muchas científicas, como las enumeradas a continuación, tuvieron que hacer frente. Se promueve con esta iniciativa el convencimiento, aunque hasta hace poco haya sido así por el machismo imperante, de que no hay distinción en cuanto a los saberes por ser de diferente sexo. Quizá sea al contrario, hay aspectos de la vida cuyos quehaceres los puede desarrollar mejor una mujer que un hombre, por su misma psicología y mentalidad. Quizá por esto se ha dado en la historia tanta misoginia, desde la consideración como “sexo débil”, parte de una costilla de Adán... a la duda, como en siglos pasados -y no tan pasados-, de si la mujer tenía o no tenía alma. Barbaridades y prejuicios que van desapareciendo, aunque todavía no en la medida ni en la extensión que la sociedad exige.

Según un estudio de la ONU realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 6% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%

LA MUJER, EL SEXO Y LA CIENCIA    

Junto a estas enseñanzas para alentar vocaciones femeninas inclinadas por el saber científico-tecnológico, se exponen los avances e invenciones en este campo, que gracias a mujeres inquietas de siglos pasados y contemporáneas, se han conseguido, desde los rayos X, a la etología del reino animal. Mujeres que han luchado por mantenerse firmes en sus convicciones, frente a la denigración y el desprecio social.

La celebración de este día de la mujer y la ciencia quiere acabar con esta desigualdad y hacer patente las diferencias educativas y prejuicios sociales en la elección de los estudios por parte de las niñas, una desigualdad que se va agudizando al avanzar los cursos en las carreras científicas y tecnológicas. Se trata de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, la igualdad de género, que mujeres y niñas tengan las mismas oportunidades, condiciones y facilidades que los hombres.

Según un estudio de la ONU realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 6% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%.

Ciertamente son datos preocupantes porque queda más de media población mundial, incluso en los países ricos, fuera del ámbito de la ciencia, en estas materias de estudio, experimentación e investigación. Aumentar ese porcentaje y acabar con la discriminación de la mujer, es el objetivo de este día. Es necesario y urgente en la actualidad, para salir de esta especie de analfabetismo científico femenino, promover, como se hizo en la Edad Media con los estudios del Trivium y Quadrivium,  promover y facilitar desde los Estados, esto que se ha dado en llamar la vía del STEM en inglés, y CTIM en castellano, que abarcan materias como Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Promover vocaciones en la educación técnica para que las próximas generaciones puedan hacer frente a los retos que plantea la sociedad, y conseguir los avances e inventos que tratarán de mejorarla.

La vocación científica y su actividad en España, tanto en mujeres como en hombres, va cada año en descenso, muy notable en la mujer. La inversión en investigación, como hemos apuntado, está al mismo nivel que en el siglo pasado, 1,19% del PIB, la mitad de la media en la UE, mientras se anuncia duplicar la inversión en gasto militar... ¿Para qué? ¿Para que la mujer se incorpore al ejército al no encontrar otro medio de trabajo? (Y no comento nada del machismo en las Fuerzas Armadas).

España está quedando muy atrás y sigue en inversión en el mismo nivel que en siglo pasado, no ha aumentado nada sus partidas presupuestarias ni en su enseñanza ni en su investigación. Promover este CTIM significa preparar hoy a nuestra juventud para los empleos del mañana, de tal manera que puedan competir con su preparación en una economía cada vez más global, y desarrollen las habilidades necesarias para dominar el mundo de la informática, las nuevas energías, las telecomunicaciones... Y puedan hacerlo sin tener que cambiar de país... Pero nuestros gobernantes no están al loro, y pretenden que sigamos siendo tan ignorantes como ellos. Un gobierno inútil si no se percata de que la innovación científica y tecnológica es esencial para el crecimiento sostenido de cualquier país.  

La declaración del día 11 como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, aunque fue oficial hace poco, lleva fraguándose varios años. El 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General aprobó “la resolución relativa a la ciencia, la tecnología y la innovación para el desarrollo, en la que reconoció que el acceso y la participación plenos y en condiciones de igualdad en la ciencia, la tecnología y la innovación para las mujeres y las niñas de todas las edades, eran imprescindibles para lograr la igualdad entre los géneros...”

