jueves. 18.04.2024

Resulta escandaloso levantarse todas las mañanas viendo cómo algunas Comunidades Autónomas  (Andalucía Y Canarias) tienen que dedicar fondos para que los niños tengan desayuno, comida y merienda mientras que el Ministro de Exteriores y el de Economía dedican importantes fondos para vender en el mundo la “Marca España”.

Vivimos todos en el mismo país pero realmente lo hacemos en mundos distintos. Los gobernantes lo hacen en una burbuja y como consecuencia no se quieren enterar de nada. Sólo con tomar a diario el metro de Madrid o Barcelona ya se puede percatar uno de que algo va muy mal. Se nota en la cara de las personas, en sus vestimentas, en la cantidad de gente pidiendo dinero a cambio de cualquier cosa: malas canciones, pañuelos o  enseñando la gangrena de sus piernas.

Y mientras algunos políticos sacan dinero de donde no hay para que una parte de la población infantil pueda comer, nuestros Ministros movilizados en torno al  Secretario de Estado  Espinosa de los Monteros recorren el mundo vendiendo la Marca España o sea vendiendo un país competitivo, boyante, activo y triunfante. Cuando en realidad nos estamos refiriendo a un país maltratado y deprimido que vive sus horas más bajas.

Pero, ¿Por qué seguimos pagando asesores de políticos cuando no hay para curar una tuberculosis a un inmigrante residente en Palma, el cual acabó falleciendo?

Quizás el Gobierno podría poner como hecho representativo de España a esos dos mil asesores que tienen las Comunidades Autónomas. ¿Tan inútiles son los representantes del pueblo que necesitan un batallón de personas que les digan lo que tienen que hacer? En poblaciones como Orihuela hay más asesores que concejales, alguno de ellos sin graduado escolar. La Comunidad de Madrid tiene 263 asesores mientras que la ciudad de Paris tiene 36.

Si no hay dinero para  para becas de comedor, para transporte o libros, ¿por qué los diputados nacionales, regionales, concejales y alcaldes no se bajan el sueldo un 50%?.

Estos Embajadores del “mundo de Yupi” podrían preguntarse: ¿Por qué el dinero que no se ha gastado del rescate a los bancos no se invierte en dependencia? El recorte de este año en esta partida ha sido superior a los 1.100 millones de euros según la Coordinadora estatal de plataformas en defensa de la Ley de Dependencia.

Quizás para el Gobierno de Rajoy la “Marca España” es el Hospital General de Valencia, Pabellón B, planta segunda habitación 11  en donde conviven en escasos metros cuadrados cuatro enfermos, con unas cortinas para separarlos llenas de manchas marrones y para cambiar el canal de tv, hay que subirse a una silla…

De ese mismo hospital salió la inmigrante Mª Concepción Amaya sin el hueso del cráneo ya que dejaron de asistirla debido a los recortes sanitarios de la Comunidad Valenciana. En estos momentos vive  sin hueso pero con una fina capa de pelo que le ha ido creciendo. Sus paisanos salvadoreños residentes en Valencia están recaudando fondos para pagarle las medicinas.

Y sin abandonar la Comunidad Valenciana nos encontramos con la noticia de que la corrupción colapsa el Tribunal Superior de Justicia valenciano que lleva en estos momentos cien casos de representantes políticos imputados, todos ellos aforados. Bonita cifra para la campaña de promoción. Los cuatro jueces de este tribunal trabajan con tan solo siete funcionarios y una fotocopiadora que también se utiliza para escanear documentos.

O a lo mejor la Marca España es un rey cazando elefantes en Bostswana junto a una amante a la que con presupuesto público le arreglamos su domicilio cerca de la Zarzuela y le pusimos un servicio de  seguridad mientras ella hacía sus negocios.

También lo podría ser el Presidente de Baleares, Bauzá que ha nombrado secretaria de confianza a Mis Baleares 2009 con un sueldo de 50 mil euros. ¡Vaya Marca! O quizás sean representativas de este país las declaraciones de renta de Urdangarín las cuales dicen que multiplicó por 18  sus ingresos entre 2002 y 2009.

No sabemos si en la citada Campaña de promoción de España se habla de esos pensionistas que tiemblan viendo los conceptos que barajan los asesores del gobierno para bajarles las pensiones o de cómo el Gobierno de Madrid trata a los médicos con mayor experiencia jubilándoles de la noche a la mañana sin ponerles sustitutos. Los dirigentes madrileños, en una de sus habituales golferías, han decidido que 500 profesionales (los mejores, los que tienen más experiencia) dejen de trabajar en los hospitales de esta Comunidad para que a partir de mañana pasen a cobrar su pensión máxima de 2.500 euros. Esa es la Marca España.

Hace unos días releía unos argumentos que utilizó el PP cuando el Gobierno Zapatero amplió la ley de plazos del aborto. Decían que había que dejar nacer a los niños con malformaciones pues España tenía una ley de dependencia (elaborada por Zapatero con la oposición del PP) que podía hacerse cargo de esos niños y de sus madres. ¿Y ahora que dicen?

Ya no hay ley de dependencia, ni ayudas sociales salvo que se viva en Andalucía. Y ¿entonces, qué hacemos? Quizás colgar  la Marca España en los carteles que los sectores más ultras están elaborando contra la ley del aborto vigente en España que es prácticamente la misma que hay en Europa. Pero Gallardón solo piensa en contentar a la iglesia y a los sectores más ultras.

Sí señores, hemos llegado a situaciones tercermundistas.  A esas que muchos españoles se escandalizaban  cuando viajaban por el mundo en épocas boyantes. Ya no hace falta irse muy lejos para ver pobreza, hambre, desesperación e impotencia.

Ahora esas situaciones desesperadas están en nuestros barrios, calles, metros y organizaciones solidarias. La ONG Médicos del Mundo tiene documentación de 180 casos de falta de asistencia sanitaria a inmigrantes irregulares en Baleares.  Quizás Espinosa de los Monteros pueda explicar en su próxima reunión por el mundo para vender la Marca España que en la citada Comunidad Autónoma cuando un inmigrante va a urgencias se le pretende disuadir con una factura, hecho que no se produce si van acompañados de representantes de una ONG.

También puede poner el ejemplo de Dolores Carrasquilla, discapacitada que lleva dos meses encadenada frente al Ayuntamiento de Valencia ya que le han retirado las ayudas por su minusvalía. La alcaldesa de Valencia no quiere ver “desgracias” bajo su balcón del ayuntamiento y utiliza todas las artimañas que están a su alcance para que Dolores se vaya en su silla de ruedas a su casa.

Desde estas líneas le deseamos fuerza y ánimo a esta luchadora.

¿Marca España o golfería española?