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12 de diciembre de 2009, 12:18
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 11.12.2009
"Vosotros, en Madrid, tenéis una base enorme de clientes, es vuestra gente la que está creando y apoyando este mercado y también tenemos el mismo problema en Londres pues es muy común en todas las ciudades ricas", recordó Thompson, al tiempo que llamó a aquellos que crean que las mujeres, niños, y niñas no deben ser comprados ni vendidos, a "mirar esta exposición y actuar ahora".
En este sentido, animó a las personas que conozcan a alguien que pague por sexo, a que les pregunten "cómo saben que las mujeres por las que están pagando no han sido vendidas" y afirmó que "este hecho le da a la idea de pagar por sexo un nuevo significado".
La delegada de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa, recordó que "el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en España, uno de los países con más casos de explotación sexual, son extranjeras y la mayoría de ellas están en manos de redes".
Por otro lado, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, remarcó que "una sociedad digna no puede ser cómplice de este delito, la esclavitud y la explotación sexual", a la que se refirió como "una de las formas más antiguas de violencia contra las mujeres, una de las mas aberrantes maneras de violar los derechos humanos y de negar la dignidad de las personas". Además, reiteró que "la trata de seres humanos con fines de explotación sexual es uno de los negocios más lucrativos", y señaló que "esta realidad no puede ser disfrazada ni maquillada, pues los disfraces son inaceptables excusas o muestras de desprecio hacia la vida de millones de mujeres".
La exposición se encuentra dentro de unos contenedores que simulan un tren, en cada uno de los cuales los visitantes podrán ponerse en el lugar de las víctimas de la explotación sexual, mirar a través de sus ojos, sentirse en su piel, conocer cómo viven, las voces y los olores que les envuelven, y descubrir su historia, en concreto la de Elena, una joven víctima a la que descubrió Emma Thompson.
"Es cierto que ninguna vamos a poder sentir lo que ellas sienten, pero por lo menos, proyectos como éste sirven para que seamos conscientes de que cuando estamos hablando de la trata, hablamos de personas, de mujeres y niñas que han sido privadas de sus derechos y de su dignidad", concluyó Aído.
"Vosotros, en Madrid, tenéis una base enorme de clientes, es vuestra gente la que está creando y apoyando este mercado y también tenemos el mismo problema en Londres pues es muy común en todas las ciudades ricas", recordó Thompson, al tiempo que llamó a aquellos que crean que las mujeres, niños, y niñas no deben ser comprados ni vendidos, a "mirar esta exposición y actuar ahora".
En este sentido, animó a las personas que conozcan a alguien que pague por sexo, a que les pregunten "cómo saben que las mujeres por las que están pagando no han sido vendidas" y afirmó que "este hecho le da a la idea de pagar por sexo un nuevo significado".
La delegada de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa, recordó que "el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en España, uno de los países con más casos de explotación sexual, son extranjeras y la mayoría de ellas están en manos de redes".
Por otro lado, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, remarcó que "una sociedad digna no puede ser cómplice de este delito, la esclavitud y la explotación sexual", a la que se refirió como "una de las formas más antiguas de violencia contra las mujeres, una de las mas aberrantes maneras de violar los derechos humanos y de negar la dignidad de las personas". Además, reiteró que "la trata de seres humanos con fines de explotación sexual es uno de los negocios más lucrativos", y señaló que "esta realidad no puede ser disfrazada ni maquillada, pues los disfraces son inaceptables excusas o muestras de desprecio hacia la vida de millones de mujeres".
La exposición se encuentra dentro de unos contenedores que simulan un tren, en cada uno de los cuales los visitantes podrán ponerse en el lugar de las víctimas de la explotación sexual, mirar a través de sus ojos, sentirse en su piel, conocer cómo viven, las voces y los olores que les envuelven, y descubrir su historia, en concreto la de Elena, una joven víctima a la que descubrió Emma Thompson.
"Es cierto que ninguna vamos a poder sentir lo que ellas sienten, pero por lo menos, proyectos como éste sirven para que seamos conscientes de que cuando estamos hablando de la trata, hablamos de personas, de mujeres y niñas que han sido privadas de sus derechos y de su dignidad", concluyó Aído.