Dice el texto:“Las Naciones Unidas invita a todos... a que celebren el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia de manera apropiada, a través de actividades de educación y sensibilización pública a fin de promover la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres y las niñas en la educación, la capacitación, el empleo y los procesos de adopción de decisiones en la ciencia.. Eliminar la discriminación contra la mujer, en la educación y el empleo, y a promocionar políticas y planes de estudio en el campo de la ciencia, incluidos programas escolares, para alentar una mayor participación de las mujeres y las niñas, promover las perspectivas de carrera de las mujeres en la ciencia y reconocer los logros de las mujeres en la ciencia.”

Así como no hay que olvidar la igualdad de sexos, es preciso tener en cuenta que, en el mundo, mujer y hombre son complementarios. Uno no debe prevalecer ni creerse superior o más poderoso que el otro. Y en este mundo, cuyos retos son cada vez más complicados y globales, como la crisis energética, el deterioro medioambiental, la calidad alimentaria, la investigación sanitaria, y las  complicaciones de la calidad de vida cada vez con mayores problemas, no es de despreciar el potencial de la mitad de la población que lo habita. La mujer es esa otra mitad de la humanidad de la que también dependen las soluciones y los avances de la Ciencia y la Tecnología. Este mundo, pues, no  puede prescindir del talento de la mitad de la población que forma el sexo femenino.

Ni la medicina se salva

Se ha avanzado mucho los últimos tiempos en este sentido igualitario. Pero queda mucho por hacer.  Todavía muchas mujeres se encuentran con barreras de diversos tipos, a veces muy sutiles como la superioridad del varón que ejerce una profesión, frente a la alumna que se encuentra estudiando y pregunta. Ni las ciencias de la salud que puede parecer que han sido las que aceptaban en igualdad de condiciones a ambos sexos, se libran de esos prejuicios y barreras que las mujeres deben superar para llegar a ser médicos o catedráticas de universidad. Ha quedado constancia en unas jornadas celebradas a finales de enero en Albacete sobre la mujer, la ciencia y el machismo en la sanidad española. Ni la medicina, donde la mujer enfermera parece ser un icono desde que la famosa Florence Nihgtingale institucionalizara esa profesión del cuidado de enfermos, extendida por todo el orbe, se salva de esta discriminación o dificultad que sufren las mujeres, tanto profesionales como estudiantes. Y eso que la sanidad en España es de las profesiones más feminizadas. Sin embargo, el machismo, como denunciaron las ponentes en ese mesa redonda, el machismo sigue existiendo, y la única forma de combatirlo debe comenzar en la educación en la escuela, y desde la infancia, educando en el ambiente familiar a los hijos en la idea de igualdad.

El machismo tiene muchas caras y variadas actitudes, remarcadas sobre todo por la superioridad del doctor frente a la enfermera. Pero hay otras formas más sutiles a las que no suele darse importancia. Es el caso que denunció Laura Martínez Hernández, estudiante de medicina, representante de los alumnos y vocal de CEEM (Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina) en la mesa redonda celebrada sobre el tema de la ciencia y la mujer, donde intervenía junto a otras profesionales. Contó que en clase de prácticas, asistiendo a una operación de quirófano, preguntó  como estudiante interesado que quiere aprender, por unas dudas al cirujano. Y la respuesta por parte del cirujano fue una grosería referente al sexo, evitando más preguntas de los alumnos interesados en aprender para solventar las dificultades que en un futuro puedan encontrar. “¿Qué le pasa? -respondió- ¿Es que tiene la regla y por eso pregunta?”.

En esta mesa de debate, organizada por Sanitaria 2000 estaban presentes representantes femeninas de médicos, enfermeras estudiantes, sindicatos y administración, para comentar este tema en el ámbito sanitario: Rosa María Cuadrado (Sanidad de CC OO), que habló de la brecha salarial. Margarita Parrilla (Profesora y Vocal de Atención Primaria urbana de Médicos de Guadalajara), que dijo que son menos mujeres que hombres en atención médica. Pilar Fernández (Directora de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud), y Begoña López Doriga, del Instituto de la Mujer. Todas pusieron de manifiesto que así como en enfermería es mayor la cantidad de mujeres que de hombres, no sucede lo mismo en cátedras de universidad, donde sólo un 20% son mujeres.

