nuevatribuna.es
12 de abril de 2010, 14:56
NUEVATRIBUNA.ES - 12.4.2010
El comunicado recoge los siguientes puntos:
"1. La medida adoptada por parte del Vaticano de publicar esta guía destinada a “laicos y no canonistas” es positiva. Se trata de una antigua reivindicación de los colectivos de víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia Católica. Solo denunciando los delitos ante los Tribunales se previenen futuras acciones por parte de los agresores.
2. La obligación que esa guía indica en cuanto a que "debe seguirse siempre el derecho civil en materia de información de los delitos a las autoridades competentes" supone dar un paso al frente en defensa de las víctimas y reconocer un hecho evidente: La Iglesia Católica y todos sus miembros están sujetos al imperio de la ley en todos y cada uno de los países en los que ejerce sus actividades.
3. Sin embargo, el vice-portavoz de la Santa Sede, Ciro Benedettini ha declarado que este documento fue redactado en 2003 lo que añade muchas incertidumbres a lo que podría haber sido una buena noticia.
4. Si realmente eso es así,
a. ¿Cómo explicar el silencio que han mantenido el Papa, los obispos responsables de las diócesis, los vicarios y los párrocos en todos los casos de abusos sexuales que han sido denunciados desde esa fecha?
b. ¿Cómo explicar las actuaciones de encubrimiento, de ocultación de casos que han sido juzgados y que han merecido condena por parte de los Tribunales ordinarios de justicia de muchos países?.
c. ¿Qué garantías tiene la sociedad civil de que en el futuro no actuarán de la misma forma ante casos similares?
La confianza y la credibilidad de la institución eclesial está claramente en entredicho. Pero no por lo que sus dirigentes suponen, esto es, por la publicación de algunos de los casos de abusos sexuales que se han producido, sino por una actuación ante esos hechos que solo puede ser calificada de delictiva, lenta, insensible, poco inteligente y alejada completamente de las víctimas".
El comunicado recoge los siguientes puntos:
"1. La medida adoptada por parte del Vaticano de publicar esta guía destinada a “laicos y no canonistas” es positiva. Se trata de una antigua reivindicación de los colectivos de víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia Católica. Solo denunciando los delitos ante los Tribunales se previenen futuras acciones por parte de los agresores.
2. La obligación que esa guía indica en cuanto a que "debe seguirse siempre el derecho civil en materia de información de los delitos a las autoridades competentes" supone dar un paso al frente en defensa de las víctimas y reconocer un hecho evidente: La Iglesia Católica y todos sus miembros están sujetos al imperio de la ley en todos y cada uno de los países en los que ejerce sus actividades.
3. Sin embargo, el vice-portavoz de la Santa Sede, Ciro Benedettini ha declarado que este documento fue redactado en 2003 lo que añade muchas incertidumbres a lo que podría haber sido una buena noticia.
4. Si realmente eso es así,
a. ¿Cómo explicar el silencio que han mantenido el Papa, los obispos responsables de las diócesis, los vicarios y los párrocos en todos los casos de abusos sexuales que han sido denunciados desde esa fecha?
b. ¿Cómo explicar las actuaciones de encubrimiento, de ocultación de casos que han sido juzgados y que han merecido condena por parte de los Tribunales ordinarios de justicia de muchos países?.
c. ¿Qué garantías tiene la sociedad civil de que en el futuro no actuarán de la misma forma ante casos similares?
La confianza y la credibilidad de la institución eclesial está claramente en entredicho. Pero no por lo que sus dirigentes suponen, esto es, por la publicación de algunos de los casos de abusos sexuales que se han producido, sino por una actuación ante esos hechos que solo puede ser calificada de delictiva, lenta, insensible, poco inteligente y alejada completamente de las víctimas".