Me gustaría resaltar en este reportaje, el papel protagonista que cada vez desean tener con mayor  implicación los alumnos, algo digno de alabanza, porque en ellos está el que en un futuro cambien las cosas absolutamente, y se consiga la añorada igualdad. “Desde CEEM, apuntó la estudiante Laura, tenemos una línea de actividad que se llama “Medicina Feminista” en la que uno de los objetivos es acabar con esta discriminación, y a veces, denigración”. Las ciencias de la Salud es la única rama científica en donde superan en número las mujeres a los hombres: en estudiantes son mujeres un 68,7 %, mientras en profesorado son solamente 39,95 mujeres, y solo 1 de cada cinco catedráticos, son mujeres, manifestó otra ponente. “Vivimos un machismo continuo en nuestras prácticas, y nosotras como estudiantes de medicina lo vivimos cada día en el hospital”, concluyó la estudiante.

Mujeres científicas y no de labores propias:

De la misma manera que sucede en el campo de la literatura y la composición musical, las mujeres escritoras y compositoras, tuvieron que firmar sus obras con nombres masculinos, haciéndose pasar por varones, para ver publicados y aceptados sus trabajos. Así pasa con las mujeres dedicadas a la ciencia, incluso llegaron a ser asinadas.

A pesar de estar relegadas por la sociedad por realizar un trabajo “impropio de sus labores”, muchas superaron esos prejuicios, y acabaron destacando en sus investigaciones, inventos y profesiones, hasta llegar a se reconocidas socialmente por su colaboración a la ciencia y a la mejora y progreso de la sociedad. Solamente voy a nombrar las más conocidas, haciendo constar que son todas las que están, pero no están todas las que son. He apuntado algo de la mujer más popular en la ciencia, fundadora y patrona de las enfermeras, Florence Nightingale, también conocida como la “dama de la lámpara”, por llevarla para alumbrarse cuando por la noche visitaba a sus heridos. Interesante su vida y digna de alabanza su renuncia por entregarse a los heridos en guerras. Fue la descubridora a través de las matemáticas -estadística-, otra de sus aficiones,  de que la higiene evita contagios y cura (“la suciedad causa más muertes que las armas”, decía). Hay otras dignas de mención, incluso en la antigüedad.

*Hipatia de Alejandría fue la primera mujer interesada en las matemáticas. Nació en el año 370, en Alejandría (Egipto), y falleció en el 416. Sus trabajos en filosofía, física y astronomía fueron considerados como herejía hasta el punto de ser asesinada. La primera mártir de la ciencia. Su santa patrona.

*Valerie Jane Morris-Goodall, nacida en Londres, en 1934, gran investigadora sobre el comportamiento de los chimpancés y sus modos de vida. En 2003, fue reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

*Marie-Sophie Germain, matemática francesa nacida en París (1776-1831), dejó importantes aportes que luego han servido al desarrollo de la ciencia matemática sobre la teoría de la elasticidad       y los números primos.

*Lise Meitner, (1878-1969), física que nació en Viena (Austria), interesada en la física nuclear, siendo parte fundamental del equipo que descubrió la fisión nuclear.

*Augusta Ada Byron, (Londres, 1815-1852), más conocida como “Condesa de Lovelace”, hija del poeta romántico Lord Byron, y una brillante matemática. Adelantada a su tiempo, estudió las capacidades que una máquina (más tarde sería el ordenador) tenía para el desarrollo de los cálculos numéricos. Se podía decir que fue la primera programadora cibernética. Como curiosidad, y por si su apellido le suena al lector, ella era la hija de uno de los poetas románticos más grandes en la literatura universal, por supuesto, el magnífico Lord Byron.

*Rosalind Elsie Franklin (Londres, 1920-1958): Biofísica y cristalógrafa, contribuyó enormemente con sus investigaciones a la comprensión de la estructura del ADN, mediante imágenes tomadas con rayos X. Fue muy criticada por la comunidad científica hasta el punto de negarle el Nobel, y sus trabajops nunca fueron reconocidos.

*Marie Curie: (1867-1934) Para terminar esta lista, la mayormente conocida y popular Marie Curie (el apellido de su esposo y colaborador), química y física polaca, cuyo nombre de pila es Marie Salomea Sklodowska. La primera persona en conseguir dos premios Nobel. Toda su vida la dedicó a la investigación. De las pocas mujeres a las que se le ha reconocido su trabajo.

11 febrero: día internacional de la mujer y de la niña en la ciencia